He leído la noticia de que Doña Ana Mato «sacó pecho» el martes pasado durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, presumiendo «de la confianza y apoyo que le ha otorgado el presidente Mariano Rajoy»

Decía Séneca que “Cuando más buena es el alma de un hombre, menos sospecha la maldad en los otros” y el diccionario de la RAE define «la ingenuidad» como la falta de malicia. No sé si Doña Ana Mato es «tan buena como afirma Séneca» pero después de oír sus palabras no me queda más remedio que calificarla de INGENUA.

Y lo digo aplicando las interpretaciones más benevolentes de esa palabra o sea las de: «inocente, candorosa, sincera o crédula» porque también hay otros significados que son los de: «boba, cándida, mema, necia, simple o tonta» ya que el antónimo de «ingenuidad» significa «retorcido» y «malicioso» que es justamente lo que ES SU JEFE Doña Ana.

La cosa no tiene vuelta de hoja. O es usted una persona «simple y fácil de engañar» a la que le falta malicia, astucia o doblez o es usted «otra cosa«, así es que prefiero quedarme con que usted es UNA INGENUA.

Tal vez por eso «se la pegó» su marido Don Jesús Sepúlveda, al que el juez Pablo Ruz en un auto afirma que «cobró más de 560.000 euros de la red Gürtel» , cuando se encargaba de la organización de actos del partido y cuando usted era la responsable del área de participación y acción sectorial. Hay que ser «ingenuo» para no percatarse de los «diversos regalos» en forma de vehículos, viajes y eventos familiares que se recibían en su domicilio Doña Ana

Por eso «voy a abrirle un poco los ojos, » si conociera al señor Rajoy» vería que Don Mariano tiene la costumbre de «quitarse de en medio a quienes le molestan” de la forma en que lo hacen los buenos jugadores de ajedrez, es decir, poco a poco “comiendose las fichas del contrario” hasta quedarse “solo en el tablero”. Su estrategia para librase de «quien le estorba» es la de primero “darle su total apoyo en privado» y luego «dejarlo con el culo al aire en publico” hasta obligarlo a DIMITIR.

¿Recuerda Vd. a D. Josep Piqué al que Rajoy siempre “en privado” le decía que “apoyaba su línea moderada” pero al que nunca dio su “apoyo público” hasta que lo obligo a dimitir en el 2007?

¿Recuerda Vd. a Don Eduardo Zaplana, “el amigo del alma” del señor Rajoy (de hecho veraneaba con él junto con Jaume Matas) a quien dejó «con el culo al aire» apostando por Francisco Camps,” su gran rival” ? El compañero de mil batallas de Rajoy, en la sucesión de Aznar “apostó fuerte por él. ¿Recuerda que Don Mariano después de aquel «congreso a la búlgara» en Valencia al ser nombrado ” nuevo líder del PP” (con el apoyo de Zaplana) se alejó de él hasta obligarlo a dimitir?

¿Recuerda a Don Juan Costa-sí ese que «hizo el programa electoral del PP en el 2008»- al que como “aquello no funcionó” Don Mariano le “hizo el vacío” y en noviembre de aquel año tuvo que renunciar a su escaño de diputado por Castellón?

¿Y que tal si se acuerda de D. Manuel Pizarro, “el gran fichaje para las generales del 2008 del señor Rajoy ″ a quien ilusionó con que lo había llamado para ser “el gran fichajes económico del PP” y al que después dejó de lado harta hasta que “tuvo que irse también” renunciando a su escaño de diputado?

Voy a terminar Doña Ana recordándole lo que le pasó a Don Francisco Álvarez-Cascos, que cuando hace 20 años, era secretario general del PP le dijo a José María Aznar que “quería meter a un jovencísimo Rajoy en su cúpula“. Rajoy creció a su sombra, pero cuando «empezó a molestarle» en Asturias le hizo “su jugada preferida” (la que LE ESTÁ HACIENDO A USTED) que es la de “dejar que el afectado crea que cuenta con su total apoyo” para luego «echarlo a los pies de los caballos» que es lo que le paso a Álvarez-Cascos al que Rajoy «no cortó su intento de ser candidato numero 1 del PP en su tierra” pero «le puso a otro» y el asturiano después «se enteró por la prensa de que no iba a ser candidato” teniendo que marcharse por dignidad .

Doña Ana. Rajoy siempre «hace lo mismo» y si ahora «la apoya» es PORQUE LA VA A ECHAR. Le recuerdo aquella frase de Mark Twain que decía : «El 28 de diciembre nos recuerda lo que somos durante los otros 364 días del año»