La «arquitectura dinámica »

A lo largo de la historia se han atribuido al Sol diferentes y curiosas propiedades médicas, dando origen a una disciplina médica llamada «helioterapia». Herodoto, Hipócrates y Avicena fueron célebres médicos que aconsejaron el tomar baños de sol para mejorar la salud y aunque esta sana costumbre cayó en desuso en la Edad Media resurgió en el siglo XIX evolucionando hacia teorías higienistas que pusieron de moda esta sana práctica.

A finales del siglo XIX Europa estaba azotada por aquella enfermedad conocida como la “peste blanca” – nombre con el que se calificaba a la tuberculosis– y aunque el bacilo responsable de aquella enfermedad ya había sido identificado en el año 1882, por Robert Koch que lo denominó como Mycobacterium tuberculosis, en aquellos tiempos aún no existía una cura farmacéutica para esta enfermedad y el tratamiento recomendado era el de trasladar a los pacientes a lugares donde el aire estuviera limpio y seco para tomar “baños de sol”.

Sanatorio en Waiblingen cerca de Stuttgart

Así fue como surgió la terapia de las «curas por el Sol» y en la década de 1870 en los Alpes suizos se introdujo un nuevo tipo de edificio: «el sanatorio» con balcones y verandas orientados al sur para permitir a los pacientes poder tomar baños de sol

El origen de la «arquitectura dinámica» surgió de aquellos viejos métodos médicos que aconsejaban el tomar baños de sol para mejorar la salud y la misma se inspiró en la naturaleza, que ya había inventado un «método para seguirlo». Concretamente el girasol (helianthus annuus) es una planta que lleva en su nombre el propósito de su vida: rotar en busca del Sol para desarrollarse y sus ejemplares jóvenes poseen una propiedad conocida como “heliotropismo” que es la capacidad de orientar sus órganos (hojas, tallos y flores) en dirección perpendicular o paralela a los rayos solares moviendo cada día, sus cabezas florales hacia este astro al que siguen en su ruta de este a oeste.

¿Cómo puede el girasol hacer tal cosa? En el vídeo anterior se presenta una sencilla explicación de este proceso hecha para niños. La planta cuenta con un sistema hidráulico orgánico (llamado pulvino) que cambia la presión del agua en la base de su tallo según el ángulo de la luz solar. Así, durante el día el mismo usa sus células motoras para elongar el lado más alejado del Sol, e inclinar las hojas y las flores inmaduras hacia el astro. Durante la noche, el otro lado del tallo se expande y empuja las hojas y las flores de nuevo hacia el este para que enfrenten de nuevo al Sol al amanecer.

Imitando a los girasoles surgió el concepto de los «edificios dinámicos» o móviles ( «edificios cinéticos» ) que eran capaces de rotar para seguir su movimiento y el primero de ellos fue un edificio rotario diseñado por Thomas Gaynor en 1908.

Primer edificio rotario diseñado por Thomas Gaynor en 1908

Su creador lo patentó con fecha 4 de Agosto de 1908 con el número de patente 895.176 y en la descripción de la misma se especificaba que se trataba de un edificio con una base rotativa provista de medios para su rotación aunque nunca fue construido.

Aquella idea de «casa giratoria» de Thomas Gaynor fue copiada en 1909 por los británicos que erigieron unas pequeñas chozas montadas sobre plataformas giratorias, de modo que podían orientarlas de manera óptima a lo largo del día para que la exposición al sol de los pacientes pudiera aumentarse aún más, surgiendo unos prototipos de cabañas con base giratoria para dos personas que eran usados para tratar a pacientes con tuberculosis en el City Hospital, de Edimburgo en 1909.

Cabaña giratoria de dos personas para pacientes con tuberculosis. Colecciones especiales del Archivo de Servicios de Salud de Lothian

En la foto podemos ver a una de aquellas cabañas giratoria para dos pacientes ubicada en los terrenos del Hospital Municipal de Enfermedades Infecciosas de Edimburgo. Este tipo de cabañas giratorias se popularizó bastante hasta el punto de que terminaron usándose fuera de su función médica por algunos personajes como el escritor George Bernard Shaw y el sexólogo Havelock Ellis que las emplearon como ‘cabañas de escritura‘.

