La Infanta, Al Capone y Quinto Arrio

El “delito fiscal” fue lo que llevó al poderoso Al Capone a la cárcel. Alphonse Capone, llamado “Scarface” (Caracortada) era un gánster y contrabandista estadounidense que se adueñó del hampa de Chicago después de eliminar a todos sus rivales en una serie de guerras mafiosas. Hacia 1926 ya ejercía el control de la mafia de la ciudad. Sus únicos rivales eran las bandas de Aiello y la de Bugs. Capone y sus hombres mataron a todos los miembros de la banda de Aiello en menos de un mes y acribillaron en un garaje a los cinco jefes de la banda de Bugs, el día de San Valentín de 1929. Tras deshacerse de sus rivales, siguió enriqueciéndose gracias al tráfico ilegal de bebidas alcohólicas ocasionado por la Ley Seca, y a través de una vasta red clandestina de salas de juego. Se calcula que en 1927 su fortuna ascendía a cien millones de dólares. Nadie podía con él hasta que tras años de persecución policial infructuosa, y falta de pruebas finalmente se descubrió que en los libros del casino «The Ship» se presentaban unos beneficios impresionantes y con un análisis caligráfico se determinó que aquellos libros fueron escritos por Louis Shumway, uno de sus “contables» que término «cantando lo que sabía». Así fue como aquel poderoso gánster fue detenido finalmente por “evasión de impuestos” y procesado y pese a las triquiñuelas de sus abogados y a un intento de intimidación del jurado, el juez James H.Wilkerson lo halló culpable de fraude fiscal en los años 1925, 1926, 1927 y de omisión de declaración en 1928 y 1929 y lo condenó el 11 de Octubre de 1931 a 11 años de cárcel, y a una multa de 50.000 dólares.

¿Quién es más poderoso? ¿Nuestra Infanta al día de hoy o Al Capone en 1931? Pues a la vista de los últimos acontecimientos es difícil de precisar después de leer la noticia en la
que nos cuenta que titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, ha acordado investigar a la Infanta Cristina por “presuntos delitos contra la Hacienda pública” y ha solicitado a la Agencia Tributaria (AEAT) nuevos datos que permitan determinar si la hija del Rey incurrió en “fraude fiscal” como propietaria al 50% de la mercantil Aizoon, además de haber incorporado finalmente sus diez últimas declaraciones de la renta a las actuaciones del caso Nóos.

La pena de galeras que se imponía en la antigüedad era un castigo muy duro que consistía en obligar a los condenados a «remar de forma forzosa» en los barcos. Los condenados a galeras se denominaban “galeotes” y se les afeitaba la cabeza para que fueran identificables. Tenían una ración diaria de alimentos consistente en dos platos de potaje de habas o garbanzos, medio quintal de bizcocho (pan horneado dos veces) y unos dos litros de agua. Normalmente iban encadenados a su banco de remo y si se hundía el barco “se hundían con él”. Se trataba de una pena que fue utilizada por la Inquisición española denominada como “castigo de galeras” .

La Infanta Doña Cristina, por mucho que sus abogados se lamenten de que «se la está tratando de “forma inquisitorial” no ha sido condenada a galeras ni mucho menos Su pena ha sido mucho más suave y sólo se ha limitado a la “molestia” de tener que “estar en boca de la opinión pública”. Así es que, salvando este inconveniente, su vida trascurre con normalidad y ella no tiene ninguna intención de renunciar a los privilegios que le otorga su “título de Infanta». Según manifestó Paloma Barrientos en ‘El programa de Ana Rosa’, aunque el Rey le habría pedido en dos ocasiones que renunciara a sus privilegios, en las dos, la respuesta de la Infanta ha sido negativa, y ella ha decidido continuar con su vida en Barcelona, con planes de abandonar nuestro país en cuanto pueda para instalarse en un lugar donde pasar desapercibida; tal vez en Londres, donde suele ir mucho su madre, para allí seguir desempeñando su trabajo e intentar buscarle a su marido una “salida profesional”.

Pero el “tema de las galeras” me recuerda a aquella película llamada “Ben Hur”. Judá Ben Hur era una especie de príncipe de Judea, que cuando se encontraba en la terraza de su palacio, junto a su hermana Tirza, tuvo la desgracia de que cuando el nuevo gobernador Graco pasaba por la calle donde estaba su palacio, al apoyarse en una baldosa la misma estaba suelta y cayó justo cuando Graco pasaba por allí, dándole en la cabeza por lo que fue acusado como asesino y condenado a galeras. Afortunadamente para Judá en las mismas conoce a Quinto Arrio, primer Cónsul de Roma, y entre ambos, desde el primer momento se establece una “química especial»

Al final Ben-Hur salva la vida a aquel Cónsul de Roma en una batalla en la que la galera se hunde y el comandante de la galera romana donde el protagonista estaba encadenado le dice esta frase : «En su decidido afán de salvarte, tu DIOS ha salvado también a la flota del imperio Romano«.

