Si ha habido alguna vez un “ordenador malvado” ese fue HAL 9000, de la novela “2001 A Space Odyssey” escrita por Arthur C. Clarke en 1968 y llevada magistralmente a la pantalla por Stanley Kubrick. HAL era la computadora encargada de controlar las funciones vitales de la nave espacial Discovery y resultó famoso por su actitud calmada, fría y estremecedora y aquel siniestro resplandor rojo del objetivo de su ojo biónico.
Al final la I.A. de Hal enloquece. Recordemos aquella escena en la que Dave se encuentra fuera de la nave, tras haber recogido el cadáver de su compañero y HAL le niega la entrada
Así es como David Bowman, único superviviente de la nave descubre que Hal 9000 ha sido el causante de la muerte de sus compañeros y decide desconectarlo. El ordenador se da cuenta de sus intenciones e intenta generar un sentimiento de empatía en el astronauta: “¿Qué se propone hacer Dave?”. “Dave, de verdad creo que me debe una respuesta a la pregunta.“Sé que he tomado unas decisiones equivocadas últimamente, pero le puedo asegurar que, sin duda, mi trabajo volverá a la normalidad”, pero Dave no le hace caso y HAL empieza suplicarle: “Pare. Pare ¿quiere?”. “¿Quiere parar, Dave?” e intenta remover su conciencia. “Tengo miedo. Tengo miedo, Dave”. Dave no hace caso y sigue desconectando sus módulos de memoria. “Dave… mi mente se va. Lo noto. Lo noto. Mi mente se va” y cuando HAL pierde suficientes “neuronas” adopta su primer rol y recita su mensaje constructivo: “Buenas tardes, señores. Soy un computador HAL 9000, comencé a funcionar en la fábrica HAL en Verbana, Illinois el 12 de enero de 1992.Mi instructor fue el señor Langley. Me enseñó una canción. Podría cantársela” y por primera vez Dave le responde: “Sí, me gustaría oírla Hal. Cántamela” y HAL le canta “Daisy” mientras su voz se va apagando lentamente.Se ha vuelto completamente tonto
La Agencia Tributaria española dispone de un sistema informático potentísimo que permite una serie de comprobaciones iniciales y el suministro de datos básicos a la inspección. Ya en el año 1978 «sus HAL 9000» eran dos grandes ordenadores IBM 370/145 en el centro de proceso de datos, y ocho equipos Univac 90/30 en las cabeceras de zona (Madrid -2-, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla, Bilbao y Zaragoza). A nivel local o provincial contaba con 103 equipos Nixdorf 820/03 pero en Octubre de 2012 el Ministerio de Hacienda renovó su sistema informático presentando uno nuevo desarrollado conjuntamente con la Cooperación Alemana al Desarrollo (GIZ)
Las delegaciones autonómicas también han tenido un gran apoyo en sus infraestructuras de hardware y sistemas informáticos. En Andalucía en el año 2004 la Agencia Tributaria puso en marcha el sistema informático denominado «Ilipa» -en recuerdo a una batalla ocurrida entre cartagineses y romanos en Alcalá del Río (Sevilla)- que facilitaba la información de las bases de datos de la Agencia, y permitía observar y visualizar en una sola pantalla por los inspectores los datos de recaudación y el estado de la campaña. Aquel software estaba en una intranet con sistemas blindados y grandes medidas de seguridad.
Y ha sido nuestra Agencia Tributaria, con “sus poderosos HAL 9000” la que facilitó al instructor del caso Nóos, don José Castro un informe en el que se le atribuía a la hija del rey la venta de 13 propiedades en Alicante, Almagro (Ciudad Real), Arenys de Mar (Barcelona) y Pilar de la Horadada (Alicante) por un valor total de 1,43 millones de euros. Aquellas ventas, según la Agencia Tributaria se produjeron justo un año después de que el matrimonio Urdangarin-Borbón adquiriera el Palacete de Pedralbes por más de cinco millones de euros.
