El 28-F y el “nacionalismo andaluz”

Los catalanes, vascos y gallegos, ya habían dado sus primeros pasos para sus Autonomía con la II República, amparándose en la «Constitución de 1931″ y Cataluña fue la primera en aprobar su Estatuto de autonomía en 1932, después fue el País Vasco en 1936 y Galicia también aprobó el suyo en referéndum del 28 de junio de 1936, sin embargo el estallido de nuestra Guerra Civil, bloqueó aquellos procesos hasta 1977 cuando se celebraron las primeras elecciones tras la muerte de Franco. La Constitución española de 1978 aunque se fundamenta en «la indisoluble unidad de la Nación española” quiso atender los “sentimientos y reivindicaciones nacionalistas” y en ella se reconoció la existencia de “nacionalidades y regiones” (artículos del 143 al 158) intentando dar respuesta a las “aspiraciones nacionalistas” acalladas durante cuatro décadas de dictadura. Así esta nueva Constitución española estableció dos formas de acceso a las Autonomías (las llamadas ‘vía rápida‘ y ‘vía lenta‘ ) y los territorios que en el pasado habían “aprobado un Estatuto” (Cataluña, País Vasco y Galicia) pudieron acogerse a la disposición transitoria segunda, que “permitía sus accesos inmediatos a la Autonomía” por el artículo 151 con todas las competencias. Una vía que fue “realmente RÁPIDA”.

Pero a Andalucía NO LE PASÓ LO MISMO y como hoy es 28 de Febrero, fecha en la que celebramos el “Día de Andalucía”, quiero contaros “la historia de su proceso autonómico”, porque fue un proceso LENTO Y DIFÍCIL.

En los “viejos tiempos”, el pueblo andaluz era “mucho más rebelde de lo que es hoy en día” y el “federalismo andaluz” tiene una larga historia cuyo comienzo podemos situarlo en el 4 de diciembre de 1868 cuando el pueblo gaditano, dirigido por Fermín Salvochea y Paul y Angulo se levantó con demandas sociales y autonomistas, dando lugar a una dura represión que alcanzó su cima el 1 de enero de 1869 con la decisiva participación del general Caballero de Rodas. Ese año se constituyó en la ciudad de Andújar la llamada “Asamblea Federal de las provincias de Andalucía, Extremadura y Murcia”, que declaraba “la insurrección contra el gobierno centralista” y a partir de aquella fecha el federalismo republicano de Andalucía se “radicalizó” llegándose a proclamar los llamados “cantones independientes

Cuando en 1873 se proclamó la I República Española, la misma, a través del general Pavía, combatió a «los cantones» con una brutal represión que no acabó con el federalismo republicano andaluz, ya que en 1883 se aprobó en Antequera el proyecto de una “Constitución para Andalucía” en la que se la definía como “una sociedad de individuos libres que pactaban entre si un poder comunal (el Municipio) que a su vez delegaba libremente en un cantón (que podrían ser las comarcas naturales) y estos cantones, a su vez, creaban la federación andaluza de cantones que delegaban sus competencias en el Estado Andaluz”. El notario Blas Infante Pérez fue el principal dinamizador de aquel proyecto

Cuando llegó la II República en 1931, las “Juntas Liberalistas”, lideradas por Blas Infante, instaron a la Diputación de Sevilla el tratar el futuro “Estatuto de Autonomía para Andalucía” y el proceso se puso en marcha entre 1931 y 1933. En ese ínterin llegaron los “conservadores” de la C.E.D.A. al gobierno y se interrumpió el proceso hasta que el Frente Popular ganó las elecciones de 1936 y las fuerzas de izquierda nombraron de nuevo una “Junta ejecutiva autonomista” a cuyo frente figuraba de nuevo Blas Infante. Con el levantamiento militar de julio de 1936 del general Francose acabó con las aspiraciones autonomistas andaluzas” y también con la vida de Blas Infante.

Llegada “la transición”, el 4 de Diciembre de 1977, se celebró el “primer Día Nacional de Andalucía” donde cerca de dos millones de andaluces se manifestaron para “exigir la Autonomía”. Así empezó “una larga marcha” y el pueblo andaluz intentó reactivar sus “pretensiones autonómicas” y la Asamblea de Parlamentarios Andaluces aprobó el 7 de enero de 1978 un proyecto de Decreto por el que se regulaba el “régimen preautonómico”. Meses más tarde, el 27 de abril de aquel mismo año se aprobaba el Real Decreto Ley 11/1978, desarrollado por el Real Decreto 832/1978, por el que se concedía la “preautonomía a Andalucía” llegándose al 27 de mayo de 1978, cuando D. Plácido Fernández Viagas fue investido “presidente de la Junta Preautonómica”, cargo que le duró hasta el 2 de junio de 1979,que fue la fecha en la que se constituyó “la Junta de Andalucía” de acuerdo a los resultados de las elecciones generales, eligiéndose como presidente a D. Rafael Escuredo Rodríguez.