Nuestra Infanta Doña Cristina de Borbón es una princesa real que ha sido condenada a las “galeras de la infamia pública” por sus presuntas implicaciones en el “caso Nóos” y aunque las diferencias entre su caso y el de Ben-Hur son muy notables ella también tiene su “Quinto Arrio” que ha decidido contra viento y marea poner todos sus esfuerzos para que salga indemne de todo este asunto y está llevando su cruzada hasta tal extremo que podríamos repetir la frase de la película de “Ben-Hur” de este modo: “En su decidido afán de salvar a Doña Cristina, nuestro Gobierno ha salvado también a la Monarquía«.

Un loable intento que empezó con aquella decisión del fiscal anticorrupción de Baleares de presentar un recurso para oponerse a su imputación y que ya ha sido criticado por un gran número de juristas que han visto en el mismo un descarado «trato de favor» hacia a la hija del Rey.

En cualquier caso, su “Quinto Arrio” ha decidido “sacarla de su pena de galeras” (aunque esta no sea excesivamente dura), pero queda un “cabo suelto” en este asunto y es el mismo que llevó a la cárcel a Al Capone ya que cuando el pasado 7 de Mayo la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca decidió revocar (por dos votos a favor y uno en contra) la decisión del juez Castro de imputar a la Infanta Cristina como cómplice o cooperadora necesaria de los delitos económicos cometidos por su marido Iñaki Urdangarin, en aquella decisión los magistrados instaron al Juez Castro en su Auto a que pidiese a la Agencia Tributaria más datos sobre la infanta para concretar si pudieran existir “posibles indicios contra la misma por delito fiscal«. La pareja en un principio intentó que no se accedieran a sus declaraciones de IRPF pero esto fue desestimado por el juez

Porque las pruebas son abrumadoras. Está demostrado por los documentos remitidos por el Registro Mercantil de Barcelona que muestran que Doña Cristina «había participado en todas las reuniones de la Junta General Ordinaria de Aizoon» y que también había aprobado entre 2004 y 2012 las cuentas anuales de aquella empresa y sus «informes de gestión» oficiando como «presidenta de la junta» con su marido actuando como secretario de la misma.

Pero nuestro Gobierno no descansa y en el informe que la Fiscalía solicitó a la Agencia Tributaria atribuye la totalidad de los ingresos de la sociedad Aizoon a don Iñaki Urdangarin, actuando Hacienda y Anticorrupción en el papel de “Quinto Arrio” ahora consideran que la empresa “sí cometió fraude fiscal” en los años 2007 y 2008, pero SIN RESPONSABILIZAR POR ELLO A LA HIJA DEL REY.

¿Razones? Pues nada, que «sus ingresos se corresponden con su retribución por su trabajo en La Caixa y por la asignación que recibe de la Casa Real”. Un razonamiento GENIAL, ¡sí señor! Ahora sólo faltaría que Doña Cristina “no hubiera puesto aquellos ingresos en sus declaraciones» ¿Cómo se puede hacer una defensa tan burda y estúpida? Ahora que estamos en la «Campaña de la Declaración de la Renta» todos sabemos que podemos pedir a la AT nuestros «Datos Fiscales» y en ellos- naturalmente «constan las rentas que hemos percibido por las declaraciones de retenciones de IRPF de nuestros pagadores«.

Apoyarse en cosas tan espúreas como el decir que la Infanta “está limpia de toda culpa” sólo porque reflejó sus ingresos de La Caixa y la Casa Real es «jugar con un as en la manga«. ¿Aclara el informe de Hacienda la razón por la que la Infanta Cristina pasó de percibir 162.360 euros en 2008 en concepto de retribuciones dinerarias por rendimientos de trabajo a un total de 311.169 tan sólo UN AÑO DESPUES

“Quinto Arrio” está blindando a la infanta Cristina de Borbón con un supuesto trato de favor y el dictamen de la Agencia Tributaria, que no ve delito fiscal en la actuación de la hija del Rey como copropietaria de la mercantil Aizoon es una prueba mas que se suma a aquel recurso del fiscal anticorrupción de Baleares y al fallo exculpatorio de la Audiencia de Palma.

Así es que….¡Larga vida a César !