George Bernard Shaw en su ‘cabaña de escritura’
Diseño de la Cabaña de George Bernard Shaw. «Shaw’s Corner» en Hertfordshire, Inglaterra.

Pero quien realmente desarrolló una «arquitectura dinámica» para «buscar al sol » fue un médico francés llamado Jean Saidman, que desarrolló un tratamiento basado en el uso de las radiaciones ultravioleta para combatir la tuberculosis, el reumatismo y otras enfermedades óseas al que llamó «actinología». Nacido en 1897 en Falticeni, Rumania, adoptó la nacionalidad francesa en 1919 y combatió con el ejército francés que lo condecoró con la Medalla Militar y la Cruz de Guerra. En 1921 se convirtió en el médico más joven de Francia presentando una tesis doctoral en la que proponía una serie de tratamientos médicos basados en el uso de las radiaciones solares desarrollada en su obra clave de 1925 denominada “Les Rayons ultraviolets et associés enothérapie” fundando el Institut d’Actinologie en París que estaba destinado a proporcionar aquellos tratamientos médicos basados en la exposición a la luz solar.

Jean Saidman, director del laboratorio de actinología de Aix-les-Bains, 1930-1936.
Foto: André Kertész. Ministerio de Cultura (Francia), Biblioteca multimedia para la arquitectura y el patrimonio, difusión RMN-GP.

Para seguir con sus investigaciones el doctor Jean Saidman inventó un «edificio cinético» al que denominó «solárium »El mismo se movería- igual que los girasoles- para buscar al sol y seguir su movimiento con la finalidad de conseguir el máximo de radiación solar para el tratamiento de pacientes con tuberculosis, enfermedades óseas y reumatismo. Eligió la ciudad de Aix-les-Bains en el este de Francia para construirlo, porque aquel lugar ya era célebre por sus aguas termales y allí viajaban muchas personas para ser tratadas de problemas óseos y reumáticos.

Primer boceto de 1929 del solárium de Jean Saidman

Para desarrollar su idea se puso en contacto con un arquitecto llamado André Farde que le diseñó los planos de aquel edificio que una vez terminado fue patentado por el doctor Saidman con el número de patente FR680179A

Gráficos de la patente de Jean Saidman FR680179A: Solarium orientable pour héliothérapie et actinothérapie

Jean Saidman convenció a algunos inversores locales entre los que se encontraban Louis Blanc, Marcel Bouvier, Marc Chevallier, Louis Duvernay, Jacques Forestier, François Gaillard y Joseph Lelong para obtener la financiación de su proyecto y una vez obtenida la misma y conseguidas las autorizaciones pertinentes inició la construcción de su solárium en una colina de Aix-les-Bains que dominaba la ciudad conocida como La Roche du Roi. Aquel solárium ya no existe y solo quedan algunas imágenes antiguas del mismo

La construcción estaba basada en una base de cemento armado sobre la que se erigió un cajón octogonal inclinado revestido de tejas diamantadas bicromáticas. En esta parte intermedia de 11,5 metros de altura se ubicaban la sala de espera, el consultorio médico y una sala de radiología y desde allí un ascensor y una escalera permitían subir a una plataforma móvil que a 16 metros de altura ubicaba las salas de tratamiento.

Aquella plataforma de 80 toneladas con 25 metros de largo por 6 metros de ancho giraba para seguir el recorrido del sol, desplazándose sobre un sistema de rodillos montados sobre raíles que eran movidos por un motor. En su espacio central se situaban los médicos que monitoreaban cinco salas a cada lado destinadas a los pacientes (diez salas en total). El tratamiento era caro y solo podía ser pagado por pacientes con un alto poder adquisitivo que se instalaban allí durante largas temporadas para curarse de la tuberculosis, el raquitismo o, simplemente, para hacer desaparecer algunas lesiones de la piel.

Vista desde una de las alas del solárium de Aix-les-Bains
Habitación de tratamiento del solarium móvil de Aix-les-Bains. Fuente: Sublime Visions: Architecture in the Alps. Por Susanne Stacher.

