Una de las facetas más característica de los años de la postguerra española fue aquel desmesurado afán de las autoridades por reprimir hasta el más mínimo asomo de inmoralidad pública. En aquellos tiempos el régimen dictaban los «reglamentos de decencia» y prohibía las faldas y mangas cortas, así como los escotes en las iglesias y en las playas había que permanecer vestido ya que si te quedabas en traje de baño antes del momento preciso de entrar al agua podías ser multado.
También se suprimieron los concursos de belleza femenina bajo la excusa de que «exaltaban desmesuradamente los componentes físicos de la mujer» y se controlaba a la prensa, las publicaciones y la radio. Además existía otra censura, acaso más rigurosa en materia cinematográfica y teatral que facultaba a cualquier autoridad local, del ramo que fuese, para prohibir la representación de una obra en el territorio de su potestad. Para poder estrenar la misma se exigía la presentación del libreto y la de todos y cada uno de los figurines del vestuario. El censor, después de asistir al ensayo general, formulaba inapelablemente sus observaciones sobre faldas, escotes y demás pormenores, y si una obra, por ejemplo, tenía una acotación de «se besan apasionadamente«, este censor podía suprimir el término «apasionadamente» del libreto. Al final las cosas llegaron a extremos tan ridículos como que en aquella película llamada «Mogambo» una pareja de enamorados fue convertida en hermanos, lo cual-por cierto- no ayudaba mucho a entender «la relación entre los protagonistas»
En la España actual estamos, lentamente volviendo al pasado (es lo que tienen las «mayorías absolutas«) y llegamos también a situaciones ridículas. Una de ellas es esa proposición no de ley que el PP ha llevado al Congreso, para su debate en la Comisión de Defensa, en la que pide poner coto a los mapas que son accesibles en Internet para proteger la seguridad del Estado frente a posibles actos terroristas.
La «censura» en Internet no es nada nuevo y ya es practicada por los países más totalitarios pero ahora nuestros ilustres gobernantes parece ser que aquí también quieren poner «puertas al campo» con esto de los mapas
Antes de que se descojonen de risa en Google Maps (cuyos servidores de información, por cierto, están en el extranjero ) le sugiero a nuestro Gobierno que se pasen por las librerías y recojan todos los mapas del Centro Geográfico del Ejército que tienen un nivel de detalle bastante superior a los de Google
Política y otras cosas 
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Me ha gustado el articulo pero es la primera informacion que leo sobre esto y me gustaria contrastar información. De todas formas, te doy la enhorabuena porque me he enganchado a tu forma de relatar. Un saludo
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Encantado de que te guste. Estoy a tu disposición para cuanto quieras comentar conmigo. Saludos
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Seguro que lo que buscan es catalogar de «zona de seguridad» sus chalets, sus tierras, sus naves, sus negocios,… para que cuanto menos se sepa de sus actividades, mejor. Porque yo imagino que de poco sirve que un fulano no pueda ver algo por google maps si luego cualquier país medio evolucionado que pueda atacarnos puede tener imágenes por satélite actualizadas (google maps lleva un desfase de años).
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Completamente de acuerdo contigo. Esto viene desde que salieron imágenes de «Google Maps» con la finca «La Angorilla» donde se alojaba «la amiga de S.M. El Rey» la sin par Corinna. Este Gobierno en su «pelota» a la Monarquía no tiene límites
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lo que quieren es que compremos los mapas del ejercito para que sean ellos los que se llevan la pasta
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Una buena observación
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…y luego dicen que esta farsa es democracia,
que levante la espada Atenea antes que la U. E. se la embargue…
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Albert Einstein dijo esta frase: «Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro»
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