Lo de «nunca dar puntadas sin hilo» es una frase que solemos emplear cuando queremos referirnos a esa persona que nunca da un paso sin calcular el beneficio que puede obtener de él y don Mariano Rajoy es «todo un experto» en esa materia.
A veces nos sorprende con extrañas decisiones y una de ellas ha sido la elección del nuevo Ministro de Justicia. don Rafael Catalá Polo. Después de la dimisión de don Alberto Ruiz Gallardón, ha nombrado para este cargo al antiguo secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Ministerio de Fomento y ‘número dos’ de doña Ana Pastor. Repasando el curriculum de este hombre vemos que su «temperamento ideológico» no parece ser el más adecuado para ser nombrado como el encargado de administrar justicia en España y las malas lenguas ya están diciendo que elegir a este señor como responsable de ese Ministerio viene a ser algo parecido como el confiar la sanidad a manos de un curandero. Repasemos un poco su historia.
UNO.- El señor Catalá siendo Secretario de Estado de Infraestructuras cuando ocurrió aquel accidente de Angrois (que costó 80 muertos y 140 heridos, en Junio de 2012) fue acusado de ser la persona que autorizó en los trenes Alvia la desconexión del sistema de control de velocidad ERTMS «sin ningún análisis previo» y también se le reprochó que posteriormente no hiciera gran cosa para depurar aquellas responsabilidades. Esto ha provocado la «indignación» y el «rechazo» a su nombramiento por parte de la Plataforma Víctimas Alvia 04155 .
DOS.- El señor Catalá siendo Secretario de Estado de Justicia resultó ser uno de los artífices que colaboraron a que don Alfonso Guerra soltase aquella frase de que: “Montesquieu había muerto”. Una expresión que quería significar que la famosa división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) formulada por el insigne pensador francés había perdido su vigencia. Porque eso fue exactamente lo que se hizo en los tiempos de don José María Aznar, estando al frente del Ministerio de Justicia don José María Michavila que firmó con el PSOE aquel infame «Pacto de Estado para la reforma de la Justicia» . Naturalmente el señor Catalá debido a su cargo es previsible que tuviera bastante que ver en aquel “entierro de Montesquieu»
TRES.-Pero ya sabemos que don Mariano «nunca da puntadas sin hilo» por lo que debe de haber alguna «clave«. Tal vez podamos encontrar la misma en las declaraciones de nuestro presidente del pasado 29/9/2014 en las que da «una de cal y otra de arena» en el asunto de Cataluña. Por una parte, en las mismas advierte al presidente de la Generalitat de Cataluña, don Artur Mas, de las «consecuencias» del proceso que este ha puesto en marcha al celebrar su consulta soberanista, para- a continuación- «tenderle la mano» y ofrecerle entablar un «diálogo fructífero«.
¿Y qué es lo que entiende don Mariano como un «diálogo fructífero»? Para hacer estas cosas el señor Rajoy necesita un Ministro con «talante«. Alguien como el señor Catalá que haciendo honor a su apellido no le duelen prendas eso de contemplar con cariño el separatismo de esta C.A.De hecho, hace tan sólo unos meses, el elegido para sustituir a Gallardón ya nos había manifestado que estaba a favor de hacer «ajustes en la Constitución» para encajar Cataluña y «reconocer su singularidad«. A nuestro nuevo Ministro de Justicia puede encargársele perfectamente la tarea de «reformar nuestra Constitución» y que la misma se adapte esa “sensibilidad” de unos miles de catalanes que son favorables a las tesis de don Artur Mas.
Porque si en el año 2011 don Mariano Rajoy no hubiera suprimido aquel Ministerio de Medio Ambiente fundado en la primera legislatura de don José María Aznar de 1996, y hoy el mismo estuviese al frente del señor Catalá, no me sorprendería nada que este señor nos propusiera el «cambiar el clima para no herir la sensibilidad primaveral de los alérgicos«. Se trata de un hombre impredecible pero que ha sido elegido a conciencia por don Mariano Rajoy.
Nuestro presidente es igual que El Cid, cuando en su Cantar se nos citaba aquella frase que Alfonso VI, dirigió a don Rodrigo Díaz de Vivar al proponerle conquistar Cuenca: «Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras» y con lo del conflicto catalán don Mariano de aquí al 9 de Noviembre nos hará ver cosas parecidas. Y si no, al tiempo.
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