Se supone que los “ordenadores HAL 9000” de Hacienda disponen de un banco de datos en el que figuran todas las personas físicas del impuesto sobre la renta y de las jurídicas por impuestos indirectos, impuesto de sociedades, retenciones, etc., todos ellos procesado por potentes máquinas que- en teoría- no pueden equivocarse y que los técnicos de proceso de datos de la AEAT cuentan con sistemas que permiten la identificación de los contribuyentes no sólo por su carnet de identidad sino por otra serie de elementos. También tengo entendido que existe un “cruce de datos” que permite conocer al dedillo la situación de cada contribuyente y sus distintas fuentes de renta.
Es decir, que los “HAL 9000” de ese sistema informático “tan potente» de Hacienda pueden comprobar fácilmente la veracidad de un DNI, pero si encima, ese DNI tiene aquella “singularidad”, inventada por don Francisco Franco en 1951, de “reservar números especiales” (él se reservó el número 1 para el suyo, el 2 para su esposa, doña Carmen Polo, y el 3 para su hija, Carmencita) la cosa ya estaría al alcance de simples “ZX Spectrum de Sinclair” de 48K
Porque nuestra Familia Real tiene asignados los números 10 al 99 para sus DNIs y a Doña Cristina, le ha correspondido el DNI número 14.
Yo no se, si como el pasado 13 de junio nuestra Infanta Cristina cumplió 48 años, nuestra Agencia Tributaria ha decidido hacerle un «regalo de cumpleaños» pero la realidad es que la misma nos ha reconocido que HUBO UN ERROR en la imputación de aquellas transmisiones de inmuebles, ¿Las razones? Muy sencillo. Por lo visto la información recibida en dicha Agencia Tributaria estaba atribuida a un DNI que coincide con el de la Infanta Cristina pero con el que ella no tiene nada que ver.
Yo solo puedo pensar dos cosas. O estamos ante un clarísimo caso de presunta prevaricación de nuestra AEAT o “algo les ha pasado a sus ordenadores”. Pensemos un poco, ¿Un DNI con el número 14 REPETIDO? ¿Un nombre tan secular como Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad REPETIDO? ¿Unos apellidos tan ilustres como “de Borbón y Grecia” también REPETIDOS? Raro, raro, raro.
Francamente todo esto me resulta imposible de comprender porque el que un Gobierno presuma de tener un sistema fiscal “donde nadie se escapa”, el que un Gobierno disponga de adelantos tecnológicos como aquellos de la época de Rubalcaba, cuando parece ser que pudo espiarse al PP desde Génova 15 con maletines móviles de última generación llamados «GI2»,de fabricación israelí, que costaban cada uno cerca de un millón de euros; el que un Gobierno en la época de “Alfredo P Punto” dispusiera de aquel mecanismo de intervención telefónica llamado “Sistema Integral de Interceptación de Comunicaciones Telefónicas” (Sitel) y pudiera amenazar a Carlos Floriano diciéndole que “sabía todo lo que hacía y decía” no puede tener una Agencia Tributaria que se equivoque de esa manera tan burda y estúpida.
Y como me resisto a pensar en una presunta PREVARICACIÓN de los responsables nuestra Agencia Tributaria, la única explicación posible que se me ocurre es que allí ha aparecido un «nuevo David Bowman» , que con el noble deseo de ayudar a la Corona, se ha entretenido en «desconectar transitoriamente» alguno de los potentes HAL 9000 de esa AET para «volverlo tonto y despistarlo«. O sea, igual que en aquella película de “2001. Una odisea del espacio«. Sólo que esta de ahora tiene el título de “2013. Una odisea de Cristina”.
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¡Qué pena!, creí que ibas a desvelar el misterio. Este asunto tiene secuestradas mis neuronas. Me rio yo de Juegos de Tronos
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