
Mucha gente piensa erróneamente que «tenemos un músculo» en el pene para ponerlo erecto, cuando en realidad, se trata de un órgano que es simplemente una máquina hemodinámica.
La hemodinámica viene del griego hemos=sangre y dinamios=movimiento) y es la parte de la biofísica que se dedica a estudiar el movimiento de la sangre en el aparato circulatorio, estando íntimamente relacionada con la hidrodinámica, que es la sección de la mecánica de los fluidos que se ocupa del estudio de los líquidos en movimiento.
La sangre es un fluido y para estudiar su movimiento por el interior del cuerpo humano utilizamos los mismos principios físicos y ecuaciones que la hidrodinámica aplica al comportamiento de los fluidos. Concretamente utilizamos tres ecuaciones importantes: la ecuación de continuidad, la ecuación de Bernouilli y la ley de Poiseuille o ley del caudal. En el caso de la erección peneana esta última ecuación es muy importante ya que nos dice que para que un fluido fluya continuamente por un conducto tiene que existir en el mismo una diferencia de presión constante entre sus extremos. Esto se expresa con la fórmula Dp=R*Q siendo:
R: la resistencia hidrodinámica del conducto
Q: el caudal, cantidad de fluido por segundo que circula por el citado conducto.
Si miramos una sección de este órgano, veremos que el mismo consiste en un compartimento que alberga a tres cilindros. Al cilindro inferior se le llama «cuerpo esponjoso» y por allí circula la uretra, que es el conducto por donde se expulsan el semen y la orina y que se dobla al final en el glande, cuya función es la de evitar que, durante una erección pueda comprimirse la uretra, y obstaculizarse la salida de los fluidos corporales, pero la parte más significativa de la estructura peneana son los otros dos cilindros parecidos a unas esponjas, llamados «cuerpos cavernosos«.
Estos cuerpos cavernosos son- propiamente- el mecanismo erector del pene y su funcionamiento se basa en los principios de la hidrodinámica. Están formados por unos pequeños globos llamados «espacios lacunares» que tienen la misión de rellenarse de sangre . Con esto se consigue que aumenten hasta cinco veces su tamaño y en eso consiste «la erección«, un proceso regido por las leyes de la hidrodinámica.

Ya dijimos antes que los determinantes del flujo sanguíneo eran la presión de perfusión (actuando de manera directamente proporcional) y la resistencia de los vasos (influyendo de forma inversamente proporcional). Así es que si la presión de perfusión aumenta, aumentará también el flujo de sangre a los espacios lacunares y se acomulará la sangre en esos globitos . Pero para que se produzca una «buena presión» será preciso aumentar la diferencias de presiones entre la sangre arterial y la venosa que circulan por el pene y ello se consigue con una oclusión completa del drenaje venoso . Cuando esto ocurre, el pene «se llena«-literalmente- de sangre al incrementarse el caudal de flujo sanguíneo arterial a los cuerpos cavernosos. O sea, estamos ante un proceso hemodinámico.

Aunque la cosa parezca simple,en realidad no lo es tanto, si pensamos en que el estado natural del pene es el de la flacidez, ya que no tendría ningún sentido que el pene estuviera «permanentemente erecto«.De hecho a la situación en la que hay una ereccion permanente se la llama priapismo y es una afección que causa graves problemas al varón. El cuerpo humano, que es muy sabio, ha inventado un mecanismo que permite al pene mantenerse habitualmente en estado de detumescencia y que también funciona bajo los principios de la hidrodinámica.
La explicación está en aquella fórmula, antes vista, que expresaba que Dp=R*Q. Si están abiertos los vasos venosos la diferencia de presión entre las arterias y las venas que irrigan a la zona peneana será pequeña, y Dp (presión de perfusión) lo será también. Con esto baja el caudal de sangre, que ya no será suficiente para llenar los espacios lacunares y el resultado será un pene flácido que resulta muy cómodo para la vida cotidiana del varón, pero que supone un gran problema si esa flacidez persiste cuando el mismo quiere tener una relacion sexual.
Con estos dos acontecimientos simultáneos la hidrodinámica funcionará y al aumentar la presión de perfusión, la sangre arterial quedará atrapada en los globitos de los cuerpos cavernosos, y llevará al pene a un estado de erección. En términos hidrodinámicos la presión de perfusión (presión intracavernosa) que se alcanza en estos procesos viene a ser de aproximadamente unos 100 mm Hg en la fase de erección completa.
Además si se mantiene la excitación sexual, la contracción de los músculos bulbocavernosos e isquiocavernosos también harán que se comprima la base del pene (que ya está lleno de sangre) y eso provocará que los cuerpos cavernosos «disminuyan su capacidad«. Al haber igual caudal de sangre pero menos espacio para contenerla, el pene se volverá aún más duro y la presión intracavernosa en esta fase puede llegar a ser de varios cientos de milímetros de mercurio. Esto es lo que se conoce como la «fase de erección rígida» y durante la misma cesa temporalmente la entrada y salida de sangre a los cuerpos cavernosos .
Todo vuelve a la normalidad con la eyaculación y la musculatura lisa de las arterias y arteriolas vuelve a contraerse y con esto cesa la liberación de los neurotransmisores, entrando en acción una enzima llamada fosfodiesterasa, que rompe el proceso de la erección, y hace que el músculo liso vuelva a abrir los vasos venosos. Asi la sangre atrapada se expulsa, y el miembro vuelve a su estado natural de flacidez (detumescencia).
¿Y cuales son las sustancias neurotransmisoras que hacen que «todo vaya bien«? Pues la más importantes es el óxido nítrico (ON), una sustancia química con una molécula con un átomo de nitrógeno y un átomo de oxígeno, y que nuestro cuerpo produce por la descomposición de un aminoácido llamado arginina. El ON se utiliza para transmitir los mensajes de las células nerviosas y en el músculo liso de las células de los vasos sanguíneos consigue que las mismas produzcan una sustancia, llamada GMP cíclico cuya misión es precisamente la de provocar la relajación de los músculos de las arterias. No me extenderé demasiado en esto porque se trata de un proceso muy complejo que está ligado a la apertura de los canales de potasio en esas células musculares para bloquear la concentración del calcio en las mismas y conseguir su relajación.
Supongo que ahora entenderéis mejor el por qué, y gracias al complejo sistema que lo gobierna, la disfunción eréctil es un mal muy común en los hombres y aunque la farmacopea ha inventado unas pastillas que ayudan a los varones en estas «situaciones de dificultad» tampoco los mismos debe de engañarse pensando que con el uso de las mismas ya tienen garantizado el «triunfo en la cama«
Fuente médica de este artículo:
The inhibitors of the phosphodiesterases in treatment of erectile sexual dysfunction.
Dr. Manuel Correa Jáuregui. Hospital Militar Central «Dr. Luis Díaz Soto». La Habana, Cuba.
Hola Manuel,
permíteme felicitarte por el artículo. Documentado y explicado con gran claridad para todos aquellos profanos en la materia. Un placer leerte y seguirte.
Saludos
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Muchísimas gracias Francisco Javier, viniendo de una persona tan entendida en asuntos médicos como tú es una opinión que valoro muchísimo
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Bueno… ya sabes que mi especialidad es precisamente otra, la ginecología. 😉
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Pues «se complementan perfectamente» ja,ja (permíteme la broma)
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Seguro 😉
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