La teoría de los Biorritmos

Todos nos hemos preguntado alguna por qué, algunos días nos encontramos bien y otros nos encontramos mal, sin haber hecho nada especial para conseguirlo. Existe una teoría que intenta dar una respuesta a este contrasentido y es la «teoría de los biorritmos«. Se trata de una herramienta que se emplea en algunas ciencias del comportamiento (Behavorial Sciences) que tiene grandes defensores, aunque también muchos detractores. Los primeros se basan en unos supuestos «ciclos naturales de energía» del ser humano y los segundos la cuestionan considerándola una «pseudociencia» basada en la numerología, que carece de pruebas científicas sólida para fiarse de su poder predictivo . En este articulo no tomaré partido ni por unos ni por otros pero si os contaré algunas cosas sobre esta curiosa teoría.

La palabra «biorritmo» se compone de las palabras griegas βίος [bíos], que significa « vida » y ῥυθμός – rhythmos, que significa «ritmo constante o periódico ». Se trata pues de una teoría que se basa en la medición de unos ciclos de la vida del hombre denominados como «físico«, «emocional» e «intelectual» y la misma presupone que tenemos unos «relojes internos» en nuestro cuerpo que miden estos ciclos.

Los partidarios de esta teoría nos dicen que esos tres ciclos empiezan su conteo el día de nuestro nacimiento y que lo continúan haciéndolo a lo largo de toda nuestra vida. El primero de estos relojes supuestamente regula un ciclo de 23 días; el segundo otro de 28 días y el ultimo uno de 33 días llamados, respectivamente: físico, emocional e intelectual.

Nos añaden que la actividad humana es el resultado de múltiples combinaciones de procesos químicos que marcan la vida, y que nuestras glándulas endocrinas suelen tener un funcionamiento fluctuante con altibajos regulares, de modo que determinadas funciones de nuestro organismo «a veces van bien y otras veces van mal». Como antes dijimos, esta teoría presupone que cuando nacemos, tenemos nuestra energía en un nivel estable, y conforme pasa el tiempo, la misma va pasando por periodos de abundancia y escasez. Así se llegó a una representación gráfica de estos ciclos biorrítmicos por medio de unas ondas sinusoidales que empezaban de cero, el día de nuestro nacimiento y que comienza a elevarse, primero en una fase positiva para luego descender a una fase negativa

Como curiosidad añadiré que estas curvas, borritmicas al irse desplazando a lo largo del tiempo, las tres vuelven al punto cero a los 21.253 días de vida (aproximadamente cuando cumples 58 años). En ese día, las tres curvas volverán al punto de partida y tu cuerpo se encontrará en el mismo punto de partida “energético” del día en que naciste.

La historia de los Biorritmos se remonta al año 1729, cuando el físico francés Jean Jacques d’Ortous de Mairan observó que una planta llamada mimosa pudica abría sus hojas durante el día y las cerraba durante la noche. Parecía claro que aquella planta «reaccionaba a la luz» con algún tipo de movimiento reflejo, pero a Mairan se le ocurrió encerrar a aquella planta en un armario oscuro y pudo comprobar que la misma continuaba abriendo y cerrando sus hojas sin ningún tipo de estímulo lumínico. A partir de ahí se abrió la posibilidad de suponer que los seres vivos podríamos poseer alguna especie de «relojes biológicos» endógenos.

En 1.887 un médico altamente respetado de Berlín llamado Dr. Wilhelm Fleiss, que también era paciente de Sigmund Freud identificó lo que en la teoría de los biorritmos se llaman los ciclos «físico» y «emocional»

Fliess había comenzado a recopilar estadísticas sobre la ocurrencia periódica de fiebre, y enfermedades de la infancia en sus pacientes y con estas estadísticas en mano, creyó haber detectado unos ritmos fundamentales para la vida del hombre observando que existían ritmos de 23 y 28 días en muchos de sus pacientes de forma regular en cierto número de fenómenos, incluyendo nacimientos y fallecimientos. Como él creía que el hombre era bisexual por naturaleza,y que todos los seres humanos estábamos compuestos de elementos «masculinos» y «femeninos» decidió llamar al ciclo de 23 días «ciclo masculino» (porque influía en la fuerza, resistencia y vitalidad) y al ciclo de 28 días «ciclo femenino» (porque coincidía con el ciclo menstrual medio de la mujer) y gobernaba la sensibilidad, la intuición, el amor y la creatividad. Su Idea creó una considerable controversia y aunque la mayoría de los científicos aceptaron el hecho de que los estados físicos y emocionales del hombre están en un flujo constante, no todos estuvieron de acuerdo en que estos cambios estuviesen influenciados por ciclos biológicos regulares del hombre que comenzaban con su nacimiento.

