El drama de la fiesta «Thriller Music Park» en el Madrid Arena del pasado miércoles me hacen pensar en esos padres que viven angustiados las noches de los fines de semanas, cuando sus chavales salen y ven como amanece angustiados hasta escuchar el sonido de las llaves en la puerta de la casa. Sin embargo, aquella noche hubo tres chicas que no regresaron, y los padres de Roció Oña, Cristina Arce y Katia Esteban «se quedaron esperándolas»
La muerte sorprendió a aquellas chicas en un pasillo del Madrid Arena donde alguien lanzó una bengala produciendo una estampida de gente que las aplastó. Aquí se ve un video del atasco en uno de los tuneles de salida de la pista central en torno a las 4 de la madrugada. Gente atascada y aafixiandose ante la ineptitud de una seguridad ineficiente, insuficiente y sin preparar.
El Ayuntamiento de Madrid, «propietario del local» (que tiene sus responsabilidades) quiere culpar «a aquel petardo o bengala» esta tragedia asegurando que «no había exceso de aforo» y que se respetaron todas las medidas de seguridad y su vicealcalde nos dijo que se vendieron 9.560 entradas
Pero eso NO CUELA porque la verdadera culpa está en estas «macro fiestas» organizadas por personas sin alma que las montan sin control y con afán mercantilista, tolerando la «excesiva afluencia» de personas a este tipo de eventos. Según el dj al empezar la sesión ya había 14.000 personas y allí «no cabía un alfiler» por lo que eso de que se vendieron 1000 entradas menos que el aforo máximo es el cuento de Caperucita ya que parece que «había algunas más «, incluso un miembro de la organización del evento ya ha asegurado «que se vendieron casi 20.000 entradas» el doble del aforo permitido.
También la empresa organizadora de la macrofiesta nos mandó un comunicado asegurando que el evento “cumplía todas las normativas del Protocolo de Seguridad exigidas por la Delegación de Gobierno»
Todo LEGAL ¿verdad? Lástima que algunos de los asistentes hayan declarado que amigos suyos pudieron entrar sin ningún problema teniendo 14 y 15 años.
Lastima que según «ABC», el empresario de la fiesta de Madrid Arena «ocultara» 3.600 asistentes en el plan de seguridad indicando al Ayuntamiento que participarían 7.000 personas (con los efectivos de seguridad y sanitario acordes a esta afluencia) pero que pusiera a la venta 10.600 entradas
Lastima que en el programa «Al Rojo vivo» de la Sexta intervinieran dos chicos que fueron a la fiesta y nos dijeran mas o menos lo mismo: aforo excedido, menores y gente que entraba con botellas y lo que fuera
Lastima que el Juez decano de Madrid, José Luis González Armengol haya lanzado una serie de sombras sobre lo ocurrido en la fiesta del pabellón Madrid
Lastima que el propio el juez, una de cuyas hijas estuvo presente en la fiesta, haya hecho notar que allí se “entraba con mochilas y alcohol” y sin el debido control, y aún peor, que denuncie la posibilidad de que los organizadores «hubieran permitido una asistencia excesiva.»
Pero como este asunto salpica al Ayuntamiento de Madrid, que es «la joya del PP» al final ya veréis como la culpa de esta tragedia va a ser «del taquillero que vendía las entradas«