Rajoy en un «pardillo jugando al farol»

20120722-085149.jpg

Fue «de farol» en la mano apostando todo a «su carta», constantemente repetida en su campaña electoral de 2011 de que el PP, «con su simple presencia en el poder«, iba a generar la confianza necesaria «para sacar a España del pozo» y olvidándose de que tenia enfrente un jugador llamado «Mercados» y los «mercados lo calaron». Vieron que el Gobierno de Rajoy se encontraba ante una situación superior a sus fuerzas, que España no tenía fondos suficientes para salvar a su propio sistema financiero y que era incapaz de llegar a un acuerdo con sus Comunidades Autónomas y por si ni eran suficientes estos indicios para comprobar que España estaba en situación de «quiebra técnica» va el bocazas de su ministro de Hacienda diciendo cosas como que «el Estado está arruinado» o que : “No hay dinero en las arcas públicas, no hay dinero para pagar los servicios públicos” y Vd. rematando la faena con «perlas» como : “Nadie me ha presionado, he presionado yo” y otras jilipolleces como: «el rescate bancario es un préstamo en condiciones extremadamente favorables” o : «no hemos aprobado una amnistía fiscal, sino una regularización de recursos escondidos”.

Sr.Rajoy para jugar al farol con «los Mercados» hay que ser un poco «tramposo» y hacer que sus ministros «tengan la boca cerrada«. Zapatero y los suyos lo eran y les fue mejor que a usted. O ¿qué esperaba? ¿Que con estos «avisos» del Sr.Montoro los mercados de deuda y los inversores extranjeros se mataran para comprar la deuda de un país que confiesa «que no puede costear sus servicios básicos«?

Don Mariano,hágame caso. La cosa no se arregla con un comisario político al frente de los informativos de TVE o haciendo que sus ministros le canten aquello de: «es un muchacho excelente«. La cosa se arregla con un golpe de timón de AUTORIDAD, con un Referéndum para eliminar de nuestra Constitución toda la «basura» que nos hace un Estado insostenible porque en la partida de Europa, no solo pierde Vd. «perdemos todos los españoles»  y  la cosa «ya no está para bromas»

Insisto «LA COSA NO ESTÁ PARA BROMAS»