Sigmund Freud, mostró gran interés y admiración por las teorías de Fliess, y ambos llegaron a ser amigos muy cercanos. Hay ciento ochenta y cuatro cartas de Freud a Fliess sobre este tema, pero, desafortunadamente, las respuestas de Fliess a Freud se han perdido. Posteriormente, y a principios del siglo XX el Dr. Alfred Teltscher, un profesor de ingeniería de la Universidad de Innsbruck, llegó a la conclusión de que los días «buenos y malos» de sus estudiantes seguían un modelo rítmico de 33 días,por lo que sacó la conclusión de que la capacidad mental del cerebro humano y su habilidad para absorber información corría en ciclos de 33 días. Así fue como nació el tercer ciclo llamado «Biorritmo intelectual«.

Explicaremos ahora someramente que es lo que dice la teoría de los biorritmos. Según la misma, en la fase positiva de sus ciclos, nuestra energía y capacidades son altas; luego de alcanzar un máximo, cada ciclo desciende gradualmente, cruzando el punto cero, y entrando en una fase negativa. En esta fase se reducen nuestras energías y capacidades, y cuando alcanzan un mínimo, vuelven a ascender hasta completar el ciclo. Por tanto cada ciclo del biorritmo se compone de dos semiciclos, uno positivo y otro negativo, ambos de la misma duración.

El ciclo físico afecta al cuerpo, e influye en la coordinación, la fuerza y la resistencia. En los 11 días y medio de su fase positiva aumenta nuestra fuerza y capacidad y en los 11 días y medio de su fase nos faltará energía .El ciclo emocional afecta a la sensibilidad y a las emociones y en los 14 días de su fase positiva estaremos más creativos e intuitivos, mientras que en su fase negativa de 14 días estaremos más sensibles, y decaídos. Finalmente, el ciclo Intelectual influye en nuestra memoria y capacidad de razonar y en su fase positiva de 16 días y medio aumentará nuestra capacidad para los estudios y todo lo que requiera atención y concentración, mientras que en su fase negativa de otros 16 días y medio nos sentiremos embotados mentalmente.

¿Y para qué sirve todo esto? Pues según los defensores de los Biorritmos es importante que sepamos cada día «en qué punto» nos encontramos de cada uno de estos ciclos. Nos afirman que deberíamos de considerar que en los periodos en que tenemos la fuerza de los tres ritmos en su fase positiva, al tener mas caudal energético, podremos hacer los trabajos que requieran mas esfuerzo y concentración, mientras que en las fases negativas de esos ciclos, estaremos mas débiles y expuestos a problemas o accidentes, pero aún hay mas: también nos dicen que existen unos periodos tremendamente inestables que son los llamados «días críticos» y que coinciden cuando en ese día un ciclo cruza el punto cero y cambia de positivo a negativo. Los «biorritmistas» afirman que en ese día nos pasa lo mismo que lo que le sucede a una bombilla eléctrica cuando cambiamos su estado de encendido a apagado y que a veces puede fundirse. Por tanto y siempre siguiendo los consejos de los defensores de los Biorritmos, deberíamos de ser muy cuidadosos en estos días críticos porque en los mismos ese «cambio de flujo» aumenta nuestra inestabilidad.

También nos dicen que cuando hay un cambio de una fase positiva a otra negativa en un Biorritmo, tenemos un punto de inflexión y eso puede llevarnos a situaciones en la que podríamos errar por exceso de confianza en nuestras propias fuerzas e incurrir en imprudencias. Como nuestro organismo está bajo de energía, disminuyen sus reflejos y eso incrementa el riesgo de accidentes. Resumiendo: que en los días críticos parece ser que estamos mas predispuestos a la toma de decisiones precipitada y a cometer errores.

¿Creéis en todo esto? Pues os diré que la práctica de los biorritmos fue una actividad muy popular en los años 70 del pasado siglo, gracias a una serie de libros de Bernard Gittelson y que el trazar biorritmos para el uso privado se hizo tan popular en los Estados Unidos que en muchas áreas de ocio había incluso «máquinas para hacerlos». También se desarrollaron calculadoras de biorritmos portátiles como una llamada Casio Biolator

La paranoia llegó a tales extremos que un ex-piloto de la compañía aérea United Airlines confirmó que la misma usó los biorritmos hasta mediados de los años 1990. Actualmente todo esto ya está en desuso pero se comenta que la compañía japonesa, líder mundial en logística «Expreso de Nippon» aún usa los biorritmos en la actualidad para predecir los comportamientos de su personal

Fuentes:

Biorritmo

Cronobiología

Wilhem Fliess

2 Comentarios

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