Desmontando mitos: las supuestas grandes aves voladoras vivas del pasado

Las «leyendas urbanas» sobre avistamientos de grandes aves fósiles aladas «vivas» en la actualidad o en tiempos no muy lejanos, son algo habitual por internet. La criptozoología (del griego κρυπτος cryptos, ‘oculto’, ζωος zoos, ‘animal’ y λογος logos, ‘estudio’) es la pseudociencia que se ocupa de la búsqueda y estudio de este tipo de animales, o sea de seres cuya existencia no ha sido confirmada por la ciencia o de criaturas vivas del tipo de los animales prehistóricos. Las noticias de los supuestos avistamientos de grandes aves voladoras nos apuntan hacia seres del tipo de los pterodactilos o de los pterosaurios y es un motor que alimenta la fantasía popular porque podemos encontrar por la red bastantes testimonios de personas que afirman haberlos visto volando por el cielo.

Los relatos incluyen a veces «imágenes gráfica» de estos supuestos avistamientos por lo que habrá que pensar que «algo de verdad» debe de haber tras estas noticias. Un caso muy sonado en España, ocurrió en Barcelona en el año 1990, cuando el 28 de mayo de aquella efemérides, el diario «La Vanguardia» publicó una carta de un tal señor Pere Carbó que relataba haber visto a una extraña ave gigante en el cielo nocturno de Les Corts; la misma, al parecer, despertó a muchos vecinos con unos insoportables graznidos, y el remitente afirmaba que se había observado por los testigos una silueta negra de dimensiones entre los 3 y los 5 metros. Aquello abrió una polémica que hizo que «La Vanguardia» sacara en uno de sus números un «especial» sobre el misterio de aquel pajarraco, sugiriendo incluso que podría tratarse de un «ave mutante», fruto de experimentos genéticos en Argelia, y podría haberse escapado, estando de ruta migratoria hacia Francia.

Lo que ocurrió en España fue un caso singular, pero existen bastantes otras referencias que nos reportan visiones de grandes aves gigantes extinguidas. La mayoría de las mismas provienen de territorios poco poblados como Namibia, Zaire, Nueva Guinea, Kenia, Sudamérica y Australia. pero también existen casos muy bien documentados en los Estados Unidos. Hoy vamos a rastrear algunos de estos misterios,

1.- «El diablo de Jersey»

Dibujo publicado en el diario Philadelphia Evening Bulletin en 1909 basado en descripciones dadas por testigos del supuesto ser. Fuente: Wikipedia

El «diablo de Jersey» es un caso paradigmático de lo que puede considerarse como «la leyenda urbana sobre un monstruo «. Se trata de un ser mítico, mezcla de verdad y leyenda, que supuestamente fue avistado al sur de Nueva Jersey en el pasado siglo. En realidad nadie ha aportado pruebas fotográficas convincentes sobre su existencia, pero hubo múltiples testimonios de su aparición en la semana comprendida entre el 16 y el 23 de enero de 1909 en la zona de Nueva Jersey. Muchas personas afirmaron haber visto a este extraño ser, y dieron descripciones detalladas del mismo. La noche del sábado 16 al domingo 17 de 1909 en Woodbury (NJ) un hombre al salir de un hotel oyó un silbido y vio algo blanco que volaba con dos puntos fosforescentes en sus ojos. En Burlington( NJ) Joseph Lowden y su familia, también escucharon a una criatura que pisoteaba la nieve de su patio y cómo la misma daba vueltas a su casa y hasta hacia un intento de abrir la puerta. En Swedesboro (NJ) también hubo otro avistamiento, y esta vez afirmaron que la criatura tenía astas o cuernos de algún tipo; en Glassboro ( NJ) también se encontraron huellas de tres dedos, y finalmente en Trenton (NJ), William Cromley al regresar a su casa, vio ante él a una criatura que describió como «una bestia de pieles y plumas, aproximadamente del tamaño de un perro, y con la cara de un pastor alemán y ojos grandes y brillantes». Todas estas son noticias aptas para ser incluidas en ese programa llamado «La Nave del Misterio» que capitanea Iker Jiménez por la tele y resultan un «bocado apetitoso » para los aficionados a los relatos de miedo y ficción. Podéis ampliar la informacion aquí.

