El «Sudoku electoral»

Cuando el japonés Maki Kaji inventó ese complicado juego llamado Sudoku que consiste en lograr rellenar exitosamente todas las casillas que conforman una cuadrícula de bloques numéricos de 9×9 no podía adivinar que en Europa, nuestra Europa civilizada y democrática, hubiese un país tan endemoniadamente complicado que tras celebrar unas elecciones tal vez no pudiese formar gobierno.

Precisamente eso es lo que podría pasar en España tras el resultado de las ultimas elecciones generales para la XV Legislatura Española, celebradas ayer domingo 23 de julio de 2023 para determinar quién dirigirá España durante los próximos cuatro años. Con un 100% del voto escrutado y un 70,4% de participación el candidato del PP D.Alberto Núñez-Feijóo ha resultado ganador con 136 escaños pero es una victoria pírrica porque en España tenemos un Congreso de 350 diputados y si un partido quiere gobernar con mayoría absoluta necesita obtener al menos 176 escaños.

Los resultados abren un Sudoku de pactos electorales obligatorios pero ¿cómo resolver este sudoku si tiene estos números en sus casillas?

•PP…………………… 136 escaños
•PSOE………………. 122 escaños
•Vox…………………. 33 escaños
•Sumar……………. 31 escaños
•JxCat………………. 7 escaños
•ERC………………… 7 escaños
•EH Bildu……….. 6 escaños
•PNV………………… 5 escaños
•UPN……………….. 1 escaño
•Coal.Canaria…. 1 escaño
•BNG……………….. 1 escaño

Es decir hay 28 escaños en poder de partidos de tendencia nacionalista y 322 en los tradicionales bloques izquierda- derecha. La derecha PP +VOX suma 169 escaños y la izquierda PSOE+Sumar suma 153

El bloque de la derecha necesita solo 7 escaños para alcanzar la mayoría absoluta y el bloque de izquierdas necesita 23 pero ambos bloques tendrán que buscar los apoyos entre esos 28 escaños del popurrí de partidos nacionalistas. ¿Quien lo tiene más fácil?

El bloque de la derecha está muy lastrado y solo podría conseguir el apoyo de Coalición Canaria, un partido que se denomina nacionalista, pero que no es independentista, porque defiende la constitución, la unidad de España y está en contra de la independencia y del derecho de autodeterminación, y tan solo quiere más competencias y autonomía dentro de España. También podría conseguir el voto de UPN un partido que se define como humanista cristiano por la defensa de la identidad diferenciada de Navarra frente al nacionalismo vasco que pregona la incorporación del territorio foral al País Vasco como permite la disposición transitoria cuarta de la constitución española.

Con estos dos apoyos podría alcanzar los 171 escaños pero aún le faltarían 5 y estos no parece fácil que los puede obtener de ninguna manera ya que el único partido que podría dárselos, el PNV parece ser que no está por la labor ya que hoy lunes su líder de Vizcaya, Itxaso Atutxa, ha advertido que los resultados electorales obligan al PSOE a plantear «decisiones estratégicas para Euskadi y Cataluña»

Aunque parezca mentira, mas fácil lo tiene el bloque de izquierdas para gobernar ya que los 23 votos que necesita podría conseguirlos D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón «vendiendo de nuevo a España» a JxCat,ERC, EH Bildu, PNV y BNG (26 escaños). Si tuviésemos que apostar por un país en Europa que seguramente habrá sufrido cambios en su territorio a finales del Siglo XXI, lo más probable es que España sea la opción más segura para acertar y el nacionalismo vasco será uno de los más favorecido por la connivencia de Sánchez con BILDU y la posible independencia de Catalunya que desde el siglo XIX ha vivido épocas de todo tipo,también con el señor Sanchez llegará a su punto más alto si se consuman sus pactos con JxCat y ERC

El único problema para este bloque de izquierdas sería el tener una oposición de 169 votos y un Senado en donde el PP ha conseguido una «mayoría absoluta» por lo que a ese posible gobierno se le harían las cosas muy difíciles . considerando-además- las altísimas exigencias que los partidos nacionalistas podrían poner para concederle su voto. Visto así una posible solución a este sudoku sería la de una «repetición electoral «.

