La expresión «sepulcros blanqueados» es una metáfora que emplea Jesús en el Evangelio de San Mateo para comparar a los fariseos con los mismos y se sigue empleando como sinónimo de ocultamiento y de corrupción.: «En aquellos días, dijo Jesús: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! «(Mateo 23, 27-32)
Dios ,que es el Bien supremo, no debería dejar «que nadie cayera en la tentación» y por eso en la Oración Dominical del «Padre Nuestro» se lo pedimos con estas palabras: «Más «libramos del mal. Amén» pero la Iglesia «no siempre ha hecho caso de estas palabras» que constituyen un manual completo para el desarrollo del alma
Hay un documental de 101 min dirigido por Amy Berg que en el año 2006 estuvo nominado al Oscar como «Mejor largometraje documental». Se titula «Líbranos del mal» (Deliver Us From Evil) y trata de «los escándalos sexuales» de la Iglesia Católica en Estados Unidos, narrando la historia del padre Oliver O’Grady, el más conocido pedófilo de la historia de la iglesia moderna. Era un «depredador sexual compulsivo» , carente de remordimientos que usó su encanto y su autoridad como líder religioso para «violar a docenas de niños de familias católicas» por todo el norte de California durante más de 20 años.
A pesar de los indicios y las quejas de varios feligreses, la jerarquía de la Iglesia urdió «un elaborado plan para enmascarar sus delitos y desacreditar a sus acusadores» mientras trasladaban al padre O’Grady de parroquia en parroquia. La directora Amy Berg, contactó con el padre O’ Grady, y milagrosamente le persuadió «para que interviniera en el rodaje del documental» y utilizando su escalofriante testimonio como punto de partida, expuso el «alto nivel de corrupción» dentro del seno de la Iglesia Católica.
Y eso hace que hoy os cuente la historia del cardenal Roger Mahony. Una reportera de Univisión explorando archivos escritos entre 1986 y 1987 encontró pruebas de que en la Arquidiócesis de Los Ángeles monseñor Thomas Curry, que era el «encargado de manejar los casos de abuso sexual» propuso «estrategias para evitar que la policía investigara a tres sacerdotes que habían admitido haber abusado de menores» y sugirió al arzobispo Roger Mahony que «los sacerdotes pedófilos deberían ser enviados a otro estado para evitar que les formularan cargos criminales«. Así Monseñor Mahony hizo toda clase de maniobras para «encubrir a aquellos sacerdotes pedófilos»
Porque los «abusos sexuales» de la Iglesia ya eran conocidos desde hace tiempo. De hecho el pasado 30-04-07 la cadena «Canal 7» de Costa Rica presentó unnreportaje sobre las violaciones que curas católicos hicieron allí en donde acusaban al gobierno de ese país de dar al clero 200.000 mil dólares para encubrir aquellos delitos
Pero como decía Juan en su Evangelio «Les ha cegado los ojos y endurecido el corazón, para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón.»[Juan 12:40-42] y nuestro cardenal Roger Mahony, al parecer decidió «encubrir a los sacerdotes pederastas por el bien del catolicismo«. El pasado 14 de Febrero este cardenal en su Blog personal escribía unas reflexiones que titulaba «CALLED to HUMILIATION» ( Llamado a la humillación«)
Como esta en ingles, os traduzco las palabras del cardenal porque no tienen desperdicio
«Desde que nacemos en el Catecismo aprendemos la virtud de la humildad. La estudiamos, pensamos en ella; pero no la abrazamos.
¿Y por qué? Porque la humildad es modesta, nos enseña a vernos a nosotros mismos como disminuidos más de lo que esperábamos. En consecuencia pocos de nosotros nos proponemos adoptar humildad como un patrón de nuestras vidas para la Cuaresma. Pocos de nosotros aceptamos las afrentas y descuidamos la humildad como orientación
Pero como discípulos de Jesucristo, realmente estamos llamados a la plenitud de la humildad: la humillación pública.
El Evangelio de hoy nos da la cruda realidad y el reto inmediato: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.» {Lucas 9:23] Diario significa cada día, no tanto en nuestros caminos de fe y en nuestras condiciones.
Ese deseo fluye desde nuestros labios fácilmente, pero rara vez lo entendemos total e internamente. Es casi un deseo espiritual desechable para nosotros. Pero Jesús lo entendía profundamente.
