Pocas enfermedades son tan devastadoras como el Alzheimer. Un proceso irreversible que lentamente destruye la memoria y la capacidad de llevar a cabo las tareas más simples. Se trata de la primera causa de demencia en personas mayores de 65 años y cuando se derrumba la memoria, las tareas más simples se tornan cada vez mas difíciles y los familiares se convierten en seres desconocidos. No existe todavía curación pero el camino empezó hace mas de un siglo con un psiquiatra y neurólogo alemán llamado Alois Alzheimer que fue el primero que identificó sus síntomas y que luego le dio su nombre
Había nacido en la localidad bávara de Markrbreit y era hijo de un notario llamado Eduard Alzheimer. Estudió medicina en Berlín y Tubingia y trabajó como médico asistente en la Institución para Enfermos Mentales y Epilépticos de Frankfurt
Clínica del Dr.Alzheimer
En en el otoño de 1901, fue llevada a aquella clinica una señora de 51 años llamada Auguste Deter. La paciente no tenía antecedentes personales ni familiares de ninguna enfermedad mental, pero había empezado a tener problemas para conciliar el sueño. Afirmaba que su marido «se iba de paseo con una vecina» y mostraba inexplicables explosiones de ira con fallos en la memoria. Se olvidaba de cocinar y daba gritos a media noche, asegurando que un hombre aparecía con la intención de «hacerle algo«; también ocultaba los objetos sin ser luego capaz de encontrarlos y caminaba a zancadas por su vivienda sin ninguna direccion ni propósito. Cuando la situación se hizo insostenible su marido decidió ingresarla en la institución mental de Frankfurt en la que trabajaba el doctor Alzheimer.
Auguste Deter y las notas de Alzheimer con sus observaciones. La fotografía presentada data de 1902, un año después de que ingresara en aquella clinica.Frankfurt.
El 26 de noviembre de 1901, Alois Alzheimer se reunió con su paciente por primera vez y pronto comprobó que aquella mujer mostraba síntomas que él no había visto nunca antes. Él diagnosticó «a priori» un delirio celotípico (creencia falsa de que su marido la engañaba con otras mujeres) pero aquella pérdida de memoria era todo un enigma y le trajo a la memoria el recuerdo de otros enfermos que había visto con sintomas similares, y el de un articulo que había publicado sobre la demencia senil en 1898 . Sin embargo, en el mismo, su estudio se basaba en personas de mayor edad que aquella paciente (que era mucho más joven) y aquello parecía ser un «caso aparte«. En su interrogatorio, las preguntas y las respuestas no coincidían y Auguste se detenía a mediados de una frase como si hubiera olvidado lo que iba a decir a continuación . Su memoria fallaba y estaba confundida y ansiosa.
La noche de su ingreso la paciente no pudo conciliar un sueño normal y el 26 de noviembre de 1901- día siguiente de la admisión- el Dr. Alzheimer se reunió con Auguste D. por primera vez y la encontró sentada en la cama, con una expresión que él describe en sus notas como «desvalida«. La enferma parecía angustiada y muy confusa y en la comida de mediodia, en la que le habían servido cerdo con coliflor, al preguntarle sobre lo que había comido, ella contestó que espinacas, patatas y rábanos. Algo mas tarde, el doctor Alzheimer observó también que Auguste D. cometia errores al escribiry omitía las sílabas de las palabras o bien las repetía varias veces.
La metodologia usada por el Dr. Alzheimer con aquella paciente no era la tipica de los principios del siglo XX ya que en aquella época nadie se esforzaba por comprender a los enfermos mentales y para irla conociendo mejor le fue haciendo una serie de preguntas, anotando todos los diálogos en su historial
-¿Como se llama?
-Auguste
-¿Se apellida?
-Auguste.
-¿Como se llama su marido?
-Auguste, creo.
-¿Su marido?
-Ya veo, mi marido…
-¿Está usted casada?
-Con Auguste
-¿Es usted la Sra. D.?
-Si, Auguste D.
-¿Cuanto tiempo lleva usted aqui?
-Tres semanas
Alzheimer le mostro diversos objetos (un lapiz, una pluma y un cigarro) y la paciente supo nombrarlos pero cuando le preguntó sobre las cosas que le había mostrado, ella no podía recordarlas. El 29 de noviembre de 1901, volvió a entrevistarla anotando estas respuestas:
-¿Como se encuentra?