2.- El «Thunderbird»

Un caso mejor documentado es el del llamado «Thunderbird» o «pájaro del trueno», cuya leyenda está asociada a una criatura venerada por muchos pueblos indígenas de América del Norte que se documenta muy bien en este enlace.

De esta extraña y gigantesca ave si que existen imágenes. En la foto siguiente supuestamente tomada en Tombstone, Arizona (EE.UU.) el 26 de Abril de 1890 se documenta la hazaña de la captura de un ser de este tipo que, al parecer. tuvo lugar en las arenas del desierto de Arizona, cuando dos vaqueros vieron en el aire a este gigantesco ser volador y uno de ellos lo apuntó con su rifle y lo mató. El espécimen que nos muestran en la imagen parece ser una especie de «pteranodon con plumas«, de unos 11 metros de envergadura

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Taringa

La imagen fue comentada en algunas revistas de la década de los ’60’ del siglo pasado como «Saga» o «True» que eran muy populares por aquel entonces ya que contaban cosas increíbles sobre el Bigfoot, los fantasmas y muchos otras fantasías. En una de ellas fechada en mayo de 1963 el escritor Jack Pearl nos relataba la historia del «Thunderbird de Tombstone» afirmando que el «Tombstone Epitaph» había publicado la imagen que aquí ponemos . Este es uno de esos «casos típico de la criptozoología» que no ha tenido solución hasta el momento.

También tenemos otra curiosa foto donde se nos muestra a una especie de dinosaurio volador, supuestamente cazado en 1864 por unos soldados de la guerra civil americana, cerca de la ciudad de Vicksburg. En el animal abatido pueden distinguirse unas grandes alas y una cabeza con un gran pico, junto a una protuberancia que se prolonga hacia la parte posterior. Nos sugiere que podría ser un animal del tipo de los pterosaurios, y- para ser exacto-un pteranodon; la foto sepia original fue publicada en el libro titulado “Lo crea o no” de los años 60.

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Infouno

3.- El Kongamato

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Nuevos mitos y leyendas

La curiosa foto que vemos en esta imagen no sabemos si es auténtica o no, y nos presenta la supuesta imagen de una gran ave en vuelo. Al parecer fue vista en la zona pantanosa de Jiundu, en el noroeste de Zambia. Se trata del Kongamato; otro caso típico de la criptozoología, pero este mejor documentado porque algunos exploradores de la mitad del pasado siglo XX refirieron su existencia como Frank H. Melland o James Stany (este último recogió el testimonio de un pescador que aseguró haberse encontrado con este animal). También fue descrito por el explorador Frank Welland en 1932, que afirmaba que al mostrar a los nativos láminas de reptiles prehistóricos voladores éstos al ver a un pterodáctilo, murmuraban : «kongamato, kongamato«. Más información en este enlace.

4.- El Orang-Bati

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Orang-Bati

La selva de la Isla de Indonesia es la zona de la Tierra con mayor biodiversidad y además tiene un clima caluroso y húmedo, que se parece un poco al que existía en nuestro planeta hace 100 millones de años en la Era Secundaria. En los bosques de esta isla, cada mes se descubren una media de tres tipos de animales o vegetales desconocidos por lo que es un lugar ideal para que la criptozoología los convierta en un gran Parque Jurásico y nos afirme que medran allí animales tan extraños como el Orang-Bati. De creer los testimonios, de los que dicen haberlo visto, se trataría de una misteriosa gran criatura voladora que podría vivir en las cuevas de los volcanes no activos de la isla de Seram en Indonesia. Los indígenas nos la describen como un ser con forma de hombre, de piel roja y de algo más de 1,5 mts de altura, con cola y grandes alas negras de murciélago. Más información en este enlace.

