El color de nuestros ojos

El color de los ojos es una de las cosas más representativas y reconocibles de una persona y se muestra en el iris ese pequeño tejido conectivo con una estructura muscular de alrededor de 12 mm de diámetro que rodea a su abertura central llamada pupila que es por donde entra la luz al interior del ojo. 

Se trata de una membrana circular y contráctil situada entre la córnea y el cristalino con fibras musculares circulares que causan la constricción de esa pupila y fibras radiales para dilatarla, regulando la cantidad de luz que entra en el ojo. Este órgano mide entre 12 y 13 milímetros de diámetro y tiene un espesor de 0,3 milímetros.


El iris está formado por una serie de capas (concretamente cinco) dos de las cuales son músculos. La primera capa consiste en un epitelio en contacto con la denominada retina ciega de color negro violáceo, que forma el «fondo» de su estructura al que sigue otro epitelio con células pigmentadas en relación con el músculo dilatador de la pupila (que se encarga de la midriasis o aumento de la pupila) y tras ellas viene un estroma formado por tejido conjuntivo con una gran irrigación sanguínea y que forma las 9/10 partes de su grosor; en su parte posterior se incluyen las fibras del músculo constrictor de la pupila (que se encarga de la miosis o reducción de la pupila)


Esta composición genera un patrón muy rico en surcos, contornos y pecas que se determina aleatoriamente durante el desarrollo fetal del ojo. En la etapa embrionarias del ojo empieza la expansión de sus células epiteliales y entre las semanas 13 y 14, ya tenemos un proyecto de iris que resulta diferente para cada persona y que es incluso diferente para sus ojos izquierdo y derecho; por eso las posibilidad de que existan dos iris idénticos es bajísima hasta el punto de que puede afirmarse que resulta casi imposible encontrar entre todos los habitantes de la tierra a dos personas que compartan el mismo «patrón de iris«. Gracias a esto puede generarse una identificación única e invariable para cada persona concreta  y las técnicas de «reconocimiento por el iris» son una tecnología cada vez más usada, porque resulta incluso más efectiva y segura que un reconocimiento por huella dactilar

Es la capa del estroma la que da la coloración al iris, pues es allí donde se sitúan los pigmentos con melanina que son los que dan el color a nuestra piel y pelo. Sin embargo la melanina sólo tiene un color, que es el marrón oscuro y aunque una persona con piel oscura tiene muchas probabilidades de poseer también ojos oscuros, cualquier iris puede tener muchas tonalidades de color porque el color de los ojos en un ser humano funciona de una manera mas curiosa.

Para entender cómo se colorea un iris debemos de fijarnos en la manera en que la luz atraviesa sus capas y en la cantidad de melanocitos con melanina existentes en su borde anterior y en su estroma. En general cuanta más melanina esté presente allí, el iris será más oscuro pero el color que finalmente veremos para el mismo también va a depender de la transparencia de ese estroma y de la cantidad de pigmento que contenga: si hay mucha cantidad de melanina el ojo se verá más oscuro y si hay menos se verá más claro.

Todo funciona según el principio de que los cuerpos están constituidos por sustancias que absorben y reflejan las ondas electromagnéticas, es decir, la forma en como absorben y reflejan los colores. Al pasar la luz por las diferentes capas del iris se produce una dispersión de la misma en todos sus colores y el resultado final para el color que veamos va a depender de la luz reflejada final que es la que nos dará su color. Se trata de algo parecido a lo que hace una pantalla de televisión para producir los colores

El color final del iris dependerá, por tanto, del grosor del abanico que forman las laminillas de pigmentación y de la concentración de melanina en las mismas. Cuanto más grueso sea el abanico y contenga más melanina, más se oscurecerá el ojo ya que la luz al dispersarse tendrá colores que se absorban y otros que se reflejen y todo ello estará en función de la cantidad de melanina que esté presente en la parte anterior del iris y del espesor del estroma, que se interponga en el camino de la luz reflejada 

Por eso los ojos azules se ven de este modo porque su iris contienen bajas cantidades de melanina. A medida que la luz atraviesa esas capas con poca melanina las longitudes de onda más largas de la luz reflejada (rojo y amarillo) serán absorbidas mientras que las longitudes de onda más cortas (azul y violeta) serán las que pasen dando como resultado un iris azul.