Cada habitación estaba equipada con una cama basculante que permitía colocar a los pacientes verticalmente para recibir los rayos del sol. En aquellas camas reclinables se colocaba a los mismos bajo unas lentes de 1,6 m2 que- según afirmaba el Dr. Saidman, permitían “ captar cantidades considerables de rayos ultravioleta invisibles, con una potencia luminosa equivalente a más de 5 millones de velas, y una energía calorífica muy apreciable«. Y no solo eso, para hacer más efectivo el tratamiento, y en los días lluviosos o nublados, cuando no era posible tomar el sol se recurrían a fuentes de luz artificiales (infrarroja y ultravioleta) mediante lámparas de arco polimetálico y lámparas de infrarrojos.

No sabemos si alguno de los pacientes del Dr. Saidman desarrolló algún efecto cancerígenos por las enormes exposiciones a la radiación solar pero aquel médico manifestaba haber desarrollado un método para definir el tipo de rayos solares que necesitaba cada paciente, y también se jactaba de saber controlar la intensidad y el tiempo de radiación solar con pruebas sensitométricas que consistían en una serie de irradiaciones previas para definir la insolación más propicia para cada paciente

Solárium de Vallauris-Le-Cannet

Jean Saidman quería crear un complejo de soláriums en Francia y construyó otro parecido en Vallauris-Le-Cannet (Francia, Alpes Marítimos) que fue inaugurado en febrero de 1935 y del que asumió su dirección hasta que los conflictos sociales de 1936 suspendieron el apoyo de las autoridades políticas locales a su proyecto lo que lo obligó a abandonarlo en 1937, siendo destruido en 1942.

El solarium rotativo de Jamnagar en la India. Imagen M. P. Shah Medical College.

Solo queda uno de aquellos grandes «edificios cinéticos» y es el que se construyó en 1934 en Jamnagar (India, Gujara) en honor del Maharaja Jam Ranjitsinhjii para el 25 aniversario de su reinado unido al Ranjit Institute of Poly-Radio Therapy de Jamnagar. Es el único que sigue en pie de aquellos grandes solariums que como «girasoles gigantes» seguían al sol. El mismo no funciona desde 1996 porque desde que en 1946 Selman Waksman descubrió el potencial antibiótico de la estreptomicina, para el tratamiento la la tuberculosis, aquellos soláriums quedaron obsoletos como instituciones médicas.

En la Segunda Guerra Mundial y durante el período de ocupación de Francia el primer solarium de Aix-les-Bains fue requisado por las tropas alemanas y convertido en hospital en 1943. Al final de la contienda el Dr. Saidman intentó reanudar las actividades del mismo pero tras su fallecimiento en Aix-les-Bains el 6 de julio de 1949 de un infarto, su esposa intentó seguir con la actividad, y la falta de clientes lo forzó a cerrarlo definitivamente en 1950. A partir de ese año aquella gran obra fue abandonada y pasto de los saqueos y tras un incendio el terreno que ocupaba fue vendido por las hijas del Dr. Saidman el 15 de septiembre de 1965 siendo definitivamente desmantelado.

Tras las experiencias de los soláriums, en las décadas de 1930 y 1940 resurgió de nuevo el interés por el «culto al sol» y arraigó de nuevo la idea de construir edificios rotativos. En este contexto Angelo Invernizzi un arquitecto e ingeniero italiano diseñó una atrevida villa construida entre 1929 y 1935 en las colinas de Marcellise, provincia de Verona (Italia), que puede considerarse como la más antigua casa giratoria de la historia

Angelo Invernizzi (1884-1958)

La denominaron Villa Girasole (Girasole significa en italiano «que gira alrededor del sol”) y con 40 metros de altura, se erigía en el paisaje circundante como un faro. Se trata de la primera casa de «arquitectura dinámica» del mundo, con un cuerpo circular fijo, donde descansa la parte giratoria en forma de V, que opera alrededor de una escalera con ascensor.

