En nuestra entrada anterior sobre el Monte Rushmore, hablábamos de Gutzon Borglum y del encargo que recibió para tallar un gran monumento en el sur de los Estados Unidos. Es una historia tan interesante que hoy la vamos a contar con más detalle.
Estados Unidos es una gran nación y el orgullo de sus hombres se ha manifestado en la construcción de grandes monumentos tallados sobre la propia roca. El escultor estadounidense Gutzon Borglum (1867-1941), fue el hombre que junto a 400 trabajadores talló en en el Monte Rushmore, una montaña de granito de Dakota del Sur de 5,17 km² y a una altura de 152 metros los bustos colosales de 18 metros de altura de los presidentes estadounidenses George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt, y Abraham Lincoln que representan los primeros 150 años de su historia. Una obra en la que trabajó desde 1927 hasta su muerte.

También tenemos en las Black Hills de Dakota del Sur a trece kilómetros del Monte Rushmore otra montaña-monumento: el Memorial a Caballo Loco, (Crazy Horse) cuyo autor Korczak Ziolkowski, lo comenzó en 1948, y empleó toda su vida en este reto. Al día de hoy dista mucho de estar concluido, pero cuando se finalice, posiblemente será la estatua más grande del mundo con una anchura de 195 metros, y una altura de 172 metros. Solo la cabeza de Caballo Loco con 27 metros de altura ya supera a las de los Presidentes tallados en el Memorial Nacional Monte Rushmore. Pueden ampliar información en un artículo de este mismo Blog que publiqué en el año 2014.

Pero hay otra gran escultura en relieve en los Estados Unidos que supera a las dos anteriores. Se encuentra en la Stone Mountain una gran formación rocosa de 514 mts de altura y circunferencia de base de 6 Kms. incluida en un pintoresco parque de 13 Km² con actividades de paseos en bote, golf, espectáculos de láser, alojamiento y paseo en teleférico denominado Stone Mountain Park cerca de la ciudad de Stone Mountain en Georgia
Este tipo de formación geológica es lo que se denomina un inselberg, una palabra acuñada en 1900 por el geólogo Wilhelm Bornhardt (1864–1946) que tiene el significado literal de «isla montañosa» originada hace 15 millones de años por un enorme bloque de granito que, aislado en una bolsa de magma, se elevó desde la tierra.
En la cara norte de esta montaña y a una altura de 122 metros, se ha excavado su fachada plana con superficie de 12.000 metros cuadrados para ubicar a unas gigantescas esculturas de 27 por 58 metros ( 9 metros más altas que las del Monte Rushmore, y similares a la de Caballo Loco). Esta excavación de una profundidad de 13 metros en la roca viva de granito se denomina el Confederate Memorial Carving, y puede presumir de ostentar el título de ser el bajorrelieve más grande del mundo.
El problema es que estas esculturas son un tema de controversia generalizada porque representan a las figuras de tres de los personajes más destacados de los Estados Confederados de América, los estados sureños y esclavistas que lucharon contra la Union en la Guerra de Secesión de los Estados Unidos, librada entre los años 1861 y 1865: son su presidente Jefferson Davis y sus generales Robert E. Lee y Thomas ‘Stonewall’ Jackson.

Se trata, pues, de un monumento polémico porque ensalza las figuras de tres conocidos secesionistas que defendieron la esclavitud. Algunos ven en la talla de este monumento, un homenaje a aquellos héroes rebeldes que lucharon y murieron defendiendo el estilo de vida del sur como la mejor demostración de la supremacía blanca en toda la historia del mundo.
Las figuras talladas, de izquierda a derecha muestran a los líderes rebeldes confederados Jefferson Davis, Robert E. Lee y Thomas «Stonewall» Jackson (Foto de AP / John Bazemore)
Es decir que el Confederate Memorial Carving del Stone Mountain viene a ser algo así como un Monte Rushmore que homenajea a la Confederación esclavista de la Guerra de Secesión estadounidense, y además es el más grande de América. Tan grande que una persona de 1,80 m de estatura podría estar de pie dentro de la boca del general Robert E. Lee. Su escultura es tan alta como un edificio de nueve pisos y todo el conjunto está en estas mismas proporciones ya que solo la nariz de Jefferson Davis es del tamaño de un sofá.
¿Y como se gestó este curioso monumento? Pues es una curiosa historia que nos enseña como en los estados sureños americanos siempre ha permanecido vivo el recuerdo a sus héroes y que- pese a perder la guerra- en ellos permanece muy vivo el sentimiento de que las personas de color son inferiores y de que existe una «supremacía blanca»

