A tono con la hermosa fecha de hoy los Reyes Magos han visitado a los banqueros. El «paje» de «D.Melchor -Rajoy» ha sido el Ministro de Economía y Competitividad, D. Luis de Guindos que les ha traído «un hermoso regalo«. Fue aprobado en el Consejo de Ministros del pasado viernes 30 de diciembre pero Doña Soraya -la muy pillina- no nos lo contó en su comparecencia y la nueva medida de apoyo al sector financiero se conoció al día siguiente, con la publicación en el Boletín Oficial del Estado del «Real Decreto-ley de medidas urgentes» en donde «iba este regalo».

El decreto ley de prórroga de los presupuestos incluía «más de una sorpresa«. Junto al hachazo de la subida del IRPF o del IBI, se acompañaba la autorización al Estado para otorgar avales de 100.000 millones de euros a la banca durante 2012 con la finalidad de «garantizarles tanto el principal como los intereses de los bonos y obligaciones que emitan«.

Los «avales públicos» habían dejado de usarse debido a su precio prohibitivo para el Estado, porque hay que sumar al precio del aval, la prima de riesgo del avalista pero pese a todo «D.Melchor-Rajoy» los recupera para garantizar, “cueste lo que cueste”, los beneficios de la banca y como «hay que ser generoso como BUEN REY MAGO en el mismo decreto se prevén otros 3.000 millones de avales públicos para fondos de titulación de activos, y 92.543 millones para el fondo de rescate europeo, que ha permitido al BCE entregar medio billón de euros a los bancos a coste casi cero.

El paje «De Guindos» justifica estos avales a la banca para evitar «el cierre del crédito«. Tal vez tenga razon y yo sea muy osado al cuestionar «su autoridad en Economíal» pero no puedo evitar hacerme una pregunta. ¿Y si estos avales se hubiesen concedido directamente a «las PYMES» que son las que crean empleo y están a punto de cerrar por «asfixia económica» ? ¿ Qué hay de esa «Ley de Emprendedores» que Don Mariano nos prometió»

A lo mejor es que los bancos «han sido buenos» y las pequeñas pymes «niños malos a los que hay que «echarles carbón«