Pero, ¿Son reales los avistamientos de estos seres gigantes voladores? Yo pienso que en realidad proceden de la imaginación de las personas que supuestamente los han divisado y luego esa fantasía se alimenta y refuerza por los «creadores de mitos» que la difunden y promocionan. He aquí algunas posibles explicaciones a los misterios antes expuestos.

El «diablo de Jersey»

El caso de este ser es el mejor ejemplo de como la imaginación humana no tiene límites cuando está asociada al miedo y es capaz de magnificar las cosas hasta inventarse seres como el famoso «diablo de Jersey«, aquel monstruo legendario que viviría en aquella región. Parece ser que en realidad es “una ardilla sin pelo”. El Departamento de Conservación de la Vida Salvaje de Oklahoma (ODWC) colgó esta foto en su página de Facebook

Acompañada del siguiente texto: «¿Has visto alguna vez a una ardilla que haya perdido todo su pelo? Aquí tienes una en un vecindario de los suburbios del área metropolitana (de la ciudad de Oklahoma»

Los usuarios de Reddit demostraron después lo que los responsables del ODWC planteaban como una posibilidad, y decidieron colgar aquella imagen para demostrar que muchas veces, los animales salvajes con «aspecto inusual» suelen confundirse con criaturas legendarias o míticas. Jessica Beym, del South Jersey Times ofrecía una explicación detallada de aquel misterio en un artículo que titulaba: “El diablo de Jersey? ¿Una ardilla sin pelo? Un extraño animal visto en Nueva Jersey

El «Thunderbird»

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Taringa

Pasemos ahora al «Thunderbird» y fijémonos en esta foto que aunque esta sacada de una página que habla de criptozoología en realidad es una foto completamente real. Pertenece al Museo de Historia Natural de Los Angeles, California (EE.UU.) y en la mismo vemos a una gigantesca ave junto con su descubridor el Dr. Kenneth E. Campbell, pero no es un Thunderbird sino una «Argentavis magnificens» reconstruida a partir de unos huesos que fueron exhumados en las barrancas de Salinas Grandes de Hidalgo, una provincia de la Pampa, Argentina.

El «Argentavis magnificens» es lo más parecido que podemos encontrar a aquel mítico «Thunderbird» y fue un teratornio gigante y el ave voladora más grande hasta ahora conocida. Con las alas extendidas sobrepasaba los 9 metros de envergadura y desde el extremo de su pico hasta el extremo de su cola pudo haber medido alrededor de 3.5 metros; las plumas más largas de su ala alcanzaban una longitud de hasta 1.5 metros y tenían un ancho de 18 cm. con un peso estimado de unos 85 Kgs; vivió en el Mioceno tardío en la zona de La Pampa, argentina.

Lo que pasa es que los huesos de sus alas tienen proporciones muy similares a los de los «cóndores vivientes» y es muy fácil confundir a una gran ave planeadora como el cóndor que usa los vientos y corrientes térmicas para tomar altura y mantenerse en vuelo con un «ave del pasado» ya que un cóndor con las alas extendidas puede llegar a medir hasta los 3.30 metros.

En cuanto a la foto del «Thunderbird de Tombstone» podría tratarse de «un montaje» con dos fotos unidad, porque en la imagen en negativo de la misma se aprecian «un corte» en dos partes con refuerzos de blanco o negro ( tal vez para disimular «la incrustación del ave«)

¿Y aquella ave presuntamente abatida en la Guerra de Secesión norteamericana? Pues, la verdad es que no sabría decir si es falsa o no. Debe venir de una foto verdadera porque los uniformes de los soldados de la guerra civil parecen correctos y pueden corresponder a una «foto real» pero el hecho de que estos soldados «cazaran un pterodáctilo» ya me resulta más difícil de creer porque estos animales desaparecieron de la Tierra hace 60 millones de años y la posibilidad de que algún ejemplar de aquella especie hubiera sobrevivido hasta el siglo XIX en los Estados Unidos no me parece viable . Tal vez si la imagen hubiera sido tomada en un «paraíso inexplorado» como aquella isla de Komodo de 1910 ( con su dragón un reptil cuya anatomía no parecía haber sufrido cambios mayores en los últimos millones de años) estaría más propenso a creérmelo pero., ¿en América? ¡Ni harto de vino!

