El «Agüita amarilla»

Me estoy acordando de aquella agrupación musical de la movida madrileña que se llamaba «Los toreros muertos» que tenia una canción llamada «Mi Agüita Amarilla«.

El «agüita amarilla» era, naturalmente la orina del protagonista de la canción que después de haberse bebido mas de 40 cervezas, tenia, naturalmente, que expulsarla fuera de su cuerpo» . Decir que 40 cervezas son unos 13.2 litros de líquido en el cuerpo. Un poco exagerado ¿verdad?

Sin embargo el agua es el principal componente químico de nuestro cuerpo y representa cerca del 60% de nuestro peso corporal. Cada célula y cada sistema de nuestro organismo «depende del agua» y como la misma la perdemos también no sólo por la orina sino por la respiración, el sudor y las heces fecales debemos reemplazar la que perdemos. Pero ¿Cómo saber cuánta necesitamos ? Es una pregunta confusa y ya Stanley Goldfarb, un médico y profesor de medicina de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia contribuyó a aumentar nuestra confusión cuando primero dijo estas palabras: “No hay una evidencia clara de los beneficios de tomar mucha agua”, para a continuación agregar : “Tampoco hay una evidencia de que no tenga beneficios”. Eso es «explicarse con claridad.

Pero una cosa si que es cierta, y es que el agua es esencial para la salud humana pero, ¿cuánta agua tenemos que beber al día ? Siempre nos han dicho que lo aconsejable es tomar 8 vasos diarios y como un vaso normal tiene unos 250 ml resulta ser que “8 vasos” equivalen a unos dos litros de agua al día pero.. ¿pero de donde ha salido eso ?

Pues esta creencia fue inventada por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS por sus siglas en inglés) que es una corporación estadounidense cuyos miembros sirven pro bono como «consejeros a la nación en ciencia, ingeniería y medicina.». Al parecer en los años 40, la misma recomendó que se tomara un mililitro de líquido por cada caloría que consumíamos, y haciendo las matemáticas y para una dieta de 2,000 calorías esto equivalía a 2.000 x 1= 2.000 ml o sea 2 litros que son «esos 8 vasos de agua». Naturalmente la Academia Nacional de Ciencias tambien añadía que esta cantidad de líquidos podía provenir también del líquido que contienen los alimentos y que además, «no todas las personas necesitan consumir 2,000 calorías al día»

Es decir que eso de «los ocho vasos de agua» no tiene ninguna base científica y en el año 2011 Margaret McCartney, médico de familia de Glasgow (Escocia), escribió un artículo para la revista ‘British Medical Journal‘, donde dijo que el lema de ‘beber de seis a ocho vasos de agua al día para prevenir la deshidratación’ «no sólo no tenia sentido sino que se podía desacreditar rigurosamente» y para confirmar su tajante afirmación mencionaba algunos estudios publicados en revistas científicas en los que se afirmaba que «faltaban datos científicos sobre el beneficio de beber mucha cantidad de agua» . Más recientemente los nefrólogos Dan Negoianu y Stanley Goldfarb, de la Universidad de Pensilvania, en EE UU. especialistas en trastornos renales, analizaron, tambien si efectivamente beber ocho vasos de agua al día servia para eliminar las toxinas e incrementan la actividad de los órganos y según estos científicos, que publicaron sus resultados en la última edición del Journal of the American Society of Nephrology, no se sabe «de dónde surgió la citada recomendación de beber esos ocho vasos al día «.

Por eso y aunque la hidratación es importante, prueba a intentar beberte 8 vasos de agua al día y veras que la cosa no tan fácil ya que el agua entra en nuestro cuerpo por muchos medios (incluso por las cervezas del protagonista de aquella canción) y puedes estar perfectamente hidratado «casi sin beber agua»

Así es que la pregunta es: ¿Cómo podemos saber si nos estamos hidratando lo suficiente? Pues nuestro cuerpo que es muy sabio nos lo indica a través de nuestros ojos y nos dice que hagamos lo mismo que decían «Los Toreros Muertos». Es decir: QUE MIREMOS NUESTRA ORINA. El color de nuestra orina puede verse afectado si tomamos alguna medicación pero si no estamos enfermos y no tomamos medicamentos su color natural varía del amarillo muy claro hasta el amarillo oscuro y cuanto más hidratada se encuentre la persona, más clara será su orina. Una persona bien hidratada debería de tener una orina «casi transparente» y nuestra «agüita amarilla» debería de tener «lo menos posible de ese color».

Una orina marrón o de color amarillo oscuro normalmente es una orina extremadamente concentrada debido a la poca cantidad de agua que el cuerpo tiene para diluirla y en ese caso, y aunque no tengas sed, deberás revisar la cantidad de agua que tomas. Más claro el agua

4 Comentarios

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    Manolo, es un estudio muy interesante, los buenos consejos siempre son vbiem recibidos y más. si vienen de un buen amigo, que se preocupa por tus cosas y problemas, gracias.

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    1. mrjaen dice:

      Gracias querido Eloy. Un abrazo

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