La Cueva de Nerja y mi «túnel del tiempo»

Nerja fue llamada Narija por los árabes y la hermosura de este pueblo fue cantada por el poeta Ebn Saadi en unos versos que decían

«Tendido sobre alfombra de mágicos colores mientras el dulce sueño mis párpados cerraba, Narija, mi Narija, brotando entre las flores con todas sus bellezas mi vista recreaba»

Pero este pueblo es «mucho más» aunque si hay algo por lo que es famoso es «por su cueva«, declarada «Monumento Histórico Artístico» el 15 de Junio de 1961 y que actualmente es el segundo monumento andaluz que más visitas recibe (unas 500.000 anuales). No me extenderé mucho en contar lo que es esta cueva porque todo cuanto os interese saber sobre la misma lo encontraréis en este enlace y si alguno aún ni la conoce sólo tiene que ver este vídeo promocional en donde puede verse en toda su hermosura.

Pero yo os voy a llevar hoy a un particular «viaje en el tiempo» para contaros otras historias de esta cueva. Las que yo viví en mi juventud acompañando a mi padre que – por cierto- fue «quien iluminó esta caverna «.

El 12 de Enero de 1959 un grupo de jóvenes que se dedicaban a cazar murciélagos descubrió, por azar una gran cueva en las proximidades de Maro un pueblecito cercano a Nerja. Aquello no habría tenido mayor importancia si no hubieran intervenido una serie de personas que fueron los artífices de su puesta en marcha. En esta graciosa caricatura se nos presentan

Y en la misma y de izquierda a derecha aparecen :

Eduardo Ortega, el primer administrador del Patronato y fotógrafo del mismo.

Manuel Rubio Jiménez ( mi padre) que fue el autor de la iluminación

Pablo Solo de Zaldivar, conservador, topógrafo y arqueólogo.

Antonio García Rodríguez-Acosta gobernador civil de Málaga en 1959, y presidente del primer Patronato de la Cueva que fue el verdadero creador e impulsor de la puesta en marcha de esta gran atracción turística.

Francisco Fernández Castany, ingeniero constructor de los accesos interiores y exteriores a la cueva.

Simeon Giménez Reyna Delegado en 1959 de Excavaciones Arqueológicas de Málaga

José María Santos Rein, arquitecto constructor de la cafetería- bar y de las construcciones exteriores de la cueva.

La historia de mi «túnel del tiempo» comenzó una noche de Noviembre de 1959, cuando mi padre Manuel Rubio Jiménez recibió en Jaén una llamada de un buen amigo; el entonces Gobernador Civil de Málaga Antonio García Rodríguez-Acosta que le dijo estas palabras:

«Manolo. Hemos descubierto en Nerja una cueva maravillosa y quiero que seas tú quien la ilumines »

El señor Rodriguez- Acosta «sabía lo que decía«, porque en los tiempos en los que había sido Alcalde de Jaén, él le había encargado a mi padre los trabajos de la iluminación de su castillo y de la catedral y cuando se fue a Málaga de Gobernador también le encargó la iluminación de la su Alcazaba, pero como su nueva oferta de «iluminar una cueva«, era una ‘aventura nueva ’ para mi padre, él le contestó que antes «quería ir a verla«, y así fue como en los últimos días de Diciembre de aquel año se fue para Nerja llevándome con él. Aquello, de «explorar una cueva desconocida» para mí, un chaval de 17 años en plena adolescencia era «toda una aventura«.

Mis primeros recuerdos de Nerja son los de un hermoso pueblo con bellísimas panorámicas desde su «Balcón de Europa» con la Sierra de Almijara al fondo y con las cañas de azúcar creciendo a sus pies. Esta fue una de las fotos que sacó mi padre aquel día

Y pasamos la primera noche en aquel pueblo en el «Hostal Florida» pero yo «no pegué ojo» porque me habían hablado mucho de que aquella cueva era ESPECTACULAR. Aún así cuando llegamos al día siguiente yo sólo vi un erial

Nos llevaron a la entrada y pasamos a lo que hoy se conoce como la «Sala del Colmillo de Elefante» y francamente me llevé una decepción. Aquello era «una cueva corriente» pero faltaba «el premio gordo» y la aventura empezó cuando tuvimos que descender desde allí con una escala por la entrada que aparece en la foto siguiente que era una bajada accesible sólo para personas con «nervios templados» descolgándonos por un oscuro vacío durante un tiempo que a mi me pareció interminable (aunque en realidad fueron tres o cuatro minutos). Finalmente llegué al suelo

Y allí solo había una oscuridad impenetrable.