La clave puede estar en ese «tono sepia de la imagen» y en sus «bordes rotos«. Recordemos que cuando un pulpo se siente amenazado, expele una nube de tinta en la cara de su perseguidor para confundirlo y ese tono sepia «distorsiona las imágenes» cuando en la Guerra Civil americana la fotografía ya estaba muy desarrollada y producía imágenes claras y detalladas. A lo mejor es para enmascarar el «montaje de un dinosaurio incrustado ”.

El Kongamato

El caso del supuesto ser llamado «Kongamato» parece muy claro. Seguramente lo que se ha visto podría ser una extraña ave que vive por aquellos lugares. Se trata de la «cigueña de cabeza de ballena«, también conocida como «picozapato«. Tiene una gran envergadura (algo mayor de los dos metros y medio) y la forma de su cabeza, le confiere un aspecto bastante extraño. Este animal, es un «buen candidato» para explicar los misterios de los avistamientos de esa supuesta ave voladora africana.

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Taringa

El Orang-Bati

En cuanto al Orang-Batí me da la sensación de que lo que se ha visto es un «zorro volador filipino» (Acerodon jubatus), un raro murciélago de la fruta, y el más grande conocido que hay actualmente en el mundo. Eso si, un ejemplar bien grande.

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Bigfoot Evidence

LPodemos comprobar que desde el punto de vista de la biología moderna, los murciélagos son parientes cercanos de los primates, y de hecho, el dedo libre de sus alas (el pulgar) está contrapuesto al resto, al igual que en los primates. Al «Orang-Batí» los nativos lo describen como una criatura con forma de hombre de piel roja de algo más de 1,5 mts de altura y con cola y grandes alas negras de murciélago. Exactamente la descripción de un gran «zorro volador» que puede llegar hasta los 1,2m de envergadura

El ave gigante de Barcelona

Y finalmente ¿que es lo que sería aquella ave gigante que se paseó por Barcelona en el año 1990? Pues tal vez fuera «un gran buitre» porque resultaque en el término municipal de Sepúlveda, en Segovia, hay una reserva de estas rapaces y ya se han dado casos de que algunas de ellas se han escapado y volado bien lejos. De hecho una llegó volando hasta Madrid y se instaló en el piso doce de una casa situada en el número 25 de la calle Puente Larra de Madrid, próxima al de Santa Eugenia. Si un pajarraco de esta envergadura hubiera ido a Barcelona podría haberse confundido perfectamente con cualquier «ave mítica» (sobretodo si se observa de noche) porque un Buitre común (Gyps fulvus) ya mide entre 96 a 104 cm. y un Buitre negro (Aegypius monachus) entre 99 a 107 cm.

También pudo ser un albatros. Una especie que puede medir hasta 3,6 m con las alas extendidas y que aunque habita en el hemisferio sur no es descartable que alguna pudiera llegara a la ciudad condal,

En fin, que «las fantasías» son un producto natural de nuestra mente; sobretodo cuando nuestro cerebro no está ocupado en una actividad que requiera especial atención; entonces suele comenzar a divagar. No hace mucho el investigador Malia F. Mason y su equipo de la Facultad de Medicina de Harvard descubrieron que ciertas regiones cerebrales de nuestro córtex se dedicaban al «pensamiento fantástico» y que existe una red cortical que se conecta o desconecta dependiendo de si estamos fantaseando o atentos a una tarea determinada. De ahí esa proliferación de las «leyendas urbanas». Todas las fantasías tienen una explicación lógica.

Fuentes de información:

Wikipedia Diablo Jersey

Wikipedia Thunderbird

Wikipedia Kongamato

Orang-Bati

4 Comentarios

  1. Roberto dice:

    Hace 7 años vimos con mi mujer una ave prehistórica cruzando la ruta de chepes (San Juan) a cordoba… no lo comentamos más porque pensaban que habíamos visto un avestruz… media un metro y medio con un pico parecido al de un águila… me encantaría saber que fue lo que vimos…

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