Poderoso caballero…

  
Siempre resulta, muy ilustrativo volver la vista atrás y releer a nuestros clásicos del Siglo de Oro, uno de cuyos mas señeros representantes fue Don Francisco de Quevedo que “se mofaba de todo“. Uno de sus versos más famosos es aquel en el que se hacía una deificación del dinero 

«Madre, yo al oro me humillo, él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorado anda continuo amarillo.Que pues doblón o sencillo, hace todo cuanto quiero. Poderoso caballero es don Dinero»

«Lo importante no es ganar, sino participar«. decia Pierre de Coubertin, padre de los Juegos Olímpicos modernos, el lema más conocido de los mismos, pero no nos engañemos. Los JJOO son un negocio que se administra en nombre del «espíritu olímpico» y aquel barón idealista nunca pensó que su invento se convertiría en una orgía económica de derechos televisivos, patrocinios, venta de entradas, licencias y merchandising. Los Juegos Olímpicos a lo largo de su historia han hecho bueno aquel refrán popular que decía eso de que : «no hay ninguna olla sin un garbanzo negro» y con esta pequeña historia de algunos de sus más sonoros y estridentes fracasos quiero manifiestar mi total rechazo hacia los mismos.  

Paris 1900 

  
El 6 de Abril de 1896 el rey Jorge I de Grecia restauraba en Atenas los JJOO con 311 deportistas y 13 países compitiendo en 43 pruebas de nueve deportes, pero si aquellos primeros juegos habían abierto la puerta a la esperanza del olimpismo, los segundos, celebrados en París entre el 20 de mayo y el 28 de octubre de 1900 fueron un fracaso.

Se celebraron en el marco de la famosa Exposición Universal de aquella ciudad celebrada entre el 15 de abril y el 12 de noviembre de aquel año. Un acontecimiento faraónico con 120 hectáreas de superficie, 50.860.801 visitantes, 58 países participantes y un coste total de 18.746.186 dólares. Su comisario Monsieur Alfred Picard tenía unas ideas completamente diferentes a las de las del barón de Coubertin y los ideales olímpicos le importaban un bledo y así es como se celebraron los mismos dentro de un auténtico desbarajuste. Los participantes no sabían siquiera si estaban compitiendo en una prueba olímpica, porque las mismas se presentaban como concursos o festivales con pruebas absurdas de carreras de sacos, concursos de palomas mensajeras o demostraciones de globos aerostáticos

  
Y los dos «garbanzos negros» más famosos de aquellos juegos fueron la «prueba de natación de 200 metros obstáculos» que se montó en forma de una competición donde había que nadar en línea recta, pero pasando por debajo de unos barriles que se intercalaban flotando sobre la superficie del agua y la prueba de «remo a dos con timonel«. En esta última el timonel de Holanda sobrepasaba el peso reglamentario y a los participantes no se les ocurrió otra cosa que poner como timonel a un niño de 10 años sacado de las calles de París 

Ell caos fue tal que el propio barón de Coubertin dijo textualmente de aquellos juegos : ”Ha sido un milagro que el movimiento olímpico haya sobrevivido

Saint Louis 1904
  

Si los segundos fueron un desastre los terceros tampoco le fueron a la zaga y los celebrados entre el 1 de julio y el 23 de noviembre de 1904 en la ciudad estadounidense de San Luis fueron otro fracaso. Aquella ciudad también preparaba su Feria Mundial y el presidente americano Theodore Roosevelt fue quien decidió en 1902 que aquella ciudad albergara aquellos JJOO. Hubo 687 participantes (frente a los 1.330 de cuatro años antes) y de los mismos sólo 51 vinieron de Europa con solo 12 naciones frente a las 22 naciones de la Olimpiada anterior.

Aquello, realmente no fue una manifestación deportiva sino una feria donde junto con el deporte, se presentaban timadores y monstruos cirquenses exhibidos como diversión. El fracaso de la Olimpíada de 1900, se quedó corto en esta otra porque en la misma se llegaron a los límites de la desorganización. Los organizadores tuvieron la grotesca idea de la «ideología discriminatoria» y a alguien se le ocurrió eso de que: “las mejores razas siempre tendrían mejores resultados que las peores” por lo que con esta premisa se realizó un desfile llamado «Anthropological Day» con grupos de personas que representaban a «las razas inferiores» (negros, mestizos e enanos. indios sioux de Estados Unidos, yehuelches de Patagonia, cocopas de México, moros de Filipinas, ainos del Japón y pigmeos de África central, vestidos con un simple taparrabo). Sobre estos conceptos absurdos, la organización elaboró una «competición paralela» reservada para estas razas inferiores. 