Considerando todas las tormentas recuentes nos que han rodeado a mí y a la Arquidiócesis de Los Angeles, gracia de Dios, Él finalmente me ayudó a entender: no estoy llamado para servir a Jesús con humildad. Al contrario, estoy llamado para algo más profundo – para ser humillado, deshonrado y rechazado por muchos.
Yo no estaba preparado para este desafío, pero el Miércoles de Ceniza lo cambió todo y veo la Cuaresma del 2013 como un tiempo especial para reflexionar profundamente y como una especial llamada de Jesús.
Para ser honesto con vosotros, no he llegado a ese punto donde realmente puedo rezar para que me humillen más. Estoy sólo en la etapa de pedir la gracia para soportar el nivel de humillación
En los últimos días, he experimentado muchos ejemplos de como ser humillado. En los últimos días, he sido confrontado en varios lugares por personas descontentas. Pude comprender la profundidad de su ira e indignación–, sobre mí, sobre la iglesia y sobre las injusticias que se arremolinan alrededor de nosotros.
Afortunadamente por la Gracia de Dios, simplemente me quedé allí, pidiendo a Dios que los bendiga y los perdone
En los próximos días de nuestro camino cuaresmal espero poder explorar con todos ustedes algunas ideas espirituales más profundas sobre lo que realmente significa tomar nuestra cruz diariamente y seguir a Jesús–en rechazo, a la humillación y los ataques personales.
Aunque parezca extraño, cuanto más permito que todo esto se desenvuelva sin protestas ni objeciones, tanto mayor es la paz interior que siento
Kyrie, eleison!»
¡ Magnífico Cardenal ! Menuda «jeta» tiene este santo varón de Dios Su Eminencia da «la vuelta a la tortilla» y ahora resulta que,» las que tienen que ser perdonadas son las víctimas» Monseñor Mahony, acusado de encubrir el caso de «violaciones a menores» por parte de sacerdotes, escribe en su web personal que «perdona a los que están enfadados con él» y envolviéndose en la «palabra de Cristo» en lugar de hablar «de lo mal que lo ha hecho» arremete contra quienes lo critican y «los perdona». No se puede ser más CÍNICO
Yo siempre he pensado que nuestro Papa saliente Benedicto XVI es una buena persona pero ha sido acusado de su presunta participación en el «encubrimiento de los sacerdotes pederastas » por parte de la alta Jerarquía Católica
Y después de leer al «sepulcro blanqueado de Mahony» y-visto lo visto solo puedo pensar dos cosas:
Primera.- Que Su Santidad parece ser que pudo dimitir «asqueado» por lo que tuvo que hacer para «proteger a Su Iglesia«. Después de ver el video anterior puedo entender su amargura viendo «lo que había dentro de lo que él representaba«. No hay más que recordar aquellas palabras suyas: “La Iglesia debe aceptar una aterradora verdad: es presa de los pecados de sus hijos, sufre una persecución encarnizada a causa de los delitos cometidos por los suyos, debe pedir perdón y aceptar la purificación para salir de la crisis brutal que la azota a causa de algunos de sus sacerdotes culpables de uno de los peores delitos, el abuso sexual contra los más débiles”.
Segunda.- Que la Iglesia Catolica «queda en manos de sepulcros blanqueados«. El cardenal y exarzobispo de Los Ángeles Roger Mahony, bajo cuya gestión se dieron aquellos centenares de casos de «abusos de menores por parte de sacerdotes» , estará en el cónclave que elegirá al nuevo papa como ocurrió en 2005 en la elección de Benedicto XVI.
Benedicto XVI afirmó en otra ocasión que : “La Iglesia está en ocasiones desfigurada por las divisiones dentro del cuerpo eclesiástico» y aquel Papa alemán, lamentó igualmente la «hipocresía religiosa» y las actitudes de los que buscan ante todo «los aplausos y la aprobación»
No me extraña que San Malaquías en sus textos proféticos publicados en 1595 y en 1690, dijera que Benedicto XVI (a quien lo identifica como “De Gloria Olivae”) sería el «penúltimo Papa» , al cual sucederá Petrus Romanus (Pedro el romano), quien conducirá la Iglesia en medio de tribulaciones, al » fin del catolicismo» pues tras estos hechos “el Gran Juez vendrá a juzgar en la Tierra”.