Tardamos varias horas hasta que mi padre pudo hacer un tendido de «luz provisional» y al encender los focos «se produjo el milagro» y lo que descubrimos nos dejó sin aliento.

Al instalar las luces provisionales y ver «lo que allí había» se nos cayó el alma a los pies ante las colosales dimensiones de aquella cueva. Estábamos en lo que después se llamaría «Sala de la Cascada» y mi padre comentó que iluminar aquello sería una tarea faraónica pero no obstante «aceptó el trabajo» y lo empezó a principios de Enero de 1960. Aún le esperaban «sorpresas mayores».

Volvimos a Jaén y yo seguí con mis estudios, pero mi padre fijó su residencia en Nerja, empezando una aventura personal que a continuación os voy a contar, extrayendo de sus archivo algunas de sus fotos y notas personales.

En Febrero de 1960 comenta esta foto : «Me he encontrado al llegar a la cueva con una gran actividad. La antigua entrada a la cueva se ha reformando y sustituido»

Era lógico porque con la primitiva entrada era muy difícil acceder a la caverna ya que era estrecha y peligrosa. Más adelante la misma fue ampliada por esta otra de más moderna construcción

En Marzo de 1960 escribe en esta foto : «Se está haciendo un esfuerzo colosal en abrir una carretera de acceso. Hoy han hecho estallar 218 barrenos para romper la dura caliza del suelo»

Y en la foto objeto de este comentario se aprecia el viejo coche de mi padre, (un «Opel Caravan«). Después me comentó que aquella carretera de setecientos metros fue inaugurada (aún sin asfaltar) en diecisiete días

Ahora fijémonos en este plano de la Cueva de Nerja que mi padre distribuía como «promoción de su trabajo» en 1960. Muestran las galerías visitables de esta cueva (igual en la actualidad).

Mi padre montó una pequeña oficina de trabajo en la «sala del Colmillo de Elefante» y se convirtió casi en un «ermitaño» porque «vivía dentro de la cueva«. Le costó un esfuerzo ímprobo acabar aquellos trabajos ya que las infinitas estalactitas se «daban sombra unas sobre otras» y encima había que cumplir con el requisito de que «ninguna luz se viera desde el punto de vista del espectador», pero en aquella cueva había «otros problemas» que no eran solamente luminotécnicos. Por ejemplo el acceso desde la primera sala («Comillo de Elefante«) a la segunda: «Sala de la Cascada» (la primera a la que yo descendí) exigía salvar un desnivel entre ambas salas de 18 mts de altura. Se solucionó construyendo una escalera de bajada desde una sala a la otra

En esta foto tomada desde lo alto de esa escalera puede verse la magnitud de la caverna en donde la figura humana queda empequeñecida por sus proporciones colosales

Finalmente los esfuerzos y perseverancia de mi padre dieron sus frutos y pudo concluir la iluminación de la cueva hacia mediados de Abril de 1960. En esta foto de la «Sala de la Cascada» se ve la misma «recién terminado el trabajo«.

Mi padre posaba orgulloso de su trabajo pero aún quedaban salas más grandes por iluminar y si hay una que impresiona en la Cueva de Nerja esta es la «Sala del Cataclismo«- la de mayores proporciones- con una altura de techo de más de sesenta metros alrededor de una gran columna partida. En la foto siguiente mi padre sacó a los integrantes de la primera exploración de estudio de esta gran sala en donde aparecen Sebastián Arrabal, Francisco Ortega, Pablo Solo de Zaldivar, Juan Ramírez y Eduardo Ortega.

