Las «notas» de Piri Reís (segunda parte)

 Continuando con nuestro artículo de la semana pasada, hoy nos tocan repasar las costas de Sudamérica, la Patagonia argentina, el océano Atlántico, la “supuesta Antártida”, el suroeste de Europa y el África occidental. Añadiremos que Sudamérica y la Antártida son dos de los aspectos más polémicos del mapa de Piri Reís y que más debates han ocasionado.

Empezaremos contando el por qué las costas de Sudamérica y la Antártida han generado tanta polémica. Todo se debe a las supuestas teorías sobre civilizaciones ancestrales que llegaron allí en remotos tiempos. Una prueba muy controvertida fueron los análisis realizados en 1992, a unos restos egipcios momificados de Henut-Tawy (la Señora de las Dos Tierras) por la toxicóloga, Dra. Svetla Balabanova del Instituto de Medicina Forense de Ulm (Alemania) en los que se hallaron restos de nicotina y cocaina en los mismos

Como la coca y el tabaco son plantas originarias de Sudamérica y los egipcios no tenían habilidades navales para cruzar el océano Atlántico, esto abrió las puertas para que muchos pensaran que pudo existir una civilización hace miles de años que dispusiera de conocimientos y tecnologías para cartografía estas zonas, sin embargo, este no es el caso del mapa de Piri Reís porque en el mismo están muy claras las fuentes en las que se  basó aquel almirante turco para elaborar aquel mapa.

Las Costas de Sudamérica (Textos VII-XXII- XXIII y XXIV) 

Esta zona del mapa representa esta parte geográfica de la actualidad

 Vista así por Piri Reís
Para dibujar la costa brasileña (por cierto, de manera bastante exacta en muchos de sus detalles topográficos.) Piri Reis debió basarse, casi con toda seguridad en el famoso mapamundi de Nicolás Caverio dibujado entre 1502 y 1504, tras los viajes de Américo Vespucio en 1501 al servicio de Portugal, que reproducía los conocimientos del mundo hasta el citado año 1502 

 
  Texto VII

En el Texto VII Piri Reís se refiere a la parte de Sudamérica que corresponde a Brasil y hace un relato de la expedición de Cabral de 1500 que descubrió esta zona en su curso a través del Atlántico mientras se dirigía a la India. El almirante nos dice:  «el portugués infiel refiere que en este lugar la noche y el dia son dos horas mas breves, es decir, que tiene la jornada veintidós horas. El día es muy caluroso y por la noche aparece el rocío.» 

  

Los límite del mundo en el siglo XVI se definían por unas míticas columnas que los mapas antiguos situaban cada lado del estrecho de Gibraltar. Las mismas eran la última frontera para los antiguos navegantes y más allá solo existía el caos y las tinieblas. Tras aquellas columnas, las leyendas hablaba de monstruos horribles que habitaba en aquellas zonas incógnitas. Por eso Piri Reís se dejó llevar por aquellas fantasías, y en su mapa, nos muestra en sus Textos XXIII y XXIV la existencia  en aquellas zonas de «extrañas criaturas»

  

En el Texto XXIII nos dice: «en este lugar hay bueyes con un cuerno y también los monstruos de esta forma» añadiendo a continuación en el Texto XXIV: «esos monstruos miden siete palmos de largo. Entre sus ojos hay una distancia de un palmo. Pero son criaturas inofensivas.”. Uno de los dibujos muestra una extraña criatura encaramada en un peñasco junto a otros animales como un mono y dos extraños animales con cuernos. 

Posiblemente alguno de ellos podría querer representar a una llama pero todo enmarcado dentro del contexto de las fantasías medievales y los errores visuales de una fauna vista a gran distancia y con catalejos. Colón quiso desmitifican estas fantasías cuando escribió a su tesorero Luis de Santángel una carta el 15 de Febrero de 1493 en la que le decía : «Monstruos no he hallado, ni noticia, salvo de una isla de Quarives, la segunda a la entrada de las Indias, que es poblada de una gente que tienen en todas las islas por muy feroces, los cuales comen carne humana«.

El Atlántico (Texto XXII )

  TextoXXII

En el Texto XXII aprendemos que allí el mar se denominaba «mar occidental«, pero que los europeos lo llamaron el «mar español«. Tras los descubrimientos de Colón se cambio su nombre a Ovasana, es decir, «océano«. El texto dice : «este mar se conoce como Mar de Occidente, pero los marinos franceses se refieren a el como Mar de España. Era conocido hasta ahora por ambos nombres, pero Colón, que abrió las rutas de este mar e hizo estas islas conocidas, y también los infieles portugueses que abrieron las rutas de la región de Hind, están de acuerdo en cambiar el nombre a este mar y le dieron el de Océano. Se creía antes que el mar no tenía límites ni confín, y que al otro lado había solo oscuridad. Pero han visto que este mar está ceñido entre costas, porque es como un gran lago«. 

