Los problemas visuales y la genialidad

  
El ser humano tiene sus ojos separados 65 milímetros y por esa diferencia cada uno de ellos recibe una información diferente sobre las imágenes que captan. Es decir, no vemos exactamente lo mismo con nuestro ojo derecho que con nuestro ojo izquierdo y a esta diferencia entre las dos imágenes formadas en las retinas de cada uno de nuestros ojos se le llama disparidad horizontal o disparidad binocular, pero aunque haya dos imágenes solo vemos una porque nuestro cerebro analiza los datos que recibe de los dos ojos y genera una única imagen tridimensional. A esto se le llama visión estereoscópica y gracias a la misma es posible añadir a la visión el valor de la profundidad que permite establecer una relación entre el sujeto observador y el objeto observable y que determinar su relación con los objetos situados frente a él. 

La visión estereoscópica y la percepción de la profundidad son dos ventajas evolutivas de la especie humana porque permitieron a la misma avanzar en la escala evolutiva al ser capaz de distinguir con precisión la distancia que le separaba de sus presas (cuando cazaba) o la que les separaba de sus depredadores (si tenía que defenderse) pero ambas ventajas son un handicap para un pintor, porque el representar algo en un lienzo supone tener que trasladar una escena tridimensional a una superficie plana y es más difícil pintar una escena que se percibe en tres dimensiones que otra percibida en dos.

Por esta razón los profesores de arte instruyen a sus estudiantes a que contemplen primero lo que quieren pintar, cerrando un ojo para aplanar lo que ven y así poder sacar un primer boceto de su cuadro. Cerrando un ojo se puede determinar una amplia gama de posibilidades artísticas  y relacionar a los objetos con los márgenes del cuadro para contrastar rápidamente una parte del paisaje con su contribución a la imagen completa. La visión estereoscópica y la percepción de la profundidad son pues un inconveniente para un artista,

Pero existe una patología ocular que limita la visión estereoscópica y que ha sido clave en la genialidad de algunos artistas. Estamos hablando de la ambliopía, una palabra que procede del griego «amblios«(débil) y «opia» (ojo) y que traducida literalmente seria podría definirse como  «ojo débil» aunque su nombre habitual es el de  «ojo perezoso» u «ojo vago» . 

  
Se trata de la pérdida de la capacidad para ver claramente a través de un ojo y es una patología relacionada con la etapa de maduración ocular o plasticidad visual del ser humano. El cerebro y el ojo trabajan juntos para producir la visión y el segundo transforma la luz que recibe en impulsos nerviosos que viajan a través del nervio óptico al cerebro. Si la visión de uno de los ojos disminuye es porque ese ojo y el cerebro no están trabajando juntos en la forma correcta y aquel ojo, aunque vea normal, no se está usando bien por lo que el cerebro decide favorece al otro ojo. Con uno solo funcionando normalmente se altera la percepción de la profundidad y el proceso de adquisición de imágenes bidimensionales hace que el cerebro no puede extrapolar la tridimensionalidad.

Cuando nacemos nuestra calidad visual no es buena, ya que nuestras células visuales cerebrales son inmaduras, y nuestros ojos son pequeños, pero poco a poco esto se va arreglando a medida que se desarrolla el ojo. Durante la infancia no tenemos la visión binocular (de los dos ojos), y solo vemos en 2D porque nuestro cerebro necesita un tiempo para aprender a fusionar los estímulos de las dos imágenes de nuestros ojos. A medida que va creciendo, el niño madura sus estructuras anatómicas y mejora su visión aprendiendo a utilizar los dos ojos al mismo tiempo