Cuando terminó de iluminar esta gigantesca sala posó orgulloso con sus operarios. Mi padre es el que está apoyado en la baranda (Abril de 1960)

Hubo otros «grandes momentos» recogidos en el álbum de mi padre, como cuando a finales de Marzo de 1960 se hizo esta foto y escribe: «Hemos puesto a Tchaikovsky para probar la sonoridad de la cueva» (él es el que está sentado a la izquierda)

Aquel día descubrieron que la cueva «sonaba muy bien» y que que el sonido se propagaba con mucha pureza en aquella caverna.

La Semana Santa del año 1960 empezó el 10 de Abril, y me fui de nuevo con mi padre a la inauguración de aquellas cuevas que se hizo el Martes Santo 12 de Abril por la esposa de Franco, Doña Carmen Polo aunque no conseguí «ni acercarme a ella» pero lo que si presencié fue «la puesta en servicio púbico» de estas cuevas, que se hizo solemnemente el 12 de Junio de aquel año. Durante los días 12,13 y 14 de Junio actuó allí el Ballet de «Le Tour de París» y era el primero que se celebraba en una cueva prehistórica. Esta es la preciosa composición fotográfica para anunciar aquel ballet que hizo el fotógrafo don Eduardo Ortega .

Y este fue el «programa original» de aquel evento

Y aquí tenéis otra foto tomada el 12-6-1960 por mi padre en aquel espectáculo.

Como curiosidad también os pongo otra foto de una curiosa formación de esta cueva, que a mi padre le gustaba mucho y a la que él llamaba «El Padre Eterno»

Pero aún me quedaba «una última aventura» en aquellas cuevas. Fue nueve años después en el año 1969 cuando se descubrió un estrecho paso en la parte superior de la «Sala del Cataclismo«. Yo tenía 26 años y tuve el privilegio de acompañar a una expedición de exploración a las llamadas «galerías altas» de esta cueva Unas galerías espectaculares con formaciones y restos prehistóricos, que aún no pueden ser contemplados por los visitantes. El acceso a estas galerías era muy difícil ya que había que escalar una pared casi vertical de unos 30 mts de altura

Desde ese boquete de entrada había un penoso pasillo de unos veinte metros por el que teníamos que pasar arrodillados y que desembocaba en un pavoroso abismo con una pared vertical de más de quince metros. Tuvimos que escalarlo y llegamos a una sala a la que le pusieron el nombre de «Sala de las Columnas de Hercules» y atravesar después un paso estrechisimo para descender de nuevo . El recorrido lo hicimos en siete horas pero al final «estaba el premio». Las fotos siguientes del álbum de mi padre (que con 59 años aún tenía «arrestos» para acompañarnos) muestran lo que encontramos en esta expedición

Esta es la que creo que es la primera foto de aquellas pinturas rupestres (sacada con una cámara Leica que era compañera inseparable de mi padre). Aquellas pinturas de peces estaban escondidas en un sitio al que llamaron «Santuario de los Delfines» y eran de color rojo bermellón

Y esta es otra imagen en donde se ve dibujada «una yegua preñada»

Esa es «la Cueva de Nerja» y este ha sido mi particular «túnel del tiempo». Aún cierro los ojos y me veo en la Nerja de los lejanos días de mi juventud, entrando a primera hora de la mañana en aquella cueva para salir de la misma muchas horas más tarde con el sol poniéndose en el horizonte y con mis ojos llenos de las maravillas que había tenido la suerte de ver.

19 Comentarios

  1. Those are yours alright! . We at least need to get these people stealing images to start blogging! They probably just did a image search and grabbed them. They look good though!

