Cuando un gobierno de «pintores de brocha gorda» como es el de Mariano Rajoy, lleno de personas pusilánimes e incompetentes se pone a «restaurar España» pasa lo que pasa.

El «pintor de brocha gorda» es un profesional que se dedica a pintar las fachadas de las casas y sus muros y techos internos, en cambio el «restaurador de Obras de Arte» es un profesional altamente cualificado, con conocimientos multidisciplinares en campos tan diversos como la historia del arte, la química, la física o la biología, o sea un profesional con gran formación artística, teórica, técnica y científica.

Hay mucha gente que, sin saber o sin tener demasiado conocimiento sobre algo, «se atreve hacer el trabajo de otras personas sin conocer bien una determinada materia«. Precisamente para eso se inventó la expresión española de «zapatero a tus zapatos«, como queriendo decir que «cada uno se ocupe de lo que sabe»

Estos días pasados ha saltado la noticia de que a Cecilia Giménez, una anciana de 81 años cuya vivienda se encontraba a escasos metros de la iglesia del Santuario de Misericordia, de la localidad zaragozana de Borja le dio por «motu proprio» la idea de iniciar las labores de restauración de un fresco de finales del siglo XIX y principios del XX, que mostraba a Cristo en la representación pictórica conocida como «Ecce Homo» (He aquí el hombre), pintada en uno de los muros de aquella iglesia. Al no disponer de los conocimientos necesarios para ello, el resultado fue desastroso y la mujer «destrozó» completamente la citada pintura

Aquí en España, tenemos «un gobierno de pintores de brocha gorda» que son una partida de INÚTILES y que como la anciana Cecilia Giménez se han puesto a restaurar el «Ecce Homo»español» sin ningún conocimiento y con los «desastrosos resultados» que estamos viendo.

Por ejemplo, el que hagamos el ridículo mas espantoso con el asunto de la «excarcelación de ese etarra abyecto llamado Bolinaga«, que junto a otros etarras y tras la ingestión de una tanda de bocadillos de mortadela, decidieron chantajear al Gobierno Español con una «huelga de hambre de la señorita Pepis» y que encima el ministro Fernández Díaz se ponga a «defender a capa y espada esta excarcelación», asegurando que el Ejecutivo «cumple la ley«, para después resultar que el informe forense posterior solicitado por el juez de la Audiencia Nacional para decidir sobre la misma ponga en entredicho «la concesión de ese tercer grado» asegurando que el etarra «no se encuentra en fase terminal» y que podría ser tratado en la cárcel.

Por ejemplo que ayer se volviese a asaltar otro supermercado en Mérida estimulando a los atacantes el ilustrísimo diputado de IU en el Parlamento de Extremadura Manuel Cañada con un megáfono en el interior del establecimiento comercial y que encima este señor se ponga a «chulear por su acción» incitando a la rebelión ciudadana «sin que le pase nada«.

¡Porca miseria, qué asco de gobierno pepero! Porque no es sólo con la ETA, sino que a la hora de poner en su sitio a cualquier extremista dedicado a la amenaza y el chantaje no tienen ni el coraje «ni lo que hay que tener«.