«Pasillo de Comedias» es una obra de teatro humorístico formada por la unión de cuatro de los sainetes más representativos del teatro de los hermanos Álvarez Quintero :»Sangre Gorda«, «Ganas de reñir«, «Como los chorros del oro» y «El cuartito de hora«. Se trata de una obra enormemente divertida que refleja la estampa de una época de la historia de España con risas, lágrimas, y amores y sus personajes se trazan en un ambiente cómico-trágico. Este teatro costumbrista, celebra hoy en Cataluña su penúltimo acto con el llamado «9-N«.
En esta obra hay un actor principal llamado Mariano Rajoy, Presidente del gobierno español y un actor secundario llamado Artur Mas, Presidente de la Generalitat catalana que desde el 12 de diciembre de 2013 mantienen un «tira y afloja» sobre la independencia de Cataluña. El primero actúa de manera extremadamente puntillosa y legalista, consultando todo lo que le pide su oponente al TC, o sea «cogiéndosela con papel de fumar«y el segundo «pasándose por sus reverendos» todo lo que hace primero.
Ante la imposibilidad de convocar un «Referéndum de Independencia al estilo Escocia» el actor secundario ha decidido abrir un proceso de participación ciudadana que se desarrolla hoy. Añadir que en esta obra hay pasajes de tinte humorístico como aquel de la intervención del señor Francesc Homs, Consejero de Presidencia de la Generalitat, cuando decidió imitar a Gila y actuar de teleoperador en la sede del «Ómnium Cultural» de Barcelona (convertida por un día en una sala call center) llamando delante de todos los medios a un anónimo ciudadano al que le dice: «Buenos días. Me llamo Francesc y le llamo como voluntario de la consulta del 9N para informarle de cuál es el punto de votación para este domingo«. La gracia del asunto es que su interlocutor al otro lado de la línea declinó su oferta
En el «pseudoreferendum» de hoy no hay listas electorales y los votantes se inscriben en el momento de presentarse a la mesa (para evitar incurrir en ilegalidades sancionables penalmente). Es mas bien un «mega-sondeo» para tomar el pulso de la opinión pública, y su resultado no tendrá ninguna consecuencia jurídica. La historia se parece bastante a esa obra de «Pasillo de Comedias» porque ni don Mariano Rajoy ni don Artur Mas están a la «altura histórica» que se necesita para resolver este problema ya que PP y CiU son «las dos caras de una misma moneda«. Después de este 9N, el PP «seguirá tragando » y no sabemos si existen algunos » presuntos pactos» entre ambos partidos desde la primavera de 1996, cuando los señores Jordi Pujol, Josep Antoni Duran Lleida y, también don Artur Mas -entonces todavía en la retaguardia de CDC- hicieron posible que don José María Aznar fuera investido como presidente del Gobierno. En su libro «Amarga Victoria» el ex director de «El Mundo» Pedro J. Ramírez. nos contaba que el señor Aznar loaba al señor Pujol de esta manera: “En cuanto a ganar elecciones usted, Sr. Pujol, tiene más experiencia que yo porque lo ha hecho ya en unas cuantas ocasiones. Usted es ya uno de los catalanes más importantes del siglo, con Prat de la Riba, con Cambó, con Macià, con Companys y con Tarradellas” añadiendo después: “A usted lo único que le queda por hacer es una gran operación histórica de entendimiento entre el centroderecha de Cataluña y el del resto de España. Para mí será siempre un motivo de orgullo el poder participar en ese empeño”.
Por todo lo anterior el señor Mas puede estar muy tranquilo porque el PP jamás se atreverá a meterse con él ni a aplicar a su Autonomía el Art.155 de nuestro ordenamiento constitucional. Tampoco dejará de enviar dinero a Cataluña y desde esa posición de «seguridad» los gobernantes nacionalistas catalanes podrán magnificar el éxito de la convocatoria de hoy y seguir echando a la calle a miles de catalanes de buena fe, formados durante casi dos generaciones y desde su mas tierna infancia en «que no son España«. Es lo que decía Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) aquel gran filósofo alemán, y máximo representante del idealismo en aquella frase :»El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere»
En vez de «marear tanto la perdiz» lo que tendrían que hacer los protagonistas catalanes de este sainete seria el hacer una Declaración Unilateral de Independencia porque existe una conformidad con el Derecho internacional que lo permite después de la declaración unilateral de independencia relativa a Kosovo (Decisión de 22 de julio de 2010, Naciones Unidas, Asamblea General, A/64/281) El caso de Kosovo vino tras la guerra de 1999 que obligó a Serbia a abandonar el control del territorio y éste fue asumido por una administración internacional respaldada por varias Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En una de ellas se creaba la “Asamblea de Kosovo” que fue quien realizó aquella declaración de independencia pero aquella Asamblea no podía separar a Kosovo de Serbia a partir de su «legitimidad previa» por contradecir el marco legal de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que habían creado aquella Asamblea, así es que se buscaron un «truco» (que el Tribunal Internacional de Justicia admitió) y fue que aquella declaración de independencia, pese a realizarse en una reunión de aquella Asamblea, no operaba en el marco legal que la había creado (vid los núms. 105 y ss. de la Opinión Consultiva) sino que sus autores actuaban como «simples particulares» fuera del ordenamiento jurídico que la había creado.
En el caso de Cataluña nunca se podrá hacer una «declaración de independencia» desde su Parlamento porque éste órgano, se ha creado conforme a la Constitución Española, y el Estatuto de Autonomía de Cataluña por lo que no está legitimado para ello. Si quieren la independencia tendrán que hacerlo sin la intervención de la Generalitat y actuar como lo hizo Kosovo, es decir sea «fuera de la perspectiva del ordenamiento que abandonan» y ahí empezaran sus problemas porque aunque una declaración de independencia no es contraria al Derecho internacional los particulares que impulsaran ese «nuevo Estado» tendrían primero que demostrar a la comunidad internacional que son capaces de conducirlo y que tienen el control sobre el territorio, la población y las fronteras que pretenden fijar y después nos encontraríamos con un acto claramente ilegal desde la perspectiva del ordenamiento jurídico español que esta vez sí que daría pie a la aplicación del art. 155, de la Constitucion que habilita al Gobierno a adoptar, con la aprobación del Senado, las medidas que considere oportunas cuando una Comunidad Autónoma incumple la ley o atenta contra los intereses generales. O sea que esto es un «callejón sin salida«.
Mientras gobiernen PP y CiU el asunto de la independencia catalana seguirá siendo un sainete al estilo de «Pasillo de Comedias«.
Fuente:
http://www.puertadebrandemburgo.com/2013/11/declaracion-unilateral-de-independencia.html?m=0