En 1979 se volvieron a repetir las manifestaciones en toda Andalucía en demanda de su “autogobierno” y el
23 de junio de 1979, el Pleno de la Junta de Andalucía se reunió en Granada y aprobó acogerse a la vía del artículo 151 de la Constitución para la consecución de la Autonomía por la “vía rápida”. En teoría era “el mismo camino” que Cataluña, País Vasco y Galicia«, aunque para el “caso andaluz” esta vía “no fue nada rápida” dado que “no habían tenido la oportunidad de refrendar su estatuto” (como Cataluña, Vascongadas y Galicia) durante el mandato de la Segunda República». Aun así a finales de agosto de aquel año, más del 95% de los ayuntamientos andaluces y todas las diputaciones provinciales se sumaron a la “iniciativa autonómica a través del artículo 151”, cumpliéndose el primer requisito del mismo y empleándose el verano de aquel año para la Campaña y consulta a los municipios andaluces sobre “su adhesión a la vía del 151”, consiguiéndose la adhesión del 97% de los municipios.

En Agosto de 1979 en Carmona (Sevilla) las distintas fuerzas políticas elaboraron un primer proyecto de “Estatuto de Autonomía” pero la cosa se “atascó” porque la UCDcambió de criterio” en cuanto “al modelo de Autonomía” rechazando la “vía rápida del 151” que era-según ellos- sólo para las llamadas “regiones históricas” (Cataluña, Vascongadas y Galicia) proponiendo, en su lugar la “vía lenta” del artículo 143 que comportaba “menos competencias” y así la UCD aprobó el Decreto 145/81 de «convocatoria de Referéndum de consulta» con intención de “encauzar la autonomía andaluza por el art.143” y para eso no se le ocurrió otra “artimaña” que la de promover “la abstención en la consulta” que había sido fijada para el 28 de febrero del año 1980 para elegir el “modelo autonómico”. La pregunta era compleja, críptica y decía

¿Da usted su acuerdo a la ratificación de la iniciativa prevista en el artículo ciento cincuenta y uno de la Constitución a efectos de su tramitación por el procedimiento establecido en dicho artículo ?

Así el panorama para los partidarios del “” era difícil, primero porque se exigía para su aprobación el apoyo “de una mayoría de los electores” (no “de los votantes) y de “todas y cada una de las provincias andaluzas” (algo sin precedentes prácticamente en toda Europa), segundo porque había un “censo calamitoso” que estuvo corrigiéndose hasta después de la votación, y tercero porque en la campaña electoral de 15 días de duración, la UCD «se volcó contra el SÍ” con “todo el aparato ideológico del Estado» y los medios de comunicación, especialmente TVE, promoviendo lemas como: “andaluz, éste no es tu referéndum”.

Pero el pueblo andaluz «acudió a las urnas» triunfando el Referéndum afirmativamente en siete de las ocho provincias andaluzas, y donde tan solo no se alcanzó “el techo legal» fue en Almería. Aquel referéndum tuvo un alto coste político para el partido de Adolfo Suárez, e incluso provocó la dimisión de Don Manuel Clavero Arévalo, ministro de Cultura, en disconformidad con los planteamientos de su propio partido.

En conmemoración de «aquel día tan grande” en Andalucía y aunque es “una fecha extraña” (ya que solo se puede celebrar “tres veces cada cuatro años” en el último día del mes de Febrero no bisiesto) se ha puesto el 28 de Febrero como “DÍA DE ANDALUCÍA” porque el pueblo andaluz “acudió a las urnas” para responder con un “” a una ZANCADILLA puesta por el aparato ideológico del Estado (entonces en manos de UCD) que “NO QUERIA QUE SE APROBARA la Autonomía Andaluza por la vía del art. 151” y miles de andaluces colaboraron de forma anónima para en convertir “aquel previsible fracaso” en uno de los “logros más significativos de la reciente historia de Andalucía” con toda una movilización popular que se encuentra ampliamente reflejada en documentos custodiados en el Archivo General de Andalucía, puestos a disposición de los investigadores y ciudadanos en general.

Pero estábamos en 1980 y todavía quedaba “un lago camino”. El primero que no se había obtenido el “quorum necesario” en la provincia de Almería en el citado referéndum por lo que hubo que abrir un debate político que llegó a las Cortes el 23 de Octubre y para “desbloquear la Autonomía de Andalucía”, los grupos políticos presentaron una proposición de ley por la que las Cortes Generales “podían sustituir a la iniciativa autonómica de la provincia de Almería, por el interés nacional”, según se establecía en el artículo 144 de nuestra Constitución, con el objeto de que “se incorporara a las otras provincias andaluzas por la vía del 151”.