A finales del siglo XIX por su solidez y bonito color uniforme, el granito se convirtió en un material de construcción muy codiciado. En 1869, se comenzó a explotar el granito de la montaña Stone Mountain por la empresa Stone Mountain Granite y Railway Co que fue utilizado en los escalones del Capitolio de los Estados Unidos y en las esclusas del Canal de Panamá.
Samuel Hoyt Venable compró en 1887 esta montaña y en su cantera los trabajadores extraían diariamente casi 200,000 bloques de pavimentación de granito, pero la idea de usar su montaña como el lugar para edificar un monumento se debe a John Temples Graves editor del periódico Atlanta Georgian que el 14 de junio de 1914 escribió un editorial en el mismo argumentando que el Sur merecía hacer un monumento a sus héroes y que la Stone Mountain era el lugar más adecuado para esculpirlo.

Entre los ciudadanos del Sur que leyeron el editorial de Graves se encontraba una mujer llamada Caroline Helen Jemison Plane miembro de una organización llamada UDC: Hijas Unidas de la Confederación (United Daughters of the Confederacy) fundada en 1895 por un grupo de mujeres sureñas , a las que unía el deseo de honrar a los héroes militares de la Confederación. A sus 85 años, aquella señora Plane luchaba apasionadamente por honrar el recuerdo de su marido, un médico del ejército de Lee en el norte de Virginia, muerto en Gettysburg y como presidenta de la división de Atlanta de la UDC sugirió hacer una escultura en honor de los soldados confederados que murieron en aquella Guerra Civil.
En 1915 planteó la idea de que- como sugería Graves– el monumento debería de esculpirse en el Stone Mountain y así nació la Asociación Monumental Confederada de Stone Mountain (SMCMA) que en 1916 solicitó el apoyo del reconocido escultor Gutzon Borglum (que posteriormente ejecutaría las cabezas de los presidentes en el Mount Rushmore de Dakota del Sur)

