La imputación de la Infanta ¿Mantendrá “el tipo” el juez Castro?

En la Edad Media «acogerse a sagrado» era una especie de petición de asilo por medio de la cual cualquier perseguido por la justicia podía acogerse a la protección de las iglesias y de los monasterios. La peregrina teoría de la «estigmatización» es algo parecido a eso y fue inventada por un ilustre magistrado del TS llamado don Enrique Bacigalupo que-en su día- estimó que no se podía “estigmatizar” al entonces presidente del Gobierno don Felipe González por caso de los GAL.

Como ya existía el precedente de la «estigmatización » el pasado 5 de Marzo de 2012 el juez don José Castro que instruye el caso Nóos de apropiación indebida de fondos públicos por parte de señor Iñaki Urdangarin, yerno del Rey, y de su ex socio Diego Torres, utilizó esta palabra para rechazar la petición que le había hecho el sindicato “Manos Limpias” de que citase como imputada a la infanta Cristina. El Magistrado nos afirmó entonces en su aAuto de que la imputación de la infanta «solo conduciría a estigmatizar gratuitamente a una persona lo que no es de recibo«.

Lo realmente grave de aquel Auto era que en el mismo el juez Castro, nos daba la sensación de que en España había dos clases de ciudadanos: los que “podían ser estigmatizados y los que no”, lo cual no casaba mucho con aquel Mensaje de la Nochebuena de 2011 de Su Majestad el Rey Juan Carlos cuando nos habló de la «ejemplaridad» , de la «Justicia igual para todos» y de que «todos los ciudadanos éramos iguales ante la ley»

Hace un año nuestro Magistrado parecían querer sentar el precedente de que como nuestra Constitución afirma que el padre de esta presunta “choriza” es inviolable y no se le pueden exigir responsabilidades a la niña “había que aplicarle los mismos privilegios”. Afortunadamente ayer este juez “vio la luz” y y decidió en un nuevo Auto citar como imputada a la infanta Cristina. . Podéis consultar el auto completo AQUÍ

Celebro mucho este cambio de parecer del juez. En su nuevo Auto de fecha 3 de Abril de 2013, en los Antecedentes de Hecho hace mención a las numerosas diligencias practicadas posteriormente, justificando su rechazo anterior a la imputación de la Infanta Cristina como algo circunstancial en razón a la insuficiencia en aquellos momentos de datos objetivos que la posibilitaran, para después manifiestan que parece que está fuera de discusión que Doña Cristina Federica de Borbón y Grecia prestó su consentimiento a que se usara su nombre, tratamiento y cargo e incluso ser coparticipe de la entidad mercantil “Aizoon S.L.” y en las 18 páginas del citado Auto encuentra hasta 14 indicios que implican a la Infanta. Incluso hace alusión a S.M. El Rey diciendo que «que no se acaba de entender que S.M. no comentara con su hija las críticas o recomendaciones que había hecho llegar o proyectaba hacer a su marido» para instarle a desvincularse del Instituto Nóos. Al final dispone “recibir en calidad de imputada, asistida de Letrado y con instrucción de sus derechos a la Infanta Cristina”

Con esta rectificación he sacado al juez Castro de una lista personal que tengo con los candidatos al “Nobel de la estulticia” donde lo puse cuando leí su primer Auto del 5-3-2012. Aquella excusa de «no estigmatizar» a la Infanta preferí atribuirla a una simpleza por su parte ya que con eso estaba trasladando a la opinión pública la percepción de que imputar a la Infanta era algo oprobioso para ella, lo cual es totalmente incierto ya que ahora Doña Cristina podrá defenderse desde su nueva posición de imputada sin seguir siendo sometida a un «juicio mediático«.

El problema viene ahora del propio Auto de don José Castro porque nos dice que su resolución NO ES FIRME y que frente a ella caben recursos de REFORMA en plazo de tres días y/o de APELACIÓN en plazo de cinco,y las reacciones ya han surgido rápidamente. primero por parte de la Casa del Rey (primero dijo la tontería de que se enteró de este auto «por los medios de comunicación» como si el mismo no se hubiesen comunicado previamente a las partes) y luego expresan su «sorpresa»
por el cambio de posición del juez Castro
.

Después comprobamos que nuestro Ministro Gallardon ya «ha puesto en marcha la caballería» a través de la
Fiscalía Anticorrupción (curioso nombre la verdad) anunciando que recurrirá en los próximos días la citación como imputada de la infanta.

Y finalmente vemos que la derecha mediática de sus medios de comunicación apoya la defensa de la Infanta

1.- ABC de hoy con el titular que dice: «El Fiscal recurrirá la imputación de la Infanta Cristina» (como si «El Fiscal» fuese el paradigma de la justicia y la equidad)

2.- Diario La Razón que afirma en su portada: «El juez imputa a la Infanta Cristina en contra del Fiscal«.