Villa Girasole Marcellise, Italy. 1935
Architect: Angelo Invernizzi

Invernizzi ya tenía algo de experiencia en mecanismos rotativos, porque había diseñado una estación de refrigeración rotativa para frutas y verduras en Verona, pero fue mucho más lejos en su Villa Girasole porque su proyecto consistía en que una edificación de 1.500 toneladas (que representa un volumen de 5.000 m3) girase 360º sobre sí misma para «seguir al Sol». Con la colaboración del arquitecto Ettore Fagiuoli Invernizzi desarrolló un ingenioso sistema formado por dos plantas en forma de L con una torreta en medio de 42 metros de altura. Esas dos partes están unidas por el centro con un elemento pivotante de 3 rieles circulares de 44 metros de diámetro conectados a la cubierta de la base del edificio en donde un grupo de 15 ruedas hacen girar al edificio superior.

Planos de la casa Fuente

La energía para el desplazamiento la proporcionaban dos motores diesel que desplazaban las ruedas a una velocidad de 4 mm por segundo, permitiendo una rotación completa de la casa en 9 horas y 20 minutos.

Rieles sobre los que se desplazaban las ruedas para girar la casa

La familia de Invernizzi y sus herederos Lidia y Lino continuaron viviendo y cuidando de aquella villa, pero tras su muerte en 2012, la casa fue vendida a la Fundación Cariverona y aunque actualmente la vivienda se encuentra en buenas condiciones, desde el año 2000 ya no puede girar porque se ha hundido el terreno y esto ha deformado los rieles de desplazamiento

Proyecto Sahade de casa giratoria

El siguiente edificio construido expresamente para «seguir al Sol» lo desarrolló Abdón Sahade, un inmigrante sirio que llego a Argentina en el año 1904 en donde se dedicó al negocio textil. Aunque nunca fue a la Universidad ni hizo estudios superiores de ingeniería o arquitectura era un hombre autodidacta que realizó diversos proyectos y diseños y uno de ellos fue el de su casa de planta circular que podía girar 360º para seguir el recorrido del sol. Abdón la diseñó para vivir en ella porque quería tener siempre luz natural en cualquier estancia.

Esta casa empezó a ser construida en la ciudad de Córdoba (Argentina) en el año 1947 y tardó 4 años en completarse. El 10 de julio de 1951 comenzó a girar sobre su propio eje y tras terminarla Sahade decidió patentarla el 27 de octubre de 1952, con el número 86663 y el siguiente título: “Sr. Abdón Sahade, propietario, dueño e inventor del primer sistema giratorio aplicado a una casa”.

Imágenes de la patente

En realidad, aquel proyecto no era el primer sistema giratorio para una casa (recordemos el de “Villa Girasole” de 1935) pero asombra que una persona sin estudios fuera capaz de diseñar una obra que fue calificada en su día como “la vivienda del futuro”.

La casa giratoria de Sahade construida entre 1947 y 1951

Se trataba de una casa redonda con una planta de un diámetro de 13 metros (aproximadamente 132 metros cuadrados de superficie) con sala de estar, comedor, dos baños, cocina, despensa y dos dormitorios y que era capaz de girar 360º sobre sí misma. Sus 180 toneladas descansaban sobre una estructura metálica bajo la que estaba situado el mecanismo de giro (hecho con rieles y ruedas de ferrocarril apoyados en pilotes de hormigón para llevar los esfuerzos al terreno). El movimiento se conseguía con dos motores trifásicos de 3 caballos de potencia provistos de una caja reductora con un sistema de poleas y engranajes para girar la casa. Abdón coloco una palanca en su dormitorio con la que activaba este movimiento de giro en ambos sentidos.

Base metálica de la casa giratoria. (Archivos del diario La Voz/)

La casa era capaz de completar un giro completo en 55 minutos- una velocidad suficiente para seguir el recorrido del sol, pero lo suficientemente leve para no molestar a los habitantes de la casa- incluso en movimiento, la misma mantenía activos todos sus servicios (electricidad, agua corriente y sanitaria) sin ningún tipo de inconveniente. El suministro eléctrico llegaba al sótano hasta unos patines unidos a una pieza de cobre circular que giraba con la casa misma con lo que se conseguía que, fuese cual fuese la posición de la casa, siempre llegase energía eléctrica. El abastecimiento de agua llegaba por una tubería alojada en el eje central de la casa con una pieza de goma que permitía el movimiento y las tuberías de desagüe estaban fuera del eje, e iban a unas pieza en forma de embudo que desaguaba de forma convencional