-Es siempre uno como el otro. ¿Quien me ha traido aquí ?
-¿Donde esta usted?
-Por el momento; yo he temporalmente, como he dicho, yo no tengo medios.Una sencillamente tiene que… No me conozco a mi misma… En realidad no se… pobre de mi, ¿que entonces es para?
-¿Como se llama?
-Señora Auguste D.
-¿Cuando nació?
-En mil ochocientos y…
-¿En que año nacio usted?
-En este año, no, el año pasado
-¿Cuando nacio usted?
-En mil ochocientos…No lo se…
-¿Que le he preguntado?
-¡Ay D. Auguste!
Era patente que Auguste D. tenía una gran dificultad para comunicarse y Alzheimer continuo verificando sus otras capacidades cognitivas. Al pedirle que anotase su nombre en un papel, ella no pudo escribirlo y se detuvo despues de escribir «señora«, logrando completar la tarea cuando le pidieron que escribiese cada palabra una por una. Veía que podía realizar cálculos sencillos pero perdía el hilo o se cortaba en mitad de cualquier frase mostrando una gran desorientación. Eran unos síntomas tan insolitos que Alois Alzheimer quedó muy intrigado y decidió seguir aquel caso «de cerca», empezando a hacer una cuidadosa observación de aquella paciente pero no fue hasta casi cinco años después cuando consiguió empezar a entender la patología subyacente que estaba tras aquellos extraños síntomas
En 1903, dos años después del ingreso de aquella paciente el doctor Alois Alzheimer se trasladó a Múnich para trabajar en la Clínica Psiquiátrica Real, siguiendo a su director Emil Kraepelin. Allí tenía el cargo de jefe del laboratorio de anatomía pero nunca dejó de seguir aquel «caso de Auguste D» . Su antiguo jefe el Dr.Sioli le iba manteniendo informado sobre la evolución de la salud de aquella mujer y le dijo que la misma, con el tiempo derivó a un comportamiento anárquico con un lenguaje ininteligible, gritando durante horas y pasando casi todo el tiempo en su cama, hecha un ovillo.
El 8 de abril de 1906 falleció Auguste a la edad de 56 años, por una septicemia complicada con pulmonía y al enterarse de aquella muerte, el Dr. Alzheimer solicitó al doctor Sioli (su anterior jefe) que le permitiese estudiar el cerebro de aquella paciente ya que estaba muy intrigado en aquel caso, que no parecía encajar con los síntomas habituales de demencia senil. Recibió su cerebro para un análisis histológico, y lo analizó en las instalaciones del laboratorio anatomico que dirigía, que eran ideales para un análisis histopatólogico ya que estaban provistas de microscopios, una camara lucida para dibujar secciones histológicas y una sala de microfotografía. También disponían de diversos metodos de tinción para la detección de estructuras subcelulares en las neuronas. Era pues, el «laboratorio ideal» para examinar aquel cerebro de Auguste D.
Al estudiar aquel cerebro lo que se encontró fue sorprendente . Ya desde sus primeros análisis se dio cuenta de que aquél era un caso que difería de todas las patologías del cerebro conocidas hasta el momento. La corteza cerebral aparecía moteada por numerosas costras de distintas formas y las células habían muerto en cantidades inmensas. En las neuronas que aún quedaban Alzheimer descubrió una especie de ovillos de fibras desconocidas notándose unas fibrillas gruesas marcadas por la tinción. Por otra parte, la corteza estaba llena de placas de composición desconocida.
El 03 de noviembre de 1906 el doctor Alzheimer informó de sus hallazgos en una reunión de psiquiatras en Tübingen y propuso que había descubierto una nueva enfermedad exponiendo sus resultados en una presentación titulada «Una enfermedad característica del córtex cerebral». Aquella ponencia pasó desapercibida, sin recibir comentarios ni pregunta alguna, e inicialmente fue rechazada para su publicación. El «Chronik» dos dias despues publicó una reseña de aquel congreso con esta breve frase: «El Dr. Alzheimer, de Munich, informó de un proceso morboso grave y peculiar, que en un periodo de cuatro años y medio provoca una sustancial perdida de neuronas.»