La «supuesta Antártida» (Textos IX y X) 

Aquí llegamos a otra parte también muy polémica del mapa ya que muchos investigadores han supuesto que en este trozo se reflejan las costas de la Antártida, lo cual solo sería explicable si admitiésemos que América y la costa de la Antártida fueron explorados en la antigüedad (ver vídeo de introducción) y que los cartógrafos antiguos dispusieron de mapas detallados de este continente, pero el hielo de la Antártida se remonta a unos 15000 años. ¿Qué civilizaciones podrían existir en la época del hombre de Cromagnon? La explicación es mucho más sencilla 

 
 

Fijémonos en las dos imágenes anteriores y en la gran similitud que existe entre las costas de la Patagonia argentina y las que sobre esta zona se dibujan en el mapa de Piri Reís. La costa sur de la Argentina coincide geográficamente con los contornos de su tierra de Fuego y esta parte del mapa -en definitiva- refleja lo que dice la imagen siguiente en donde se ven las «verdaderas posiciones» de los puntos de los Textos IX y X.

  
 Fuente  

  Texto IX

Piri Reís en su Texto IX nos afirma; «en este país parece que hay monstruos de pelo blanco, de este aspecto y también bueyes de seis ciernes. Los portugueses infieles lo anotaron en sus mapas»

 

Texto X

En el Texto X continua: «este país es un desperdicio. Todo está en ruinas y se dice que aquí se encuentran grandes serpientes. Por esta razón que los portugueses infieles no tierra en estas costas y estos también se dice que son muy calientes»

No sabemos a qué seres se refiere Piri Reís con estas descripciones pero tal vez podría describir algún animal con cornamenta como un ciervo de la América del Sur, aunque, como antes dijimos, el almirante se deja influir por la mitología de muchas fuentes antiguas y medievales. En cuanto a eso que afirma de «costas calurosas» hay que señalar que en el «verano austral» la temperatura media por esas zonas oscila entre los 18° y los 22°C.

Suroeste de Europa y África occidental (Textos XI-XII-XIII- XIX-XX y XXI )
  
Hay una teoría que afirma que este mapa nos muestra la ruta hacia Asia a través del Atlántico con la que yo estoy de acuerdo. Como podemos ver, aquí Piri Reus nos dibuja los contornos de la península ibérica y las zonas africanas de Mauritania y Guinea ( con un símbolo de un elefante). En la siguiente imagen vemos los contornos de esta zona del mapa en la realidad 

  La exactitud es muy precisa y los errores en la posición geográfica de algunos de sus lugares son bastante pequeños

 
Fuente: Mapas imposibles: la cartografÌa que se adelantó a su tiempo. David Zurdo

En realidad en esta zona lo que hace Piri Reis es relatarnos la historia del comercio portugués de especias. En el siglo XV las especias eran muy valiosas pero los otomanos en aquel tiempo cortaron las rutas comerciales entre Asia y Europa (a partir de la toma de Constantinopla) y las especias no llegaban al Mediterráneo. Fue entonces cuando los portugueses se decidieron a explorar una «ruta alternativa»  y cuando el rey portugués, Manuel I, subió al trono, mandó una expedición capitaneada por Vasco de Gama (que no era un marino, sino un caballero de la Corte) que partió en el verano de 1497 con cuatro barcos y con provisiones para tres años. Este navegante no hizo el viaje pegado a la costa africana (para evitar vientos y corrientes contrarios), sino por medio del Atlántico, y navegó hasta una muy baja latitud para luego virar al este y pasar junto al cabo de Buena Esperanza (extremo sur de África). Así llegó al Mar Arábigo y por el Océano Indico alcanzó la ciudad de Calicut en el sudoeste de la India, a los diez meses de su partida.
  Texto XI

En las notas de esta zona el almirante Piri Reís se refiere este viaje y escribe (Texto XI ): «estos cuatro barcos son bajeles portugueses. Su tamaño está escrito debajo. Viajaban desde las tierras del oeste a Abisinia para llegar a la India. Fueron hacia Shuluk. La distancia que este golfo atraviesa es de cuatro mil doscientas millas

Y en el Texto XII nos cuenta algunas de sus maniobras «… hay una torre sobre esta playa … sin embargo, está … en este clima de oro … tomando una cuerda … se dice que midieron«. Por cierto que en esta zona faltan la mitad de cada una de las líneas del mapa, lo que hace suponer que el mismo fue rasgado por aquí en dos partes.