En cambio los ojos con iris de color marrón, café o castaño tienen grandes cantidades de melanina en su parte anterior que sirven para absorber las longitudes de ondas más cortas (azul y violeta) dejando pasar las más largas (rojo y amarillo) pero entre un azul intenso y un marrón oscuro hay muchas variedades cromáticas y el color final de un iris puede ser un continuo que va desde los tonos más claros de azul hasta los más oscuros y casi negros pasando por  un intervalo que cubre los tonos marrón y verde-avellana hasta un azul grisáceo. 

Las personas albinas tienen una carencia total o casi total de melanina, y su piel y su pelo son blancos; sus iris suelen ser de tonos azules o grises pálidos. Las personas que poseen una pigmentación intermedia tienen  iris más oscuros con colores en tonos que van desde el gris al verde hasta el color miel. Por último las de pigmentación muy oscura, tienen iris con colores que oscilan entre un castaño claro próximo al verde hasta un marrón muy oscuro, casi negro. También existen personas que tienen iris de color diferente en cada uno de sus ojos. Un fenómeno que se llama heterocromía del iris.

En teoría el color de los ojos debería heredarse según las leyes de Mendel con un cromosoma del padre y otro de la madre. Existen unos genes que son responsables del color del iris. El primero es el «cromosoma 15«cuyos alelos posibles son el marrón y el azul y el otro es el «cromosoma 19» cuyos alelos posibles son el verde y el azul. Igual que sucedía con los colores de aquello experimentos mendelianos con los guisantes, hay colores dominantes y otros recesivos. El marrón (M) seria dominante, el azul (a) recesivo, y el verde (V) un semidominante. Una persona con ojos azules por consiguiente tendría los genes aa en su cromosoma 15 y aa en su cromosoma 19 y otra con la combinación Ma-aa, (15-19) tendría sus ojos marrones. Si fuera Ma-Va, también sus ojos serían marrones, pero si tuviera aa-Va, los tendría verdes; sin embargo las leyes de Mendel no se cumplen al 100% en lo referente al color de los ojos. 

De hecho han sido los genetistas Richard Sturm y Matt Larsson, de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia, quienes han podido entenderlo en su trabajo «Genetics of human iris colour and patterns» . Aquí os pongo el enlace a su trabajo donde se nos dice que el 74% de la variación en el color del ojo humano puede ser explicado por un intervalo del «cromosoma 15» que contiene un gen llamado OCA2

Se trata de un gen que controla la síntesis de la melanina en el iris  y cuanto más «se exprese» mayor melanina existirá y más oscuro será el color del ojo. La «expresión» depende tres zonas de este gen llamadas SNPs (del inglés Single Nucleotide Polymorphism). A una de las secuencias que pueden aparecen en alguno de esos SNPs se la llama TGT (porque lleva los nucleótidos timina, guanina y timina) y si en el gen OCA2 de esa persona hay tres SNPs con TGT en las dos copias de sus genes (padre y madre) la misma tendrá un 62% de probabilidades de tener sus ojos azules; si solo tiene un SNP con TGT, la probabilidad bajara al 21% y las que no tengan ningún SNP con TGT incluso podría sacar ojos azules en un porcentaje del  7.5%. 

Del citado trabajo podría deducirse que el color azul de los ojos es un gran éxito evolutivo porque un color de iris oscuro protegerá mejor al ojo de la radiación ultravioleta, así es que no sabemos por qué se extienden tanto los ojos claros ya que son colores que presentan más fotofobia y mayor sensibilidad ocular pero por razones que desconocemos todas las personas con ojos azules, surgieron de un antepasado común que hace 6.000 años fue el responsable de esas alteraciones en el gen ‘OCA2‘. La genética es algo realmente asombroso y conforme vamos profundizando en sus misterios descubrimos cosas cada vez más interesantes.

Por eso no siempre se cumple el que un niño «tenga los ojos de su padre « (o de su madre), pero, sea cual sea , el color de los ojos seguirá siendo un tema para frases como: «Ojos negros, traicioneros«, «ojos verdes, como, la albahaca» u «ojos azules.. de tanto mirar al cielo» y también seguirá sirviendo de inspiración a diferentes compositores, que se enamoren  de un determinado tono de los mismos con canciones como «Esos ojos negros«(Duncan Dhu) «Brown eyed girl» (Van Morrison) «Brown eyes» (Fleetwod Mac) o «Aquellos ojos verdes» (Nat King Cole). Incluso los Beatles en su “Lucy in the sky with diamonds” también nos hablaban de una “chica de ojos caleidoscópicos”.

Fuentes:

Sturm, R.A. & M. Larsson. «Genetics of human iris colour and patterns» 2009

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