Pero el «gran garbanzo negro » de aquellas olimpiadas fue la surrealista situación provocada por el atleta vencedor de su maratón, Fred Lorz que cruzó la meta sin signos de cansancio, para luego descubrirse que había recorrido la mitad de la carrera montado en un vehículo

Nuevamente el barón de Coubertin describió en sus «Memorias» aquellas olimpiadas como una «farsa carnavalesca y ultrajante«.

Londres 1908
  

Tras renunciar Roma a albergar los cuartos Juegos Olímpicos el COI eligió  como sede a Inglaterra, la patria del deporte, para intentar restaurar la credibilidad del movimiento olímpico pero los mismos volvieron a estar ligados a otra Exposición Universal que se celebró en aquella ciudad entre el 27 de abril y el 31 de octubre de 1908 con 22 países y 2.035 deportistas. 

Igual que en San Luis su «garbanzo negro» fue la prueba de maratón porque la reina Alejandra, esposa del Rey Eduardo VII, impuso la salida del mismo desde el Palacio Real de Windsor (para que sus nietos la vieran en directo) por lo que la distancia de la misma tuvo que ampliarse a 42.915 metros para  complacer a su Majestad. Fue una prueba durísima en la que el italiano Dorando Pietri llegó al estadio, sin fuerzas para mantenerse en pie y allí fue ayudado descaradamente por los propios jueces y auxiliares para que traspasara la cinta de llegada como vencedor. Al final fue descalificado y el estadounidense John Hayes, de 19 años fue proclamado vencedor pero al día siguiente la reina Alexandra, apenada le entregó a Pietri una copa idéntica a la del ganador real de aquel maratón. 

Estocolmo 1912

  

El «garbanzo negro» de los juegos de Estocolmo 1912 fue la descalificación del gran atleta James Francis Thorpe, un indio nacido en Shawnee (Oklahoma), que se impuso en el pentatlón y ganó cuatro de las cinco pruebas, y también en decatlón, con casi 700 puntos de margen sobre el segundo clasificado. Se le consideró el atleta más completo del mundo, y regresó a EEUU con la aureola de héroe pero dos meses más tarde, alguien filtró a un periódico que había jugado como profesional en equipos de béisbol en la temporada de 1909 a 1910 

 
Thorpe no lo negó y el COI, seis meses más tarde, le retiró sus dos medallas. La realidad es que solo había jugado en una intrascendente liga, por el ínfimo salario de 15 dólares semanales pero tuvo un final triste porque murió en la ciudad de Los Ángeles, reclamando justicia. La rectificación del Comité Olímpico Internacional tardó 72 años en llegar y cuando lo hicieron ya hacia 30 años que había fallecido aquel gran atleta

Melbourne 1956

  

Los juegos de 1956 en Melbourne fueron los «primeros juegos del boicot«, aquella palabra inventada por el periódico The Times para describir la manera de hacer presión por el sistema de rechazar una cosa. Se trata de un anglicismo derivado del apellido de un capitán irlandés llamado Charles Cunningham Boycott al que en la segunda mitad del siglo XIX la Irish Land League lo presionó a base de negarse sus jornaleros a cosechar y los comerciantes a venderle comida, lo que lo obligó a marcharse de Irlanda.

En la Olimpiada de Melbourne de 1956 hubo tres boicots a los mismos.El primero fue la abstención de Egipto, Líbano e Irak por la participación del Reino Unido y Francia en la Crisis de Suez, el segundo la de Suiza, España y Países Bajos contra la Unión Soviética por su sangrienta invasión de Hungría y el tercero la de la República Popular China que tampoco hizo acto de presencia al permitir la organización la incorporación Taiwan. 
  
