Bueno pues parece ser que «los ángeles de la guarda» de la Infanta Cristina «siguen trabajando». El pasado jueves nos enteramos de que el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach registró un escrito en el juzgado de Palma que investiga el caso Urdangarin en el que sostenía a lo largo de 30 páginas, que NO EXISTEN INDICIOS DE DELITO en las actuaciones de doña Cristina en relación a los negocios de su marido y que, por tanto, no procedía su imputación en la causa. O sea que como dice el titular de la noticia el fiscal se pone la venda antes de recibir la piedra y decide «exculpar a la Infanta» incluso ANTES de que el juez pudiera tomar la posible decisión de imputarla. Absolutamente INCREÍBLE .
En este asunto sólo hay dos caminos. O «te amargas la vida» vomitando de indignación ante estas cosas o «te lo tomas a broma» y eso es exactamente lo que yo he decidido hacer. Hoy voy a dedicar mi post al «culebrón» que está tirando por los suelos la imagen de nuestra Casa Real y me voy a permitir hacer unas comparaciones entre las andanzas de este curioso matrimonio y la palabra española HUEVO que en el rico léxico castellano tiene bastantes más usos que los que da su propia definición de: «cuerpo redondeado que las hembras de algunos grupos de animales producen para protege a su embrión». De hecho, y dependiendo de muchas variantes fonéticas, del verbo, tiempo verbal o adjetivos que lo complementan podemos encontrar un rico acervo de frases castellanas relacionadas con el huevo. Veamos las similitudes entre «los huevos» y nuestro ilustre y real matrimonio.
Empecemos por «el complemento que acompaña al verbo usado con huevo«. Dependiendo de si lo usamos o no, el significado de la frase varía enormemente. Por ejemplo no es lo mismo decir la frase: “tiene huevos” que decir esa otra de que: “tiene huevos la cosa”. En la primera acepción estamos indicando «valentía y coraje» , mientras que en la segunda manifestamos nuestra sorpresa ante una noticia determinada.
Un buen ejemplo de la primera acepción es esta noticia en la que se nos dice que el juez don José Castro está siendo acosado, extorsionado y amenazado , pese a todo lo anterior este juez continúa con su celo en desliar la trama del marido de doña Cristina e imputarla por posibles y supuestos delitos fiscales. ¿Cómo podríamos calificar a este juez? Pues cómo un tío «QUE TIENE UN PAR DE HUEVOS»
En cambio si me entero de que a su Alteza doña Cristina, «La Caixa» le ha subido su sueldo casi un 200% en una década y en plena crisis económica no tengo más remedio que abrir mi boca con asombro y exclamar: » ¡ TIENE HUEVOS A COSA !»
Veamos otras acepciones. Si te dicen que una cosa “cuesta un huevo” te están indicando que la misma ha costado mucho, pero si usamos la expresión “¡ y un huevo !” lo que estamos dando a indicar es que nos negamos en rotundo a algo.
Veamos la primera acepción con doña Cristina y su marido . Si esta pareja se compra en el año 2004 una mansion de 1.063 metros cuadrados con servicios, de bodega, garaje para tres coches, jardín de 1.300 metros cuadrados y una con piscina exterior de 60 X 60 metros y paga por ella seis millones de euros y encima se gasta entre los años 2004 y 2010 otros tres millones de euros en reformar ese casoplón podemos decir con propiedad que el mismo les «HA COSTADO UN HUEVO» pero si los Duques de Palma quieren recuperar su inversión ganándose encima «otro milloncejo» y piden por su casa la friolera de diez millones de euros la cosa ya es para reírse y podemos decirles con propiedad que eso de que encuentren a alguien que les pague ese pastón por su casa nada de nada. O sea eso de « ¡ Y UN HUEVO ! »
Si elevamos el número de huevos a «mil pares» obtenemos otra expresión que también se relaciona con lo anteriormente dicho y es aquella que dice eso de que : “le costó mil pares de huevos”. Veámoslo con otro ejemplo. Si nuestra Infanta decide «fabricase una nueva vida» marchándose Ginebra para «poner tierra de por medio» entre España y Suiza y así tratar de evitar la situación insostenible en que se encuentra instánladose en un elegante ático de aquella elegante ciudad suiza y luego nos cuentan que esa decisión supone mantener a la infanta Cristina y sus cuatro hijos en Suiza con un coste de 480.000 euros anuales podemos decir con propiedad que la protección del acoso mediático a esta pareja «LE VA COSTAR A ESPAÑA MIL PARES DE HUEVOS»
Probemos ahora con el verbo “poner” añadido a la palabra «huevo«. Si decimos que “ponemos los huevos sobre la mesa” estamos indicando que retamos a alguien y que con osadía nos negamos a satisfacer sus pretensiones. Y también tenemos un estupendo ejemplo con doña Cristina, Infanta de España y séptima persona en la línea de sucesión a la Corona española. Cuando se rumoreó aquello de que podría ser obligada a renunciar a sus derechos dinásticos terminamos finalmente enterándonos de que se negó a renunciar a los mismos por lo que, en propiedad podemos afirmar de que a su regio padre «LE PUSO LOS HUEVOS ENCIMA DE LA MESA»
Otra variedad que cambia mucho el significado del uso de la palabra «huevo» es el tiempo verbal con que la utilizamos. Así, el tiempo presente o sea decir “me toca los huevos” indica que algo nos molesta o nos fastidia . En cambio el tiempo reflexivo, o sea decir : “te tocas los huevos” indica pereza y vaguería, y el tiempo imperativo o si decimos : “tócate los huevos” es una exclamación de sorpresa. Veamos algunos ejemplos
A mi «ME TOCA LOS HUEVOS» el enterarme de que la Infanta cobró un alquiler ficticio a Aizoon a través del cual desvió supuestamente más de treinta mil euros , sin embargo hemos descubierto que su ilustre marido «SE TOCABA LOS HUEVOS» y «no hacía nada» en sus buenos tiempos del Instituto Nóos porque tenia un ‘negro’ que se encargaba de redactar sus textos y reflexiones intelectuales. El nombre de aquel «negro»-según los correos electrónicos aportados al caso- era Iván Carballido Ezquerra y de su puño y letra,salieron muchos de los documentos que don Iñaki firmaba como propios, pero si el juez Castro y Hacienda me ‘airean el armario de la Infanta y afirma que se gastó casi treinta mil euros en compras de moda y en solo dos años, sólo se me ocurre soltar esta expresión: «¡TÓCATE LOS HUEVOS!»
Finalmente hay otra forma de presentar a los huevos como expresión de nuestro «límite de aguante» y es esta: «ESTOY HASTA LOS HUEVOS DE NUESTRA INFANTA»
- Fuente de la imagen
http://www.eldiario.es/vinetas/infanta_10_190830917.html
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Esto es un paripe mandoto para esconder toda la fortuna del Borbf3n capo en el extrnjero. Algo ased como si que hacemos justicia.Parecido en aquel del comite9 de empresa de RTVE en el cual pretendedan demostrar lo que nadie se cree ya: que el ente estatal era independiente infromativamente.Justo cuando la credivilidad del la informacif3n burguesa este1 por los suelos.Un delito que limpie ,que tape un verdadero esce1ndalo de la familia me1s holgazana del re9gimen Imperialista Espaf1ol.
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