Pero si hay un problema que altere la percepción visual del niño antes de los 6 años de edad, eso contribuye a crear esa desconexión entre su cerebro y el ojo afectado y no se desarrolla la adecuada visión. Según varios estudios recientes, entre el 6 y el 12% de la población mundial no llega a desarrollar la visión estereoscópica porque el ojo no se desarrolla normalmente y su córnea o cristalino tienen forma anormal. Si el niño enfoca la imagen por detrás de la retina se provoca la hipermetropía pero si las enfoca delante de la retina se provoca la miopía. En la imagen siguiente la linea roja, representa la evolución normal de la visión, del niño hasta los seis años y las verde y amarilla, el probable desarrollo de los problemas visuales de hipermetropía o miopía
  
Fuente: Consultori D’Oftalmologia Dr. Fernando A. Rodríguez Mier

Ambos problemas lo que consiguen es que el niño tenga visión borrosa. Los niños con miopía ven bien los objetos cercanos, y borrosos los lejanos y los que desarrollan la hipermetropía ven borrosos los objetos cercanos y bien los lejanos. Ambos problemas son susceptibles de corrección óptica con gafas, pero si la hipermetropía en el niño es alta por un problema que altere su «percepción visual«, antes de los 6 años de edad, eso puede contribuir a crear esa desconexión entre su cerebro y el ojo afectado y el niño no desarrolla una adecuada visión. Si al cumplir los 8 años, no se ha completado el buen desarrollo ocular, con una hipermetropía alta existe el riesgo de que la misma derive en una ambliopía

El ojo vago es un «un ojo embotado» que disminuye la visión estereoscópica. Sin embargo esta afección convirtió en «genio» a un maestro indiscutible de la pintura. Nos referimos  a aquel gran pintor del siglo XVII llamado Rembrandt Harmenszoon van Rijn

  
Fuente: Wikipedia

Así se desprende de un estudio de la Harvard Medical School de Boston firmado por Margaret S. Livingstone y publicado en el New England Journal of Medicine .En este estudio se analizaron con imágenes de alta resolución 24 autorretratos al óleo y 12 grabados de este pintor descubriéndose que su ojo derecho en la pintura miraba de frente y su izquierdo de lado (es decir, que un ojo miraba directamente al espectador y el otro ojo se desviaba lateralmente) 

  Autorretrato de Rembrandt apoyado en una pared de piedra (detalle) 1639 que figura en el estudio. London National Gallery

Y ello porque los autorretratos suelen realizarse mirándose en un espejo y en los grabados es al revés, porque la técnica graba la imagen en una placa de metal que posteriormente se imprime. Así se pudo descubrir que Rembrandt había pintado sus ojos como si no tuviese visión estereoscópica.

  
Imagen del estudio

Con esta imagen la investigadora cualificó  la posición de la pupila (o centro del iris) dentro de la abertura entre los párpados alineando una elipse con el contorno de los ojos. Su conclusión final sugiere que Rembrandt tenía su ojo izquierdo afectado por la patología de  «ojo vago» y que su ojo derecho miraba de frente y el izquierdo miraba hacia su nariz. Aquel problema de Rembrandt se convirtió en una virtud porque le hacía más fácil recrear en el lienzo todo lo que veía ya que él percibía el mundo como una imagen plana.

Pero no fue el único pintor al que una patología ocular aumentó su genialidad. Hay otra llamada «cataratas» que también influyó en la forma de ver el mundo de otro gran maestro de la pintura. Nos referimos al gran pintor llamado Claude Monet (1840- 1926).

  
Fuente: Wikipedia 

El cristalino es una lente que tenemos en el ojo que en condiciones normales, es clara y transparente. Gracias a esta lente podemos enfoca la luz sobre la retina, permitiéndose  la formación de una imagen nítida pero si el cristalino pierde su natural transparencia se produce la «catarata» (esclerosis nuclear) que produce una opacidad los rayos de luz y estos no se transmiten de forma nítida a la retina.

