Tengo a don Mariano Rajoy por un hombre cultivado, y en este sentido creo que habrá leído el tratado de teoría política escrito por Nicolás Maquiavelo en 1513 mientras se encontraba encarcelado en San Casciano por la acusación de haber conspirado en contra de los Médici titulado “El príncipe” que dedicó a Lorenzo II de Médici, duque de Urbino, en respuesta a aquella acusación.

Se trata de la obra de mayor renombre de este autor, por la cual se acuñaron el sustantivo de “maquiavelismo” y el adjetivo de “maquiavélico”. Todo un tratado de doctrina política y sin duda, la obra con más renombre de aquel diplomático y escritor italiano que muestra un gran conocimiento de la psique humana, un enorme sentido común, junto a una gran dosis de pragmatismo.“El príncipe” ha servido a muchos hombres de negocios y políticos para dirigir sus actuaciones en base a los consejos del «signore Nicolás» naturalmente, pienso que también debe de haber sido «una fuente de inspiración para don Mariano» que podría haber extrapolado algunas de sus ideas.

Concretamente en su capítulo VIII aquel gran pensador florentino recomendaba al gobernante que accedía al poder que «examinara de cerca todos los perjuicios que debía infringir, a sus súbditos» y que los mismos “los hiciera de un solo golpe», para no tener que repetirlos a diario; de esta manera no desorientaría a los hombres. Con este consejo lo que Maquiavelo pretendía es que el político fuese capaz de “tranquilizar y ganar para sí con beneficios» a sus súbditos» concluyendo con esta frase : «Los actos de severidad deben hacerse de una vez, para que, no habiendo tiempo para probarlos, ofendan menos; los beneficios, por el contrario, deben administrarse poco a poco, para que su gusto dure más«.

La razón del consejo de Maquiavelo obedece a algo muy simple. Los seres humanos percibimos más “los cambios” que “los niveles absolutos” y, en valor absoluto, nos afectan más las «pérdidas» que las «ganancias» de igual cuantía. Por eso, para don Mariano Rajoy, seguir el sabio consejo de Maquiavelo supondría que nada más llegar al poder debería de haber adoptado de inmediato las medidas más severas de ajuste económico (que es exactamente lo que ha hecho) y próximo al final del mismo ir “dando alegrías a sus votantes” para que los mismos aprecien que vamos «de peor a mejor» y eso es lo que quiere hacer ahora). De lo que se trata es de no conceder primero beneficios para luego quitarlos sino de «joder al prójimo » primero y luego «alegrarlo con buenas noticias«. Hacerlo al revés es lo que hizo Zapatero, y eso explica la profunda animadversión popular que suscitó, aquel político al final de su mandato.

Por eso, como a nuestro gobierno le quedan menos de dos años para demostrarnos que «no tiramos el voto que le dimos a la basura» me da la sensación de que don Mariano, quiere seguir los consejos de Maquiavelo y por ello ha decidido que el 2014 sea EL AÑO DE LAS BUENAS NOTICIAS y aquel en el que ha de producirse la «ansiada reactivación » y su partido se han puesto mano a la obra con toda la fanfarria para que nos ilusionemos en que «el 2014 será «el año del milagro«. El Partido Popular ha elaborado un listado de “cuarenta medidas impulsadas por el Gobierno de don Mariano Rajoy” que, a su entender, evidencian que España «avanza en la buena dirección«.

Yo creo que lo que pretende don Mariano, es aplicar las enseñanzas de Maquiavelo y que sus dirigentes se centren en explicarnos a los españoles “las mejoras en la economía” que muestran los últimos datos macroeconómicos y mostrarnos los “brotes verdes” que demuestren que la situación de España al día de hoy es objetivamente mejor que la que teníamos al 20 de noviembre de 2011 cuando don Mariano «nos prometía el oro y el moro” si lo dejábamos gobernar

Pero “habría algunos fallos” si don Mariano se estuviera dejando llevar por las teorías de Maquiavelo y es que lo que decía aquel genial estadista es que un político tiene que aprender, no «a ser bueno» sino a que “sus efectos políticos sean buenos ” . Esto es lo que verdaderamente importa y don Mariano tiene “algunos problemillas» que son difíciles de vender en este año 2014”. Para empezar, la Seguridad Social, tiene 1,5 millones de afiliados menos y cerró el pasado año con un déficit del orden del 1,8% del PIB (o sea 18.000 millones de euros). Ademas en el pasado año 2013 hubo casi 300.000 personas que perdieron su empleo y las empresas españolas destruyeron “empleos estables” de mayores de 45 años para sustituirlos por “empleos a tiempo parcial” para jóvenes. ¿Cómo podemos “vender esto como «efectos políticos beneficiosos”? Si a esto le sumamos que en España los parados registrados en el INEM no disminuyen y que para el 2014 nuestro Presidente ya opina que como los mismos no buscan empleo hasta que termina la prestación convendría reducirles las contraprestaciones por desempleo, parece que en este año que comienza, don Mariano y su gobierno no van a poder darle muchas alegrías a sus súbditos para que puedan pensar que España «va a mejor». Más bien pienso que lo que va a pasar es justamente lo contrario y que don Mariano aún aumentará un poco más el grado de dolor y sufrimiento que ya está infligiendo a los españoles.