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  2. Luis dice:

    He visitado la cueva varias veces y trataba de imaginar como habrian sido los trabajos para poder hacerla visitable. Me ha encantado su relato y sus fotos; tuvo Vd. una gran suerte poder hacer esos recorridos y de tener un padre que hizo ese maravillos trabajo. Un saludo

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    1. mrjaen dice:

      Muchas gracias por su elogio. Precisamente escribí este relato en homenaje a mi padre y a otros grandes hombres que hicieron el milagro de que esa maravilla natural pudiera ser visitable

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  3. VIR dice:

    Me encanta este blogs

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    1. mrjaen dice:

      Muchas gracias por el comentario

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  4. Eduardo dice:

    Me ha gustado mucho, muchas gracias por compartirlo con todos nosotros. Estuve en Nerja hace tres años y visitamos la cueva, nos encantó.

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    1. mrjaen dice:

      Muchas gracias por tu opinión

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  5. casimiro dice:

    Estupendo, la visito a menudo y cada vez me gusta más.

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    1. mrjaen dice:

      Sois vosotros los que me impulsáis a escribir leyéndome. Muchas gracias

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  6. Julio dice:

    Es un documento maravilloso. Le he enviado el enlace de su blog al facebook del Archivo Provincial de la Diputación de Málaga, Creo que el trabajo que realizó su padre y sus compañeros fue encomiable y espero que obtengan el reconocimiento que merecen. Enhorabuena!!!

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    1. mrjaen dice:

      Muchísimas gracias. Creo que sería de justicia poner en esa cueva una placa con los nombres de Eduardo Ortega, Manuel Rubio Jiménez, Pablo Solo de Zaldivar, Francisco Fernández Castany, Simeon Giménez Reyna, José María Santos Rein y Antonio García Rodríguez-Acosta, los hombres impulsores de su puesta en marcha.A ver si se les hace justicia a estos grandes hombres

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  7. L. Barbero dice:

    Precioso artículo sobre el descubrimiento, adaptación e iluminación de la cueva de Nerja. En el año 71 ó 72 (con veinte o veintiun años) , tuve el honor de visitarla. Las emociones que sentí al ver la magnificiencia y grandiosidad de sus salas, no son comparables a las que sintió cuando bajó por primera vez, pero estuvieron muy cerca.
    He leído un artículo sobre los delfines de color bermellón, en las «galerías altas», creo recordar, que las catalogaron como una de las pinturas rupestres más antiguas de las que se tienen noticia.
    La inicial de mi nombre con el apellido, nada tiene que ver con José Luis Barbero de Miguel, sólo coincidencia. Un saludo.

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    1. mrjaen dice:

      Gracias por tu opinión. Veo que sentiste cuando las vistes por primera vez una emoción parecida a la mía . Es «mágico» entrar en sitios pisados por hombres miles de años antes .

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  8. Abén Aljama Martínez dice:

    Una preciosidad de historia de la espeleología malagueña y un documento fotográfico excepcional, al alcance de muy pocos. Felicidades por el reportaje y gracias por transportarnos a esas vivencias. Un saludo desde Córdoba

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    1. mrjaen dice:

      Muchas gracias. Me alegro que te haya gustado

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  9. nerjamartin dice:

    Gracias! Muchas gracias. Soy nerjeño (como se puede deducir por el nick jeje) y su texto y fotos me han sacado una sonrisa nostálgica y me han emocionado.
    Como curiosidad el «Hostal Florida» que menciona esta justo en la calle transversal de donde se encuentra la casa donde nací y me crié, antes de que los derroteros de la vida me trajeran a Bélgica, donde vivo actualmente.

    Un documento grandioso ese post suyo, que guardaré con especial cariño.

    También creo que merecen un pequeño homenaje los descubridores: Francisco Navas Montesinos, José Luis Barbero de Miguel, José Torres Cárdenas y Miguel y Manuel Muñoz Zorrilla. Vecinos de Maro (pedanía de Nerja) que es donde se encuentra la cueva realmente.

    Muchísimas gracias por compartir su experiencia y tan magnificas fotos. Un abrazo.

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    1. mrjaen dice:

      Me alegro que le haya gustado. Pienso que, cincuenta y cinco años han hecho que «se olviden a los protagonista». A ver si ponen algún día en la cueva una placa conmemorativa que reconozca el mérito de aquellos hombres que con su esfuerzo hicieron posible que podamos disfrutar de la maravilla que tenemos en Nerja.

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