Resulta que «D.Baltasar Campeador» le pide una pasta, en su condición de juez de la Audiencia Nacional, a su “Querido Emilio» del BSCH y además contacta con el BBVA, TELEFÓNICA y CEPSA pudiendoles «más pasta» para unos cursos en los que «él aparecía como director» con la salvedad de que todas las empresas a las que solicitaba su «colaboración» estaban siendo investigadas por hechos imputables a sus directivos en el propio juzgado del que era titular «el solicitante«. Por esto se le pone una querella por presunto delito de cohecho impropio del art. 426 del CP al estar acreditado que recibió 1,2 millones de dólares de grandes compañías que «ÉL ESTABA INVESTIGANDO«.

Pero GARZÓN SE LIBRA porque como «el último pago» para sus cursos del juez se produjo el 17 de mayo de 2006 y la querella contra él se presentó el 12 de junio de 2009, el plazo para poder juzgarle por cohecho impropio «se superó en 25 días» y D. Manuel Marchena, el mismo magistrado de la Sala Penal del Alto Tribunal que vio «indicios para inculparlo» ha tenido que declarar el archivo de la causa por «haberse extinguido la responsabilidad penal» de D.Baltasar Campeador.

En Auto de archivo del Juez Marchena «se ratifican todos los elementos inculpatorios contra Garzón«. Acredita que recaudó dinero utilizando una «censurable estrategia de persuasión»; que tuvo un papel «relevante y decisivo» en la obtención de fondos; que solicitó hasta 2,6 millones de dólares, de los que logró 1,2; que su «metodología recaudatoria» era ruin, pues utilizaba el sobre con el «membrete oficial» de la Audiencia Nacional; y que, una vez reincorporado a su Juzgado, ARCHIVÓ – «debiendo abstenerse»- una querella contra el presidente del Santander (Su «Querido Emilio») -entidad que acababa de donarle 327.000 dólares «para sus conferencias».

Sería interesante saber si existe en toda la historia judicial un «Auto de Archivo» que se tome tanta molestia en demostrar que al encausado «habría que colgarlo por los cataplines,» pero.. ¡Mecachis!, «SE NOS HA IDO EL PLAZO«.