La casa fue una atracción turística en el barrio de Nueva Córdoba, donde se ubicaba (en la esquina formada por las calles Paraná y San Lorenzo) pero en el año 2002 se aprobó una ordenanza municipal para demolerla con el objeto de levantar la torre Elysee. Frente a este escenario, distintas fuerzas se pusieron en acción para no perder aquella pieza de ingeniería única en el mundo y el 22 de abril de 2004 se inició la mudanza de casa Sahade al barrio General Paz donde se encuentra el Museo de la Industria. Allí se reinauguró el 2 de septiembre de 2008 y en la actualidad se puede visitar esta vivienda funcionando como lo hacía antiguamente

Traslado de la casa giratoria por el centro de la ciudad de Córdoba. Fuente: Archivos diario La Voz

Los modernos «edificios dinámicos» se han inspirado de alguna forma en aquella vieja “Villa Girasole” de los años 30 construida por Angelo Invernizzi y existen algunos muy curiosos como aquel carrusel futurista en la zona desértica de Snow Creek, de las afueras de Palm Springs construido en 1963 por el empresario de Los Ángeles, Floyd D’Angelo a la que llamó «The D’Angelo House» y en el que estuvieron los Beatles en su gira de Los Ángeles de 1965

«The D’Angelo House». Snow Creek, Palm Springs

Y uno de los últimos ejemplo de las modernas casa giratorias que «buscan el sol » lo tenemos en la que levantó el arquitecto Roberto Rossi cerca de la ciudad de Rímini, en el noreste de Italia también diseñada para girar 360 grados en ambas direcciones en torno a su eje

Pero no todos los proyectos de edificios que «siguen al sol» han seguido al modelo clásico de las casas tipo Villa Girasole o Proyecto Sahade . De hecho ha habido algunos que han rozado el surrealismo y el mejor ejemplo es una casa llamada Flying House , construida por un constructor de edificios jubilado llamado Annunzio Lagomarsini (1932 – 2018), en el bonito y pequeño pueblo de Castelnuovo Magra, en la provincia de La Spezia (Italia),

La Flying House de Annunzio Lagomarsini

Esta casa- que nunca incluyó una fase de diseño- porque la idea de su creador nunca fue patentada tiene 110 m2 distribuidos en dos plantas con dos amplias terrazas y la particularidad de que podía subir, bajar, girar 360 ° sobre sí misma, deslizarse sobre raíles e incluso doblarse y todo controlado por un único panel de control eléctrico que se ubicaba en la base de aquel edificio que- desprovisto de cimentación- descansaba sobre una estructura de «tijera» de 4,20 metros de altura. Al activar su mecanismo de elevación, la casa se elevaba otros a 4,20 metros sobre el suelo, y ascendía hasta los 8,40 metros desde el primer piso, más otros 2,70 metros desde el segundo piso desde cuyas ventanas se alcanzaban los 11,10 metros sobre el suelo. También se movía hacia adelante y hacia atrás 12 metros en una pista y era capaz de rotar 360˚ sobre sí misma en 45 minutos.

Annunzio Lagomarsini frente a su casa

En esta extraña casa vivió Annunzio con su esposa Emilia durante 13 años, entre 1994 y 2007. Después se dedicó a mantenerla pero en el año 2012 un accidente hizo que estallaran pistones y motores y actualmente la misma ya no puede ni subir, ni bajar y solo se la puede ver en estado de reposo.

El futuro nos llevará mucho más allá porque ya hay proyectos en marcha para construir gigantescos rascacielos dinámicos que también girarán «buscando el sol » Por ejemplo, la Dynamic Tower de Dubái diseñado por el arquitecto David Fisher, será un rascacielos de 420 metros de altura donde cada planta podrá rotar por sí sola, con independencia de las demás en un giro completo de 90 minutos. Nunca terminaremos de maravillarnos del ingenio humano en este tema de la «arquitectura dinámica» que busca los rayos del astro rey.

Fuentes:

Les soláriums de Jean Saidman

Hidden Architecture. Villa Girasole

La casa giratoria de Sahade

Philip Steadman Blog

Un comentario

  1. Enjoyed examining this, very good stuff, thankyou.

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