No obstante,al año siguiente, los organizadores del congreso revisaron su decision inicial y publicaron una transcripcion de dos páginas de la disertacion de Alzheimer, aunque sin sus figuras, que fue incluida en el número 64 de la Allgemeine Zeitschrift fur Psychiatric und psychialrisch-gerichtliche Medizin (Revista General de Psiquiatria y de Medicina Psiquiatrico-Legal). Alzheimer no se desalentó porque seguía convencido de la importancia de su descubrimiento y buscó mas datos para comprender aquella enfermedad y entre 1907 y 1908 analizó los cerebros de otros tres pacientes que presentaban síntomas muy similares a los de Auguste D encontrando abundantes enredos neurofibrilares.
Finalmente en 1911, publicó sus hallazgos de la histopatología del cerebro de Auguste D. junto con otro caso (Johann F.) con numerosas imágenes de los cortes cerebrales. Las imágenes que siguen proceden de las publicaciones de la revista «American Scientist» publicadas por Ralf Dahm. Aquel trabajo marcó el comienzo de un enorme cuerpo de publicaciones sobre una de las más importantes enfermedades de nuestro tiempo.
Fase inicial del proceso de destrucción neuronal
Fase intermedia del proceso de destrucción neuronal
Fase avanzadadel proceso de destrucción neuronal
Corte cerebral de Johann F.con manchas oscuras de placas amiloides
Dibujos de secciones de diferentes profundidades de la corteza cerebral de Auguste D. mostrando los cambios patológicos en su cerebro
Y su trabajo no pasó al olvido gracias en gran parte a Emile Kraepelin que acuñó el término de «Demencia Presenil de Alzheimer» en la edición de 1910 de su obra «Psychiatrie: Ein Lehrbuch fur Studierende und Artze» (Textbook of Psychiatry (Kraepelin E, 1910). Los estudios histológicos de los cerebros hecho por el doctor Alzheimer es lo que hoy conocemos como atrofia cortical (disminución en el tamaño del cortex cerebral) y sus análisis histológicos nos mostraron las característica de lo que hoy conocemos como la enfermedad del Alzheimer: una pérdida masiva de neuronas con presencia de placas amiloideas y ovillos neurofibrilares.
Se estima que, para el año 2050, habrá 100 millones de enfermos de Alzheimer en el mundo. Pero siempre tiene que haber un primer caso y ese fue el de Auguste Deter .Todo todo se lo debemos al gran Alois Alzheimer aunque hubo que esperar 90 años para que se encontrara en un sótano del Instituto de Neuropatia de Munich el 21 de diciembre de 1995 su carpeta de 32 folios con el relato de aquel caso
Konrad Maurer, de la Universidad JohannWolfgang Goethe, sostiene el historial medico de Auguste D.
Dicho documento es el primer estudio sobre el Alzheimer y es el primer caso diagnosticado de esta dolencia. Tal y como él nos lo describió, resume con precisión la gama de los cambios progresivos que hoy se observan en muchas de las víctimas de esta terrible enfermedad, es decir: el deterioro de la memoria, la incapacidad para recordar los sucesos recientes, la desorientación y la falta de capacidad para hablar con coherencia unido a conductas inquietas y erráticas. Aún queda mucho por hacer pero el inicio del camino se lo debemos a un gran hombre llamado Alois Alzheimer
Fuentes
Dahm, Ralf: Patología enfermedad de Alzheimer, alrededor de 1906. El científico (2009), Vol. 23, número 3, p. 84.
Dahm R (2006): Descubrimiento de la enfermedad de Alzheimer. Current Biology, Vol. 16(21), pág. R906-910.
A. Alzheimer, H. Forstl y R. Levy.- «On certain peculiar diseases of old age«en History of Psychiatry, vol. 2, pgs. 71-101; 1991.
«Reanalysis id the first case of Alzheimer disease» . M. Graeber y P. Mehraein en European Archives ofPsychiatry and Clinical Neuroscience,vol. 249, pags. 10-13; 1999.
«Alzheimer : the life of a physician and the career of a disease» . K. Maurer y U.Maurer.
«Alois Alzheimer and the beginnings of research into Alzheimer’s disease» R. Dahm 2006.
Muy interesante el relato, gracias por compartirlo!
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