Así el 4 de Diciembre de 1980 se constituyó una comisión, con Rafael Escuredo como presidente encargada de redactar el “texto definitivo del Estatuto de Autonomía” y se creó una comisión formada por nueve representantes de todos los partidos parlamentarios andaluces que aprobaron en Carmona un primer “anteproyecto de Estatuto” el 12 de Febrero de 1981 , el llamado ‘Estatuto de Carmona‘ porque fue redactado en aquella localidad sevillana por los llamados “sus padres ”: Ángel López, Miguel Ángel Pino y José Rodríguez de la Borbolla, del PSOE; Carlos Rosado y Pedro Luis Serrera, de UCD; Javier Pérez Royo, del PCA, y Juan Carlos Aguilar, del PSA

El 28 de febrero de 1981, la Asamblea de Parlamentarios de Andalucía se reunió en Córdoba para analizar el proyecto del Estatuto de Autonomía y el 1 de marzo, tras dos jornadas de debate, los diputados lo aprobaron por mayoría. El 31 de Junio de 1981 el Congreso de los Diputados aprobó el “texto definitivo” del Estatuto de Autonomía para Andalucía y el 20 de Octubre de 1981 se celebró otro Referéndum para la aprobación del mismo en Andalucía al que los andaluces votaron mayoritariamente con 2.200.000 votos afirmativos. El 17 de Diciembre de 1981 el Congreso de los Diputados aprobó este Estatuto como “Ley Orgánica” ratificándose por el Senado el 23 de Diciembre de 1981 y siendo el 30 de diciembre de 1981, desde Baqueira Beret, sancionado por el Rey Juan Carlos.

El «Estatuto de Andalucía» , salió finalmente victorioso el 11 de Enero de 1982 cuando fue publicado en el B.O.E. quedando derogado el Decreto Ley que estableció la Autonomía y el 23 de mayo de 1982 se celebraron las primeras Elecciones andaluzas con una participación popular del 60,42% y con la victoria por mayoría absoluta del PSOE-A. eligiéndose como presidente a D. Rafael Escuredo y constituyéndose el 21 de junio de 1982 el primer Parlamento de Andalucía en el Real Alcázar de Sevilla compuesto por 109 diputados de las distintas formaciones políticas. A partir de aquí comenzó el proceso de transferencias que duró desde 1982 a 1984

Un LARGO CAMINO desde 1977 hasta 1984

CONCLUSIONES:

Primera.- La primera conclusión de esta historia que os cuento es “la diferencia de trato” que los gobiernos han dado a Andalucía en comparación con las “Comunidades privilegiadas” (Cataluña, Vascongadas y Galicia) porque mientras a esas “comunidades históricas” el proceso autonómico “les resultó sencillo” a Andalucía le costó “sangre, sudor y lágrimas conseguir su Estatuto” y además “nunca pudo mejorarlo” porque no tuvo la suerte de “tener un Zapatero que se reuniera con un independentista andaluz” y que “en una noche aprobaran un Estatuto donde se reconociera a Andalucia como NACIÓN”.

Segunda.- La segunda conclusión es que los andaluces actuales, «aun siendo nacionalistas» no reaccionan como en Cataluña” cuyo Parlament aprobó el pasado miércoles una “declaración de soberanía”, porque ellos “nunca han pedido la independencia ”. Es mas, incluso creo que “han perdido la beligerancia de sus antepasados del siglo XIX” en lo relativo a eso de la «independencia»

Tercera.- La tercera conclusión es que la historia de la Autonomía andaluza nos enseña que, igual que catalanes, vascos y gallegos, los “andaluces también tienen pedigrí para reclamar su identidad

Cuarta.- La cuarta conclusión es la de destacar la larga historia de «pueblo diferenciado» de “Andalucía”. Su nombre ya se remonta a la lengua árabe como “Al-Ándalus” (الأندلس) y allí no sólo ha existido la influencia musulmana sino también la de los íberos , fenicios , cartagineses , griegos , romanos , vándalos , visigodos y bizantinos , que precedieron a los musulmanes.

Quinta.- La quinta conclusión es que la bandera andaluza blanca y verde, cuentan que tiene su origen en el rey Almutassim y que un poeta llamado Asbag Iben Arqam ya vio esta bandera verdiblanca en lo alto de la Alcazaba lo que ocasionó que le escribiera un poema que resulta ser “el documento más antiguo sobre esta bandera” y que data de los años 1.040 a 1.091 lo que la convierte en LA BANDERA MAS ANTIGUA DE EUROPA

Sexta.- Finalmente la sexta ultima conclusión es decir que los andaluces “quieren pertenecer a España ” ya que “aman a su tierra, y se sienten españoles”. El que quiera comprobarlo solo tiene que escuchar su himno en donde se dice: ” ¡Sea por Andalucía libre, España y la Humanidad!