  
Texto XIII

El Texto XIII se escribe al lado del dibujo de un barco el descubrimiento de las islas Azores . Dice: «un küke genovés [se refiere a un tipo de barco] que regresaba de Flandes se vio envuelto en una tormenta. Arrastrado por ella llegó a esas islas, y por eso las mismas han sido conocidas»

  Texto XXI

El Texto XXI nos habla del descubrimiento de las Islas de Cabo Verde y en el relato de este apunte Piri Reís dice: «Los genoveses llaman al capitán de esta carabela Messer Anton, pero él se crió en Portugal. Un día su carabela se vio envuelta en una tormenta y fue arrastrada a estas islas. Allí él encontró mucho jengibre y fue el primero en describir estas islas.» 

Se trata del buque portugués que descubrió estas islas en 1456 y se nos habla de un genovés al servicio de los portugueses llamado Antoniotto Usodamare. Las islas de aquel archipiélago no fueron exploradas completamente hasta 1460, cuando otro genovés llamado Antonio da Noli, fue nombrado gobernador de la isla de Santiago. Como Piri nos habla de un descubrimiento aleatorio, el Messer Anton de su mapa debe ser ese Antoniotto Usodamare, el primero de los dos Antonios genoveses asociados con estas islas. 

Nuevamente, esto nos indica un origen genovés de la carta que estaba copiando Piri y la mención del jengibre en las Islas de Cabo Verde también es importante porque el mismo no crece en estas islas, sino la asarabacca, un sustituto del jengibre. La declaración de que el jengibre crecía en las Islas de Cabo Verde suena «muy de Colon«, y es posible que el origen de esta nota se remontara directamente a alguna anotación del navegante genovés en alguno de sus mapas 
  Texto XX

En el Texto XX dice: «esta carabela que se encontró con una tormenta fue llevada hasta esta isla. Su nombre es Incoladi Giuvan. Sobre esta isla hay muchos bueyes de un solo cuerno. Por este motivo la llamaron Isla de la Vaca.» Esta entrada junto con la imagen de un barco resume toda la información que se daba en un mapa de Nicola di Juan que naufragó allí y debe referirse a la Isla de la Vaca o Ile-a-Vache, un paraíso tropical que encuentra en Haití, y que cumple todos los requisitos de un paraíso: arena blanca y agua cristalina. 

  
Texto XIX

En el Texto XIX Piri nos delimita las zonas de navegación del Atlántico y cita: «los infieles portugueses no van al oeste de aquí. Ese lado pertenece enteramente a España. Han hecho un acuerdo que [aqui una línea] 2 mil millas hasta el lado occidental del estrecho de Gibraltar debe ser tomados como un límite. Los portugueses no cruzar a ese lado pero la parte trasera y la parte sur pertenece a los portugueses»

Para terminar nada mejor que poneros un vídeo que muestra en animación 3D los contornos de este famoso mapa

Y la conclusión es esta: no hay nada misterioso ni extraterrestre en el mapa de Piri Reís pero las cartas antiguas tienen ese poder: hechizan a quien osa descifrarlas.

Fuentes:

The Oldest Map of America,» by Professor Dr. Afet Inan. Ankara, 1954

Bridges, R., “Off the Edge of the Map, The Search for Portuguese Influence on the Piri Reis Map of 1513”, Moravian & Early Modern Studies Conference Ottoman Cultural History Panel,2012.

Brotton, J., Great Maps, Dorling Kindersley, 2014, 256pp.

George, W., Animals and Maps, pp. 60-62, Figure 3.2.

Hapgood, C.H., Maps of the Ancient Sea Kings, pp. 4-68.

Lepore, F., Marco Piccardi, Leonard Rombai, “Looking at the Kitab-i Bahriye of Piri Reis”, e-Perimetron, Volume 8, No. 2, 2013, pp. 85-94.

Lunde, P., “Piri Reis and the Hapgood Hypothesis”, Saudi Aramco World, Volume 31, Number 1, pp. 18-31, 1980.

McIntosh, G.C., The Piri Reis Map of 1513.

Nebenzahl, K., Atlas of Columbus, pp. 62-63, Plate 20.

Wolff, J., Maps of North America, p. 43, #62.