  
Fuente de la  imagen: http://www.poen.net.ar/es/informacion-para-el-paciente/que-son-las-cataratas/

En realidad tanto la ambliopia como las cataratas producen visión borrosa pero las segundas a veces son el origen de la primera (y no al revés) y muchas veces la ambliopía depende del tamaño, localización y densidad de una catarata congénita. Una catarata adquirida con el envejecimiento hace que se formen “estrías” blanquecinas alrededor del cristalino que migran hacia el centro del ojo y esto ocasiona un efecto importante en la percepción del color modificándose progresivamente la sensibilidad al contraste, la percepción espacial y la visión de los detalles y actuando como un filtro amarillo que aumenta la visión de los colores cálidos (como los ocres y los marrones) impidiendo la visualización de los colores fríos como los azules y los violetas que es exactamente lo que le pasó a Monet.

Monet fue el fundador del movimiento impresionista y una de las figuras más importantes de la pintura. Cuando empezó a sentir la sintomatología de las cataratas tenía 68 años (año 1908 en el que viajó a Venecia). A partir de 1914 los problemas en sus ojos se fueron agravando y en su pintura ya se aprecia un predominio de los colores ocres. El mismo se dio cuenta de que «algo le pasaba» en su percepción del color y de que ya no podía distinguir los colores correctamente por lo que pintaba «confiando únicamente en las etiquetas de los tubos de pintura » y así se lo contó a su amigo Georges Clemenceau, un gran político y jefe de estado con quien Monet durante el último tercio de su vida mantuvo una larga y extraordinaria amistad. En una carta escrita desde Venecia en 1918 le dice : «No logro percibir los colores con la misma intensidad que antes. Los rojos parecen como lodosos, como rosas insípidos, y se me escapan los tonos intermedios, pinto oscuro como en las pinturas antiguas y cuando comparo estos cuadros con mis trabajos anteriores me dan ganas de rasgarlos con la navaja». 

Michael Marmor, profesor de oftalmología de la Universidad de Stanford publicó en el año 2006 en The Archives of Ophtalmology un estudio donde demostraba que los cambios de estilo que Monet acusó en sus últimos años no respondían a su evolución hacia el arte abstracto o expresionista (como defendían algunos críticos de arte) sino a sus afecciones oculares. Su época más abstracta coincide con los años en los que veía tras el filtro borroso y amarillento de su cataratas. Como Monet solía pintar el mismo motivo repetidas veces a lo largo del tiempo, podemos comparar cuadros del mismo motivo pintados antes y después de su enfermedad ocular. Las diferencias son evidentes, tanto en el colorido como en la forma

  
Puente japonés pintado en 1899 a los 59 años 

  
El mismo puente japonés pintado en 1923 a los 82 años

En septiembre de 1922 Monet consulta con el Dr. Carlos Coutela que le diagnostica las cataratas y finalmente accede a operarse su ojo derecho en enero de 1923 extrayéndosele  el cristalino (afaquia) y recetándosele  unas gafas provisionales para la misma.

   Las gafas afáquicas de Monet (Museo del Marmottan, Paris) 

Monet tras aquella operación volvió a pintar como antes y y destruyó muchos de sus lienzos tardíos porque le parecían «basura«. Gracias a algunos de sus familiares y amigos sus últimas obras fueron rescatadas y no se pedieron

Terminaré diciendo que las alteraciones visuales han producido genios en la pintura. La ambliopia de Rembrandt le permitió  trasladar maravillosamente las escenas tridimensionales a la tela y también explica por qué en muchos autorretratos el pintor oculta en sombra o con el pelo la mitad del rostro retratado  y, a menudo, ofrece una mirada en lateroversión. Un Monet casi ciego se deja llevar por su falta de visión de los colores y crea pinturas restallantes de vida, en verdaderas «sinfonías cromáticas«. Ambos casos representan el mejor ejemplo de por qué algunas minusvalías se convierten en plusvalías para algunos pintores. No es que los mismos viesen el mundo distinto, es que sus problemas visuales los llevaron a la genialidad.

Fuentes:

Ambliopia

Hipermetropía en la infancia

Miopía en la infancia

La estereoceguera una ventaja para los pintores

«Las cataratas en la obra pictórica de Claude Monet.» Carmen Fernández Jacob. Hospital «La Paz». Madri