«Para mí el tema está zanjado«, dijo hace poco nuestro presidente del Gobierno, don Mariano Rajoy, en relación a la polémica surgida sobre la supuesta petición a doña Esperanza Aguirre de que dejara la presidencia del PP madrileño, una vez confirmada su candidatura a la alcaldía de Madrid.
La señora Aguirre ya se había esforzado en desmentir la posibilidad de intercambiar la presidencia del PP de Madrid por su candidatura al Ayuntamiento de esta ciudad, tuiteando el pasado domingo estas palabras : «No pienso dejar la presidencia de @ppmadrid. ¿Pero esto qué es? Tengo ilusión por ser alcaldesa, pero nadie me hace el programa y la lista» pero el PP sacó un comunicado afirmando que doña Esperanza Aguirre había acordado con la dirección nacional del partido el que si era elegida alcaldesa de Madrid, se dedicaría en exclusiva al Ayuntamiento, y dejaría la presidencia del PP madrileño
Conociendo a doña Esperanza nunca quise plantearme esta posibilidad pero, desgraciadamrbte hoy doña Esperanza ya nos ha confirmado que dejará la presidencia del partido en Madrid si logra ser alcaldesa
El pasado 11 de Abril de 2012 escribía un post cuya lectura recomiendo a mis lectores titulado «Rajoy vs Esperanza Aguirre» . También podéis leer otro posterior del 18 de septiembre del mismo año que titulaba «Jaque a la Reina«. En ambos desarrollaba las posibles razones que yo pensaba que habían forzado a esta mujer- después de gobernar la Comunidad de Madrid desde el año 2003- a dimitir el 17 de septiembre de 2012 sosteniendo la teoría de que a Don Mariano Rajoy siempre le ha sobrado doña Esperanza Aguirre aunque él nunca se había atrevido a enfrentarse a ella. La señora Aguirre-en aquellos tiempos- era la última persona del PP “dispuesta a luchar“ contra el desastre en el que habia caído este partido bajo sus actuales dirigentes. El tiempo me ha demostrado que don Mariano es mas hábil de lo que yo pensaba.
¿Y cómo se las ha arreglado don Mariano Rajoy para «desactivar la posible amenaza de doña Esperanza a su liderazgo «? Pues muy fácil. Tan solo ha tenido que seguir el argumento de aquella película de 1944 titulada Gaslight (Luz de gas) de Charles Boyer e Ingrid Bergman.
En aquel film se persuadía a una persona de que su percepción de la realidad, de los hechos y de las relaciones personales era equivocada y engañosa para ella misma. Después ya solo falta añadir el cebo de «un puesto de influencia» y así todo arreglado.
Espero que la luz de gas del señor Rajoy ilumine a doña Esperanza en sus nuevas aspiraciones de ser regidora del ayuntamiento madrileño, pero aunque lo consiga yo tengo hoy que despedirme de una mujer que para mí era el símbolo de todos los que aún creíamos que aún era posible «la regeneración en el PP«. Y siento despedirme de aquella luchadora que nos hablaba de propuestas ilusionantes como las de revisar en profundidad el Estado Autonómico o el devolver al Estado Central las competencias en Sanidad, Educación y Justicia. En definitiva, tengo que decirle adiós a la única persona «que aún mantenía las ilusiones de unos pocos votantes del Partido Popular«.
En cuanto a don Mariano Rajoy solo me queda enviarle mi felicitación por haber sido capaz de encender la mecha de esa «luz de gas» que ahora iluminará la nueva trayectoria política de doña Esperanza Aguirre. Al final «se ha salido con la suya«,