Los “escraches” a diputados del PP por la dación en pago, van aumentando. Y seguirán hasta que dejen de mentir, de ningunearnos y de tomarnos por tontos».

«Escrache» coloquialmente en Argentina significa «romper, destruir, o aplastar» y se están dando por la geografía española, actuaciones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que ha empezado a divulgar en Internet, el «tag» #DeAfectadoaDiputado, dirigido a los diputados del PP para «exigirles que apoyen» la iniciativa legislativa popular (ILP) para implantar la dación en pago retroactiva y paralizar las ejecuciones hipotecarias.

Añadiré también referido esa «Plataforma de Afectados por la Hipoteca » (PAH) que después de años escuchando a los dos grandes partidos políticos de este país diciéndonos que la «Ley Hipotecaria» y sus procedimientos de ejecución no se podían reformar, ahora resulta que los tribunales europeos les han dado la razón y ahora los jueces pueden «suspender un desahucio» garantizando la tutela judicial efectiva de los deudores. Son ya demasiados los años en los que las «clausulas abusivas», «clausula suelo» e «intereses de mora» han estado favoreciendo a las entidades financieras (rescatadas con dinero público) para que estas «hagan su negocio extorsionando a las personas».

Pero a mi no me gusta la campaña de ESCRACHES» al PPy voy a explicar por qué.

Lo primero de todo es que pienso que el «usar el escrache» como forma de presión puede ocasionar que un «deseo de justicia» se transforme en actos de «violencia contra el prójimo» porque una cosa es «tener razón» y otra muy distinta es el «abusar de la razón». Con todos mi respetos hacia la PAH tengo que decirles que «ese no es el camino«.

Llevando mi razonamiento al extremo límite, podría apelar a que la «puesta en evidencia pública» ya fue usada con extrema crueldad en la Alemania de Adolf Hitler cuando los judíos comenzaron a ser perseguidos «marcándoles sus casas con la cruz de David» y que después y ya en la época nazi «el escrache alcanzó su cenit» con aquello de marcar a los homosexuales con un triángulo rosa, a los gitanos con un triángulo marrón y a las lesbianas y prostitutas con un triángulo negro, sin olvidar que en la España de la dictadura los fascistas tambien usaron el escrache para «señalar públicamente a los republicanos», pero no voy a caer en un razonamiento tan simplista sino que voy a apelar a los estudios de la «psicología de las masas» para defender mi razonamiento.

Está sobradamente acreditado que cuando una persona se integra en «una masa» pierde toda su razón. Las masas son siempre inconscientes y precisamente su «inconsciencia» es el secretos de su «fuerza». La definición podría ser esta: «En una masa los sentimientos se suman y la razón se resta«.

Un fanático de un equipo de fútbol puede ser, individualmente «una bellísima persona» pero cuando se integra en una «masa de hinchas» puede convertirse en un ser desconocido que puede llegar a la violencia con sólo el noble propósito de «animar a su club», porque una masa une a personas que individualmente son buenas pero puede transformarlas en grupos violentos como los «Ultras» de Italia, las «Torcidas» de Brasil o «las Barras Bravas» de Argentina. La parte que desempeña «el inconsciente» en los comportamientos de una persona dentro de una masa es inmensa y la parte que le toca a «la razón» muy pequeña y ese inconsciente actúa como una fuerza todavía desconocida.

Esto lo explicó muy bien aquel médico, etnólogo, psicólogo y sociólogo que vivió entre 1841 y 1931 que se llamaba Gustave Le Bon en su obra «La psychologie des foules» (La psicología de las masas) escrita en 1895 que establece y describe los fenómenos básicos relacionados con el comportamiento de las muchedumbres estableciendo las dos reglas fundamentales de este comportamiento que son:

1.- Existe una «pérdida temporal» de la personalidad individual conciente del individuo

2.-Esa personalidad queda suplantada por la “mente colectiva” de la masa, y sus acciones y reacciones estarán desde entonces dominadas por la unanimidad, la emocionalidad y la irracionalidad.

Es lo mismo que dijo Freud cuando afirmó que: “Hay ideas y sentimientos que sólo emergen o se convierten en actos en los individuos ligados en masas [……] y este es el «punto clave» de mi razonamiento porque la transformación de un individuo cuando forma parte de la masa lo hace «sentir, pensar y actuar de forma diferente» y seguramente cuando esté sólo, si luego le ponen un video en donde se vea su actuación, con toda seguridad se avergonzará de lo que hizo.

Usar el «escrache» para apoyar a una buena iniciativa como es la de ILP de la PAH es potenciar las peores miserias humanas en aras a «un fin noble», por eso voy a recomendar a los dirigentes de esta plataforma que piensen en «cambiar de táctica» y mientras se lo piensan les recomiendo que vayan este fin de semana a su videoclub y visionen aquella película titulada «Las brujas de Salem» (basada en hechos históricos) y vean como un grupo de chicas usaba en ese film la técnica del «escrache» para acusar de brujería a 156 de sus vecinos consiguiendo que se ahorcaran a diecinueve, que cuatro agonizaran en la cárcel y que otro fuese torturado hasta morir.

Porque la «agitación» basada en usar «los buenos sentimientos de las masas» no siempre da buen resultado.