La elección de la Stone Mountain para levantar aquel monumento no era una cosa arbitraria, ya que fue precisamente en esta montaña donde se había producido el renacimiento del Ku Klux Klan . En la actualidad el KKK no tiene ninguna entidad, pero en los inicios del siglo XX, la organización fundada en Tennessee tras el final de la Guerra Civil americana era un grupo muy importante. El KKK ya había sido ensalzado por escritores como Thomas Dixon que en sus novelas The Leopard’s Spots (1902) y The Clansman (1905) consolidaba su imagen como una organización noble que había salvado al sur de la tiranía y de la corrupción de los negros unidos a los republicanos del norte. El cineasta DW Griffith, nativo de Kentucky-cuyo padre había luchado con la Confederación- decidió adaptar las novelas de Dixon en una gran película muda titulada: El nacimiento de una nación
El film fue estrenado en el año 1915 y un sureño conocido popularmente como «Doc» o «el Coronel« llamado Wiliam J. Simmons aprovechó el tirón de aquella película y decidió revivir el viejo Klan del siglo XIX consiguiendo ser reconocida su iniciativa por una carta oficial del estado de Georgia. Tras esto solicitó a Samuel Venable (que simpatizaba con sus ideas) que le concediera el derecho a celebrar reuniones a perpetuidad de su grupo en la montaña Stone Mountain de su propiedad, y el 25 de Noviembre de 1915, noche de Acción de Gracias, organizó a 34 hombres, que serían el núcleo del nuevo Klan que se reunieron en la montaña y quemaron una gran cruz proclamando la supremacía blanca. Eran los nuevos Caballeros del Ku Klux Klan.
El dinero de Klan ayudó a financiar el proyecto de este monumento y- de hecho- la primitiva idea de la señora Plane fue la de poner en el mismo a unas figuras del Ku Klux Klan. Una vez que Gutzon Borglum fue elegido como escultor en 1915, ella le escribió esta sugerencia de diseño.: “Siento que el Klan que nos salvó de la dominación de los negros se debe inmortalizar en el Stone Mountain. ¿Por qué no representar a un pequeño grupo de ellos con su uniforme nocturno aproximándose en la distancia? ”
A Gutzon Borglum -que más adelante tallaría a los cuatro presidentes estadounidenses del Monte Rushmore de Dakota del Sur- la idea le pareció muy bien y planteó un diseño extremadamente elaborado en un informe que se acompaña en este enlace . Así empieza su fantasioso informe tras visitar aquella Stone Mountain
«Comenzando a la derecha del precipicio cerca de la cumbre y barriendo hacia abajo, a lo largo de una distancia de 1,350 pies se grabará en relieve un Panorama que represente a los ejércitos Confederados que se movilizan alrededor de sus líderes. En la parte superior estará la artillería, que aparecerá en la cima como si viniera del otro lado, y que se desplomara sobre el precipicio hacia la izquierda, en una procesión real de hombres, armas y caballos. A la izquierda de estos estará la caballería confederada en pleno avance. En el centro donde se precipitan las protuberancias, se esculpirá un grupo colosal que represente a los principales jefes de la Confederación, incluidos Jefferson Davis, Robert E. Lee, Stonewall Jackson y otros cuatro líderes del alto mando»
El mega-proyecto contemplaba una talla de 365 metros de largo en la que iría esculpida un ejército de confederados liderados por Robert E. Lee y con 700 figuras detrás . La monumental obra requeriría ocho años y 2 millones de dólares para completarse.
Con esta idea la SMCMA convenció a la familia Venable, dueños de la montaña, para que dieran el permiso para iniciar las obras y estas comenzaron en 1916 con Gutzon Borglum, como escultor principal y fondos procedentes del Ku Klux Klan

La Primera Guerra Mundial (1917-18) retrasó el proyecto hasta 1923 pero en 1925, Borglum después de más de un año de trabajo, solo había completado la cabeza de Lee. Ante este hecho, los gerentes del proyecto lo acusaron de falta de formalidad y decidieron despedirlo, presentaron cargos contra él por destruir sus modelos. Al final Gutzon Borglum tuvo que huir del estado de Georgia decidiendo dedicarse a esculpir el otro encargo del Monte Rushmore en las Black Hills de Dakota del Sur.

Tras él vino el escultor Henry Augustus Lukeman que se hizo cargo del monumento rechazando la talla del resto de la escultura de Lee que Borglum ya había iniciado y comenzando de nuevo el trabajo con el diseño actual de los tres jinetes.

El problema era que en 1916, Venable había otorgado un contrato de arrendamiento de 12 años para completar la talla, y el tiempo se había acabado. Además luego vino la Gran Depresión en la década de 1930, y todos estos inconvenientes afectaron a la talla de la obra que quedó inconclusa, pese a que en 1941, el gobernador Eugene Talmadge creó la Asociación Monumental Stone Mountain(SMMA) para continuar trabajando en el memorial. La entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial entre 1941 a 1945 volvió a retrasar las obras y no fue hasta la década de 1950 cuando volvió a revivirse el interés y la financiación para completar este gigantesco monumento de la Confederación.
El proyecto había estado detenido más de 36 años pero en ese tiempo los estados americanos del sur se habían mantenido fieles a sus ideas de supremacía de la raza blanca y aunque la esclavitud había sido abolida tras la Guerra Civil de 1.861 a 1.865, ellos continuaron redactando leyes para garantizar los privilegios del hombre blanco en sus tierras . La Leyes de Jim Crow de 1.876 aprobadas en los antiguos estados de la Confederación privaron a la población negra de sus derechos civiles y les impusieron la segregación en los lugares públicos. En los años 30 empezó un apartheid para los llamados colored, bajo el concepto de “Separated but Equal” (Separados pero iguales) para evitar que el hombre blanco se “contaminara” por la influencia del hombre negro (colored men).