Pero no estamos en los tiempos de Zapatero aunque estas elecciones se hayan planteado por la derecha como una comparación con las celebradas en aquel lejano 20 de noviembre de 2011 para la X Legislatura Española. La razón era muy obvia: en ambas se trataba de expulsar de La Moncloa a dos personajes indeseables que han antepuesto siempre sus intereses personales al bien común y a los intereses generales de los ciudadanos españoles : Don José Luís Rodríguez Zapatero y Don Pedro Sánchez Pérez-Castejón

En aquel lejano 2011 Zapatero dejaba una herencia de casi 5 millones de personas sin empleo, una tasa de desempleo juvenil por encima del 45%, una economía estancada, una deuda de más de 700.000 millones de euros, recortes sociales y una gran desconfianza en la economía española. En las de 2023 Pedro Sánchez ha superado ese listón con creces con una tasa de paro del 12,8% que duplica la media de la Eurozona, fijada en un 6,6%. También ha conseguido un 29,3% de de paro juvenil superior al 10,9% de la media comunitaria, 12 millones de personas en situación de pobreza y exclusión social, y sobretodo ha llevado a España a una ENORME DEUDA PÚBLICA de 1,535 billones de euros (equivalente al 115% del PIB español) y que crece al ritmo de 156 millones cada al día lo que hace que cada español nazca ya con una deuda de 7.063 euros.

D. Mariano Rajoy Brey en el año 2011 consiguió hundir al PSOE con una aplastante mayoría absoluta de 186 diputados y 10.830.693 de votos pero en estas últimas elecciones de 2023 D. Alberto Nuñez Feijóo ha visto como su partido solo ha conseguido un total de 136 diputados y 8.091.840 de votos

El pasado nunca vuelve y aquel Rajoy que se encontró con el “regalo” de un Zapatero que no se presentó a la reelección poniendo en su lugar a Alfredo Pérez Rubalcaba, vio como el electorado español le daba La Moncloa dejando en aquella época de fuerte bipartidismo a los socialistas con solo 110 escaños pero la España actual de D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón es muchísimo peor ya que este hombre quiere “seguir en el machito”. Su decisión de adelantar las elecciones generales al 23 de julio en pleno período vacacional le ha funcionado porque se trata de un día en que la mayor parte de ciudadanos-votantes estaban lejos de su residencia habitual. Se ha potenciado el voto por correo, y privado a muchos votantes del placer de darle una buena coz en el tafanario. Incluso un oportuno incendio en el túnel de San Isidro, en la entrada a Valencia de la línea de alta velocidad, impidió ese día la circulación de los trenes entre Valencia y Madrid afectando a más de 9.000 viajeros que no pudieron votar.

Luego nos ha sometido durante una campaña electoral agotadora a esa tortura de la gota malaya de sus mentiras y despropósitos de charlatán de mercadillo, con regalos y promesas verbales que, si se materializasen contribuirían a empeorar sustancialmente la deuda pública que tendrían que pagar las futuras generaciones. Actuar así es ciscarse en esa cita, llena de sentido común, atribuida de W. Churchill y que reza así: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”.

Al final se han cumplido mis peores pronósticos de principios de año. D.Pedro Sánchez, el gran “vendedor de humo”, no es un líder ni un estadista. Es simplemente un charlatán de mercadillo dispuesto a todo para seguir disfrutando del poder. Y como ayer 23 de julio no fue desalojado del poder, lo peor podría aún suceder y tal vez se reedite- aunque sea por poco tiempo- una nueva cadena de pactos junto a sus socios Frankenstein. Y, si el PP y VOX intentan impedirlo sus compañeros de viaje (los sindicatos, los partidos de extrema izquierda, los separatistas, los golpistas y los herederos de ETA), incendiarán la calle, utilizando no la fuerza de la razón sino la razón de la fuerza y como escribió Antonio Machado, «la sombra de Caín» podría volver a aparecer, como en 1936, y una de las dos Españas podría helarnos el corazón.

Este sudoku puede tener una solución muy complicada para España.