Roma fue la luz de la civilización y las «calzadas romanas» surgieron por la necesidad de facilitar las comunicaciones entre los distintos puntos del imperio, para favorecer el control político sobre los territorios ocupados. Los romanos llamaban a sus carreteras, viae y construyeron lo que podemos considerar la primera y auténtica «gran red viaria» del mundo antiguo con un sistema jerarquizado de calzadas que se diferenciaban por su funcionalidad, características constructivas y el estamento administrativo al que le correspondía su ejecución y mantenimiento.
La imagen de portada es un tramo de la llamada «Vía Apía» que fue la primera de las grandes carreteras consulares,hecha por la civilización romana y su construcción se inició en el 312 a.C. por orden del censor Apio Claudio. Unía Roma con la base militar de Capua, en la provincia de Campania y era la «reina de las carreteras » con un trayecto de unos 260 Km sembrado de monumentos que aún sigue asombrando al mundo.
Las calzadas romanas de primer orden se construían con varias capas de firme, pavimento de losa, medianera elevada, vierteaguas en los márgenes y una anchura de seis metros para que los carruajes pudieran cruzarse sin dificultad. Los puentes eran obras de arte de ingeniería y aún hoy todavía se conservan muchos operativos. En estas calzadas, y a caballo, se podían hacer viajes de hasta 70 km diarios.
Solían estar amojonadas con miliarios que eran unas estelas de piedra colocada en los márgenes de la vía y que marcaba cada milla romana (equivalente a una distancia de 1.481 metros, aproximadamente mil pasos de un hombre) y en los mismos se inscribía información sobre las distancias. En ocasiones también se marcaban los cien pasos con otras piedras más pequeñas llamadas tabellarii.
Fuente: Wikipedia
Estas calzadas, unidas a una infraestructura de rutas marítimas, discurrían por el Mediterráneo y bajo el mando de los emperadores de los siglos I y II llegaron a su máxima extensión, uniendo entre sí Europa, Asia y África, desde el valle de Adriano, en el extremo norte de Britania, hasta el Eúfrates y el desierto del Sahara.
En este enlace desarrollado por la Universidad de Stanford podemos hacernos a la idea de cuánto se tardaba para cada recorrido
A la península ibérica los romanos la llamaron Hispania y fue conquistada por Escipión entre el 218 y el 197 a.C. y la primera descripción de la red de calzadas de Hispania nos la dio Estrabón en su obra Geografía. A partir del 197 a.C. se produjo la división de Hispania en dos provincias, la Hispania Citerior (la más cercana a Roma) con la franja mediterránea hasta la costa del sureste y Cástulo (Linares, Jaén) en el interior y la Hispania Ulterior que ocupaban el resto de la futura Andalucía llamada después Baetica.
Para comunicar estas dos provincias los romanos hicieron otra de sus calzadas más importantes. Se trataba de la llamada Vía Augusta que con una longitud aproximada de 1.500 Kms discurrían desde Cádiz hasta los Pirineos bordeando el Mediterráneo y uniendo las capitales de Gades, Hispalis, Corduba y Astigi. Se trataba de una vía estratégica para los movimientos militares, el comercio y el correo.
Fuente: Wikipedia
La figura siguiente representa un esquema de la Vía Augusta a su paso por Córdoba con las ubicaciones de sus miliarios. Era una vía que disponía de una infraestructura de apoyo a los viajeros con hospederías para alquiler de caballos, carruajes y lugares de descanso que solían estar separados cada 20 o 25 millas romanas (aproximadamente 35 Kms). En estas hospederías, también se ubicaban destacamentos militares y de las mismas han surgido muchos pueblos cordobeses actuales.
Y este es uno de los principales puentes de esa Vía Augusta . Se trata del construido sobre el río Guadalquivir en Córdoba en tiempos del emperador Augusto que aún sigue en servicio.
La primera descripción de esta vía nos la dio Antonino en su Itinerario pero la Vía Augusta no es la única gran obra que los romanos realizaron en España. Parece ser que esta vía formaba parte de una red de calzadas estructurada en tres ejes. Artemidoro de Éfeso fue uno de los más grandes geógrafos del helenismo avanzado y entre los años 104-101 a.C. recorrió la mayor parte del Mediterráneo y en la Península Ibérica llegó hasta la región del Cabo de San Vicente. A finales de los años ‘90′ un coleccionista alemán adquirió un papiro del siglo I a. C. que fue denominado como el Papiro de Artemidoro, una de su obra más importantes que actualmente se encuentra en el Museo Egipcio de Turín.
Este descubrimiento tuvo gran impacto internacional porque se trataba de la carta geográfica más antigua encontrada. Se trata de una versión muy comprimida horizontalmente- que no respeta las distancias reales como en los mapas contemporáneos- y es una pieza de 2,70 mts. largo y 32 cms. ancho, que está fragmentada en 50 segmentos muy estropeados y cuyo elemento más fascinante es una franja de 94 centímetros de largo por 32 de alto que representa la región romana de Hispania.
En la imagen de este trozo del papiro se muestra dos grandes ríos de la Hispania central. Los especialistas creen que el que se halla más al norte es el Duero y el situado más al sur, uno de sus afluentes o quizá el Tajo. También en el mismo se indican algunas ciudades y estaciones de postas . Las ciudades incluidas podrían ser Septimanca (Simancas), Oxama (Osma), y Segontia (Sigüenza) y el mapa además nos muestra las principales calzadas romanas. Es un trabajo de gran calidad, pero, desgraciadamente, nunca llegó a terminarse porque el papiro en donde se confeccionó luego fue utilizado como cuaderno de dibujo en un taller artístico de Alejandría y está lleno de dibujos y esbozos de animales reales e imaginarios, con cabezas de dioses y estudios anatómicos. Para terminar la faena, y sin que sepamos la razón, el mismo luego fue utilizado como envoltorio funerario de una momia del antiguo Egipto helenístico por lo que muchos de sus datos se han perdido.