Fuente: Wikipedia 

Posteriormente hubo más boicots. En Montreal 1976 África lo hizo 48 horas antes de la inauguración cuando 20 delegaciones africanas decidían su retirada protestando por la presencia de Nueva Zelanda en Suráfrica (país segregacionista). En Moscú 1980 hubo otro boicot propugnado por el presidente de los EEUU, Jimmy Carter, como protesta por la invasión soviética de Afganistán al que se sumaron Alemania Federal, Canadá, Japón y China y que tuvo su réplica inmediata en los siguientes Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 en los que hubo otro boicot soviético secundado por catorce países (la mayoría del Este) con la excusa de que no estaban garantizadas ni la seguridad, ni la dignidad de sus deportistas. 

Luego hubo otro boicot de menor importancia en Seúl 1988 en donde los atletas del norte boicotearon la competición, uniéndose Cuba, Albania, Madagascar, Seychelles, Etiopía y Nicaragua

Beijing 2008

  
En estas olimpiadas también se oyeron amenazas de boicot por los problemas de China con el Tíbet pero su gran «garbanzo negro» fueron sus costosas obras  en las que las casas de campesinos quedaban tapadas bajo las construcciones de los juegos con sus habitantes desalojados.

México 1968

  

Y hablando de «seguridad«, otros JJOO que estuvieron a punto de cancelarse fueron los celebrados en México en 1968 por los conflictos de un movimiento estudiantil que protestaba por la matanza de Tlatelolco ocurrida el 2 de Octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas pero su verdadero «garbanzo negro» fue aquella la manifestación del «poder negro» (black power) que hicieron los atletas estadounidenses Lee Evans, John Carlos y Tommie Smith levantando el puño enfundado en un guante negro al subir al podium como símbolo del poderío de su raza

Munich 1972

  

El terrorismo también ha sido otro «garbanzo negro» y en aquellas olimpiadas surgió un grupo llamado «Septiembre Negro» cuyo nombre derivaba de los acontecimientos que enfrentaron a combatientes palestinos con el ejercito jordano en septiembre de 1970 con nexos a diversos grupos de la OLP, principalmente Al-Fatah, por entonces dirigida por Yasser Arafat. En Múnich de 1972, ocho terroristas de aquella organización secuestraron a once atletas israelíes para pedir la liberación de 234 palestinos presos en cárceles de Israel y en el aeropuerto de Furstenfelbruk hubo un tiroteo que se saldó con 9 atletas israelíes, un policía alemán y 5 terroristas muertos. Los recientes acontecimientos de París, desgraciadamente ya tuvieron entonces un precedente

Barcelona 1992

  

Terminaremos con aquellos XXV Juegos celebrados en Barcelona entre el 25 de julio y el 9 de agosto de 1992 con un gigantesco «garbanzo negro» para España. Juan Antonio Samaranch, presidente de La Caixa, principal brazo financiero del catalanismo, ocupó el cargo de presidente del Comité Olímpico Internacional, y colaboró estrechamente en conseguir que los Juegos fueran para esta ciudad. Barcelona organizó estos JJ.OO. en plena orgía de corrupción izquierdista-catalanista. Los JJ.OO de ‘Barcelona 92′ supusieron una factura de 926.438,90 millones (5.565,4 millones de euros) y en aquellos fastos se gestionó la fortuna de la familia Pujol  

El repaso de la historia deja claro que ese juramento olímpico que dice: «Juro que nos presentamos a los Juegos Olímpicos como competidores leales, respetuosos del reglamento que los rige y con el deseo de participar con espíritu caballeresco para honra de nuestros países y para gloria del deporte» es solo una mentira. La realidad es que los mismos son solo millones de dólares malgastados (según el informe del Centro de Derechos de Vivienda y Desalojos (COHRE) entre 1998 y 2008 al menos cuatro millones de personas fueron desalojadas de sus hogares en todo el mundo debido a la celebración de los mismos)  ¿Y después qué queda de todas esas inversiones ? 

Fuentes:

http://www.monografias.com/trabajos13/hjuegol/hjuegol.shtml

http://www.bianet.org/english/world/149463-forced-evictions-are-the-dark-side-of-olympics

2 Comentarios

  1. Gabriel Tamayo dice:

    Como siempre Manolo tus blogs muy ilustrados e interesantes. Siempre nos enseñan curiosidades de la vida y la historia. Un abrazo.

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