Desde que Leonardo Da Vinci pintó «La Gioconda«, mucho se ha hablado de lo que escondía aquella sonrisa, porque los seres humanos mostramos nuestros estados de ánimo con diversas expresiones faciales y la sonrisa es una de ellas. No siempre, cuando sonreímos estamos alegres, porque a veces la sonrisa es un «recurso para ocultar sentimientos y motivaciones negativas» como el nerviosismo o la vergüenza.
¿Cómo sabemos si una persona que nos sonríe lo hace de forma «falsa» o «verdadera«? Pues por el movimiento de los pómulos de su cara. La «sonrisa auténtica» hace que el pómulo de la cara se eleve, de forma natural,hacia arriba y que se entornen los ojos debido a la elevación de esos pómulos. En ocasiones, incluso los mismos presionan sobre los lacrimales y podemos llegar hasta a “llorar” por la risa. En cambio cuando hacemos una «sonrisa forzada«, nuestro pómulo de queda en «su sitio» y no se eleva y nuestros ojos se mantienen como «extraviados» o fuera de lugar.
Todo lo que digo viene a cuento de una noticia que leía el pasado viernes sobre el hecho de que la Secretaría de Estado de Comunicación del gobierno de España doña Carmen Martínez Castro había decidido acabar con un «acuerdo interno» que existía entre los periodistas presentes en las ruedas de prensa de del señor Rajoy. El citado acuerdo se había puesto en práctica, hacia más de diez años, y consistía en dar «dos turnos de palabra a los medios autorizados españoles«. O sea que los periodistas pactaban entre ellos quiénes eran los que formulaban aquellas dos preguntas de rigor al presidente.
Pero a partir de ahora, por la señora Martínez Castro hemos sabido que será la Moncloa quien decidirá (a dedo) cuales serán los periodistas autorizados para «preguntar a Rajoy«. Genial ¿verdad? Así don Mariano podrá elegir cual es el medio que quiere que le pregunte para tener la respuesta preparada.
Y todo esto no es más que el principio ( ya sólo falta que sea el propio señor Rajoy el que «se pregunte a sí mismo«) y como a don Mariano «no le gusta que le pregunten» pronto reforzará sus comunicaciones a base de «pantalla de plasma»
Al final, me temo que vamos a tener que adivinar por «su sonrisa» lo que piensa y mirando la misma descubrir si nos está diciendo la verdad o nos está contando una milonga. Lo malo es que la sonrisa del señor Rajoy a mi no me inspira mucha confianza. Hagamos, si no una prueba ¿Se atreve usted a identificar en cuál de estas 4 imágenes don Mariano Rajoy está «sonriendo de verdad» ?
También me atrevo a sugerir otro modo de «interpretar a don Mariano» y es el de usar otro tipo de lenguaje llamado «no verbal» que es el que expresamos por los llamados «microgestos«, que son gestos minúsculos y pequeñitos que hacemos de manera involuntaria y que no podemos controlar porque «nos salen solos». En el caso de don Mariano aquí os pongo un video de algunas de sus intervenciones como político en el que puede comprobarse que hace esos «microgestos». Concretamente son unos movimientos de sus ojos y un «guiño» que hace con los mismos
Y ahora me hago una pregunta: ¿Por qué don Mariano «guiña» de forma insconsciente uno de sus ojos? No soy ningún experto pero he encontrado por Internet algunas informaciones en las que se dice que la cuestión de que «se guiñe el ojo derecho o el izquierdo» nos está indicando hacia «que lado del hemisferio cerebral» estamos haciendo referencia. Si hacemos un guiño con el ojo izquierdo parece ser que estamos señalando a nuestro lóbulo izquierdo cerebral que es el que recoge nuestra parte «lógica«, en cambio si guiñamos el ojo derecho nos estamos refiriendo a nuestro lóbulo cerebral derecho que es el que rige nuestra parte » emocional«.
En el video anterior vemos que don Mariano Rajoy guiñaba de forma inconsciente su ojo izquierdo, lo que yo interpreto como un indicio de que hace más uso de la parte de su cerebro relacionada con la «estrategia» y la «lógica» . Me da la sensación además de que aunque quiera «controlar lo que dice» por otros gestos de sus ojos parece que nos indica que «no se siente muy bien» con las cosas que hace y que además no está muy seguro de si mismo al hacerlo. Si lo estuviera sus movimientos oculares serían estables, tranquilos, lentos y fijos, pero eso no es lo que se ve en el video, donde vemos a un señor Rajoy, observando todo lo que pasa a su alrededor con miradas rápidas e intranquilas. Si a esto le añadimos unas «sonrisas forzadas» podemos llegar a la conclusión (al menos para mí) de que este hombre no se siente muy cómodo en su trabajo.
En mi opinión, con su «lenguaje no verbal» don Mariano Rajoy muestra que aunque «sabe mentir cuando es necesario«, también tiene «un «fuerte conflicto interno». Quizás sea porque no se siente a gusto sabiendo que «nos tiene que vender la burra todos los días«
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