Hoy quiero poner un poco de «humor político» (falta nos hace pues leer las últimas noticias de la red sobre los atentados de París ponen los pelos de punta), así es que voy a contaros una «variante» de aquel cuento titulado «El flautista de Hamelin» (Rattenfänger von Hameln). Una historia de «humor negro«que he encontrado por la red y que me ha hecho reír. Algo que este día nos hace mucha falta.
Hamelín es un pequeño municipio alemán de la Baja Sajonia cuya mayor fuente de ingresos proviene del turísmo. Allí es donde discurre la historia del cuento de los hermanos Grimm y en su iglesia de San Marcos tienen una vidriera de colores en la que se representa a aquel famoso flautista
Fuente
La historia es una variante de aquel famoso cuento que nos narra como aquel personaje, limpió aquella ciudad infestada de ratas, gracias a la melodía de su flauta que hizo que todas salieran de sus madrigueras y comenzaran a caminar tras él seducidas por su extraña música hasta caer en el río Weser, en donde perecieron ahogadas.
Vamos a ello
Un paseante en una ciudad marítima entró en una tienda de antigüedades y mirando los artículos observó la figura de una rata, en bronce, muy realista. Como le gustaba pero no tenía la etiqueta con el precio llamó al dueño de aquella tienda y le preguntó su precio. El propietario le respondió que la estatua en si costaba solo 12 euros pero que si quería saber «su historia y su manejo» debería de pagarle 500 euros más. El hombre manifestó al anticuario que estaba solo interesado en la estatua por lo que le pagó los 12 euros y salió de la tienda con la rara figura que podría ser algo así como una de esas que se venden por internet.
Pero al salir a la calle con la figura empezaron a surgir las sorpresas ya que aquel hombre empezó a darse cuenta de que, sorprendentemente (porque no conocía la forma de manejar a aquella extraña figura por haber querido ahorrarse 500 euros ) vio que mientras caminaba le empezaban a seguir una cierta cantidad de ratas que salían de los escondrijos y de las alcantarillas. Desconcertado empezó a caminar más rápido pero tras un rato la cantidad de ratas que le seguían ya era una marea enorme por lo que se asustó y salió corriendo en dirección al puerto de aquella ciudad. Las ratas que le seguían, podían contarse ya por miles y cuando finalmente pudo llegar al muelle del puerto, presa del pánico tiró al mar la figura de aquella rata, y vió como todos los roedores que le seguían saltaron al agua tras la figura y se ahogaron.
Entonces volvió a la tienda de antigüedades y el dueño, al verlo le dijo sonriendo: “Vaya, vaya, parece que le interesa conocer la historia y el manejo de la figura que le vendí ¿no?” pero hombre, que tenía un gran sentido práctico le respondió: “no, lo que ahora me interesa es saber si tiene usted la figura de un político corrupto que tenga las mismas extraordinarias propiedades que la otra”
¿ A que sería estupendo encontrar un anticuario que nos vendiese una figura con tan curiosas propiedades? Si yo la tuviera, con ella en la mano me daría un paseo por la calle Floridablanca de Madrid el primer día de enero del año próximo cuando se constituya el nuevo Congreso de los Diputados. Sería el día ideal para cazar a todos los políticos corruptos, porque después muchos ya no iran al parlamento y se limitarán a cobrar sus dietas. Una vez que todos estuvieran siguiéndome me dirigiría a la cárcel de Carabanchel y dejaria allí a toda esa gentuza.
Seguro que en algún momento de vuestra vida habreis escuchado esa frase que dice: “soñar no cuesta nada” No sé si quedarían muchos diputados después de mi paseo por el Congreso pero al menos sabría que los que se quedaban serían políticos que no me robarían mi dinero.
increible historia y te creo muchisimas gracias por narrarla no deverias guardarte esas cosas mil gracias.
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Manolo eres persona de recursos. Resulta realmente interesante la «otra historia» del Flautista de Hamelin.
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Muchas gracias por seguirme Gabriel
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