Por la época en la que se produjo y se copió aquel mapa (entre fines del s. II a.C. y primeros decenios del s. I d.C.) se estaba aun lejos de la llamada cartografía científica, pero esto dibujos parecen coincidir con el Itinerario de Antonio Augusto Caracalla, una recopilación de las rutas del Imperio romano, supuestamente redactado en el siglo III, pero del que sólo se conservan copias del siglo siguiente (de la época de Diocleciano) En el itinerario citado se describen 372 rutas de las que 34 discurren por la Península Ibérica. Se ha pensado que el citado Itinerario estaba destinado a facilitar la recaudación de tributos.
Luego, en el siglo XIII apareció otro gran pergamino compuesto por doce segmentos.- tal vez copia de otro más antiguo de los siglos III o IV llamado Tabula Peutingeriana (también conocida como Codex Vindobonensis 324), actualmente depositada en la Biblioteca Real de Viena, que es una carta vial, inspirada en datos de la antigüedad clásica romana. Se trata de un itinerarium pictum romano y está inspirada en datos, lugares y paisajes propios de la antigüedad clásica romana. Para hacer un mapa fácilmente manejable el dibujante comprimió las dimensiones Norte-Sur del Imperio y ensanchó las Este-Oeste, deformando las proporciones naturales. La primera parte desapareció, pero fue reconstruida por Conradus Miller a comienzos del siglo XX.
En la misma se representaba a Hispania, Britania, África noroccidental y el estrecho de Gibraltar y en el citado mapa puede verse un mapa de muchas carreteras que recorrían Hispania, entre los centros habitados y una simbología rutera con accidentes geográficos, marcados con diferentes colores y centros urbanos. La Tabula Peutingeriana, coinciden en buena parte con el Itinerario Antonino
Gonzalo Menéndez Pidal también nos ofrecio otro mapa con los caminos de las téseras asturianas
Pero identificar los caminos que los romanos construyeron en España es una tarea extraordinariamente dificultosa por la roturación agrícola y por la urbanización. Ha habido a lo largo de la historia de España importantes movimientos poblacionales y esto ha favorecido el abandono del uso de algunos de estos caminos convertidos hoy en tierras de cultivo. La toponimia de los pueblos un instrumento valioso para encontrarlos porque algunos de sus nombres, aluden al paso de una vía romana por allí pero- lamentablemente- mucha información se ha perdido y la gran ingeniería civil romana que hizo posible la construcción de aquellas grandes vías de Hispania no tuvo continuidad durante la Edad Media y ha supuesto la lenta pérdida de aquel rico patrimonio heredado.
Fuentes:
Luis Manuel Moll: «Las calzadas romanas». Revista La Alcazaba
Moreno Gallo I. (2004): «Vías romana. Ingeniería y técnica constructiva«.
González Tascón I (2002) : «Artifex:Ingeniería romana en España«.
Corzo Sánchez R; Toscano San Gil M. (1992) : «Las vías romanas de Andalucía»
Martinez Castro A. (2005): «El tramo de la Vía Augusta entre Córdoba y Astigi: una aproximación de detalle a su recorrido y características constructivas«.
Junta de Andalucía (2009): «Atlas de la historia del territorio de Andalucía»
Sociedad geográfica española. Boletín número 35. «El papiro de Artemidoro, el primer mapa de España»
Marcela A.E. Cubillos Poblete: «La tabula peutingeriana, entre imaginar y representar el mundo en el Imperio Romano»
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Gracias por la entrada, pero mil pasos no son ni de lejos 1.481 metros. Para una persona normal mil pasos suman unos 650-700 m.
Un saludo.
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Muy interesante y buen artículo. Muchas gracias.
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Parece mentira que sigamos difundiendo esa imagen tópica y falsa de las calzadas romanas.
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Según Wikipedia La «tópica» viene del griego τοπικός, y es la parte de la retórica en sentido amplio que contiene el arsenal de ideas o argumentos con los cuales, por un lado, alguien piensa y organiza su pensamiento y se prepara para convencer a su auditorio (retórica stricto sensu). Aquí no se describen más que una serie de hechos documentados sobre las «vías romanas en España» y no se pretende convencer a nadie. En lo que no estoy en absoluto de acuerdo es que algo tan estudiando y fotografiado como las «calzadas romanas» pueda ser calificado como falso aunque cada uno es muy libre de pensar cómo le parezca
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No menciona Gallaecia, quizás porqué era territorio hostil y nunca fue considerada como una propia provincia Romana, sin embargo el testimonio de su presencia, aunque mal conservado, es muy estenso, para proteger las explotaciones mineras de oro, construyeron ciudades amuralladas, la muralla de Lucus (Lugo), es la más famosa pero solo es una muestra, estas ciudades estaban comunicadas por una red muy importante de vías, que aún son utilizadas en la actualidad formando parte del camino de Santiago.
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Un aporte interesante. Muchas gracias
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Vaya maquetación de mierda, amplia tus horizontes, los monitores son mas grandes en 2015
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Aceptó la crítica, pero es que diseñé el formato en el 2011. De todos modos creo que el contenido importa más que el continente
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Esta muy bien. Gracias
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Vaya comentario de mierda, amplía tus horizontes, el artículo es muy bueno.
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Gracias, lo pensaré
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¿Mil pasos equivalen a 1.481 m? ¿Pasos de casi metro y medio?
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Es verdad, pero eso es lo que afirman mis fuentes
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~1,5 m es la distancia entre dos pisadas del mismo pie, aproximadamente.
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