La cosa es como para preocuparse sobretodo después de leer la advertencia del director del periódico marianista llamado La Razón que sabemos que tiene «hilo directo con Moncloa» (no olvidemos que Don Paco Maruenda fue Secretario de Estado de Relaciones con Las Cortes en los tiempos en que don Mariano Rajoy ministro de la Presidencia) por todas estas cosas mucho me temo que al juez Castro puede pasarle lo mismo que le pasó a Poncio Pilatos en el “juicio a Jesús”.

Recordemos que Pilatos era un político pragmático y bienintencionado que después de oír al Maestro no encontró ningún delito contra el estado romano por sus ideas y dijo a los acusadores de Cristo estas palabras: «ningún delito hallo en este hombre”, pero después se vio acosado por la insistencia furibunda de la turba hebrea y tuvo que idear, primero la estrategia procesal, de declararse «incompetente» para juzgarlo (basándose en que había nacido en Galilea, y era súbdito de Herodes Antipas ) y así poder soltar a Cristo después de ordenar su flagelación, pero como siguió acosado por la turba que seguía exigiéndole la crucifixión del Nazareno, volvió a intentar salvarlo dando a sus acusadores la alternativa de elegir entre soltar a Barrabás o a Jesús, lo que tampoco le sirvió. Al final, cuando lo pusieron en un brete y le dijeron aquello de: “si no ordenas la crucifixión del Nazareno, que se dice rey de los judíos, no serás amigo del César » fue cuando se vino abajo y decidió sentenciar a muerte a Cristo aun a sabiendas de que era inocente. Todo por temor a Tiberio.

¿Le pasará al juez Castro lo mismo que a Pilatos y dejará “irse a la infanta de rositas”? Pues podría ser. Descartes ya nos dijo estas palabras: “Dios dispuso que las estupideces de los hombres fueran efímeras, pero algunas veces sus palabras las condenan a ser eternas” . La presunta estupidez del juez Castro en su primer Auto del 5 de Marzo de 2012 ha sido subsanada por el de ayer de 3 de Abril pero aquellas palabras suyas de «no estigmatizar a la Infanta » pueden convertirse en ETERNAS.

Porque el Magistrado ya “se ha justificado” ante su conciencia (yo creo que está convencido de la presunta culpabilidad de la Infanta) pero SI SIGUEN LA PRESIONES (y “las va a tener”) podría terminar desimputandola e igual que le pasó a Pilatos tomar agua, lavarse las manos delante de la gente y decir : «Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis

Cuenta una leyenda oriental que había un “cuarto Rey Mago” que se llamaba Arbatán que como era muy torpe nunca llegó al Portal de Belén por entretenerse en el camino solucionando diversos pleitos por los que los otros tres soberanos se cansaron de esperarle y decidieron seguir para Belén. Así fue como el pobre Arbatán perdió la oportunidad de coger “el tren” que le habría hecho entrar en la historia. Si Su Señoría cede a la presiones de la Fiscalía va a quedar MAL, MUY MAL, ante la opinión pública y “perdería su tren” ante una gran mayoría de españoles que hoy lo apoyamos por valiente cambiando la buena opinión que hoy tenemos sobre él

Pasar del triunfo al ridículo no es difícil. Es lo que le pasó a un fisiólogo alemán, experto en Anatomía de la Universidad de Heidelberg llamado Theodor von Bischoff que, a finales del siglo XIX, estudiando las diferencias entre los cerebros del hombre y de la mujer llegó a la conclusión de que como el cerebro masculino pesaba una media de 1.350 g, y el femenino solo llegaba a los 1.250 g. se atrevió a afirmar que el varón “tenía una superioridad intelectual sobre la mujer”. El pobre von Bischoff defendió aquella tesis machista hasta el final de su vida, pero después de muerto resultó que uno de sus discípulos pesó su cerebro y este pesaba solo 1.245 g. Afortunadamente para aquel pobre hombre ya no estaba vivo para enterarse de su espantoso ridículo

Pero como a nuestro juez Castro yo espero que le queden aún muchos años de brillante trayectoria profesional, me daría mucha pena que pasara a la historia como “el juez que cambió de opinión” y entrara en esa lista de jueces que no nos hacen confiar en la Justicia como su ilustre compañero el juez Del Olmo que tuvo la ocurrencia de dictar una Sentencia en la que afirmaba que “llamar zorra a la esposa no constituye menosprecio o insulto si, quien utiliza este término, lo hace para describir a un animal que debe actuar con especial precaución” y consecuentemente para aquel Magistrado llamar “zorra” a una mujer no implicaba menosprecio a su dignidad.

Espero que al juez Castro no le pase eso, aunque la estupidez es un defecto muy común en las personas.

2 Comentarios

  1. En este suigeneris pais del pelotazo y la pandereta al final terminará el fiscal imputando al juez…

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    1. mrjaen dice:

      Sin ningún género de duda, amigo mío, a esta novela le quedan muchos capítulos

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