El punto de inflexión se produjo con la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en el Caso Brown contra el Consejo de Educacion que en 1954 declaró que aquellas leyes estatales del Sur que establecían escuelas separadas para estudiantes afroamericanos y blancos negaban la igualdad de oportunidades educativas. Esto inició el movimiento por los derechos civiles y los segregacionistas pusieron de nuevo su empeño en que el Confederate Memorial Carving sirviera como recordatorio de la supremacía blanca. Con la marea creciente del activismo afroamericano se reavivó un amplio interés en el Sur en los símbolos de la Confederación y una nueva “reacción blanca” surgió al año siguiente (1955) cuando llegó Marvin Griffin, elegido 72 º gobernador de Georgia entre 1955 y 1959, que apoyó la segregación educativa oponiéndose a la integración racial en las escuelas de Georgia.

Con este hombre se revitalizó el viejo proyecto de aquel gigantesco monumento y compró la montaña Stone Mountain con dos millones de dólares provenientes de fondos estatales, creando la Asociación Stone Mountain Memorial para gobernar el parque público allí construido con inversiones privadas. Se comenzó a recaudar fondos de nuevo para acabar la obra y la talla se reanudó en julio de 1964 con su tercer escultor principal, Walter Kirtland Hancock. Roy Faulkner completó finalmente la talla de este memorial en 1972 ocho años después
El Confederate Memorial Carving, es el bajorrelieve más grande del mundo pero también una escultura muy polémica por su vinculación al Ku Klux Klan y por ser un testimonio del legado perdurable de la supremacía blanca. Se trata de un símbolo para quienes niegan los derechos civiles a los hombres de color y este gran monumento confederado sigue siendo un enorme reclamo turístico en Georgia. No obstante la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) defiende la conveniencia de derribar todos los monumentos de la Confederación. y se ha avanzado mucho en esta tarea. En el año 2017 la alcaldesa de Baltimore Catherine Pugh ordenó que se retiraran los monumentos de la Confederación en esta ciudad, aunque al amparo de la oscuridad después de que estallase la violencia durante un mitin contra la eliminación de un monumento similar en la vecina Virginia.
Trabajadores retirando el monumento de Robert E. Lee y Thomas J. «Stonewall» Jackson en Baltimore (ImagenDenise Sanders / The Baltimore Sun, a través de Associated Press
También Nueva Orleans en una votación del Concejo Municipal de 2015 a propuesta de su alcalde Mitch Landrieu eliminó sus cuatro estatuas de la Confederación
Retirando una estatua del general confederado Robert E. Lee en el Lee Circle de Nueva Orleans.
Scott Threlkeld / AP
Pero el que los Estados Unidos combata su historia de racismo eliminando los simbolos que lo representan hace plantear una pregunta: ¿Stone Mountain tiene los días contados? Pues los llamamientos para eliminar el monumento confederado más grande del planeta se siguen multiplicando, pero la cosa no pinta fácil que esta gran talla desaparezca porque una cosa es quitar una estatua y otra eliminar una obra gigantesca incrustada 13 metros en la roca viva de granito de una montaña,
Fuentes:
– American Studies. Universidad de Virginia
– Carved in Stone: The History of Stone Mountain By David B. Freeman
Smithsoniam : What Will Happen to Stone Mountain, America’s Largest Confederate Memorial?
Splcenter : Stone Mountain: A Monumental Dilemma