Por si fuera poco nuestro «déficit público» TAMPOCO VA BIEN al comenzar este nuevo año. La existencia de los déficits en los presupuestos públicos de los países, empezó a generalizarse en los años siguientes a la crisis del petróleo de 1973, porque las economías experimentaron una fuerte desaceleración, por una menor recaudación fiscal y un aumento de los gastos sociales ligados al desempleo. Aquel fenómeno del “déficit presupuestario”, se convirtió en un verdadero abuso por parte de los Estados , y alcanzo su cumbre cuando se puso de moda la “escuela Ronald Reagan» que hizo creer a todo el mundo en el año 1981 que “se podía consumir más de la cuenta y que “los déficit no tenían ninguna importancia”.

Don José Luis Rodríguez Zapatero en su segunda legislatura, llevó a la sublimación aquella teoría y el déficit público español llegó a “duplicarse” creciendo a un ritmo medio de 256 millones diarios. Así las cosas PP y PSOE pactaron una propuesta de reforma del artículo 135 de la Constitución española que fue aprobada el 2 de septiembre de 2011 por el Congreso de los Diputados. Lo fundamental de aquella modificación constitucional era el que todas las Administraciones Públicas deberían adecuar sus actuaciones al principio de «estabilidad presupuestaria» y que el Estado y las Comunidades Autónomas no podrían incurrir en un déficit estructural que superara los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros.

El PP llevó aquello a su programa electoral ofertando una serie de medidas destinadas a «poner orden en las cuentas públicas» con la promesa de una firme defensa de la austeridad presupuestaria (entendida ésta como “recortes de gasto público” y no como “subida de impuestos”). En definitiva su compromiso era el de “reducir nuestro déficit público al objetivo marcado por Bruselas” y con el mismo ganó las elecciones generales el 20 de noviembre de 2011.

La oferta que nos hacían era la de que «las cuentas públicas, tenían que estar en orden» ofreciéndonos una nueva “Ley orgánica de estabilidad presupuestaria” para el desarrollo de la reforma constitucional en la que se establecerían los procedimientos de distribución de los límites de déficit y de deuda entre las distintas administraciones y las responsabilidades derivadas de sus incumplimientos

Cuando Zapatero dejó el poder en el 2011 ya teníamos una deuda pública de 737.334 millones de euros (el 70,50% de nuestro PIB). Por eso, al llegar al poder, el PP sacó la Ley Orgánica 2/2012 de 27 de abril que se publicó el 30 de abril de 2012 en la que, conforme a la reforma constitucional- antes citada se fijaban límites de deuda para las Administraciones Publicas, de manera que los mismo “no pudieran superar el valor de referencia del 60 por ciento del Producto Interior Bruto establecido en la normativa europea”. Aquella meta estaba fijada en el 4,5% del PIB en 2012 y en cerca del 3% para el pasado año 2013.

Pero algo pasó y don Mariano decidió que España necesitaba “otras cosas”. Así es que se saltó a la torera todas sus promesas electorales y como tenía cuatro años por delante prefirió- siguiendo las tesis de Maquiavelo infringir, a sus súbditos “primero los palos” para después “darles las alegrías” y lo primero que hizo fue el presionar insistentemente a las autoridades comunitarias para «suavizar los objetivos de déficit » y no paró hasta salirse con la suya y conseguir que el límite de déficit del 3% se pospusiera hasta el año 2016. Y nuestra deuda pública siguió subiendo hasta alcanzar en el tercer trimestre del año pasado el 93,4 % del PIB y ahora avanza imparable hacia el «umbral del 100% del PIB«. Observemos los gráficos de este enlace que muestran la evolución de la Deuda Pública Española

Es decir, que con la legislatura del Partido Popular hemos avanzado a un ritmo de endeudamiento de 378 millones al día (casi un 50% más) y encima este Gobierno reconoce que la misma «seguirá subiendo» en el año 2014 hasta alcanzar el 98,9 % del PIB. Acordémonos de las palabras de nuestro Presidente el pasado 6 de Diciembre, en el 35 aniversario de la Constitución cuando afirmó en unas declaraciones informales a un grupo de periodistas que este año “no se iba a cumplir el objetivo de déficit y que dudaba que se pudiera crear empleo en el 2014”

Don Mariano. Aquí no valen las enseñanzas de Maquiavelo ¿Cómo piensa sacarnos de la crisis si los últimos datos conocidos muestran que nuestra producción industrial y la cifra de negocios del sector servicios están cayendo? ¿Acaso no sabe que nuestro Estado ya superó el pasado mes de noviembre de 2013 el objetivo de déficit para todo el año 2013, al alcanzar el mismo un 3,96% del PIB (el límite pactado estaba en el 3,80% para todo el año) y que entre enero y octubre del 2013, el déficit reconocido por la Intervención General de la Administración Central era de 37.000 millones (un 15% superior al que usted heredó de Zapatero) y que esta deuda pública aumenta unos 10.000 millones al mes con lo que llegará este año 2014 a niveles del orden del billón de euros?

Y por si fuera poco, su Gobierno, se dedica a crear por lo menos 45 nuevos organismos públicos en 2013. Prácticamente en todos los Consejos de Ministros celebrados durante el pasado año (47 en total) se «sumó al sistema público del Estado» un nuevo comité, un observatorio, un consejo, una nueva agencia, o una nueva comisión, sociedad, oficina u otro tipo de entidad

Dígame don Mariano ¿de dónde saca usted que 2014 «será el año de la recuperación”? No intente “emular a Maquiavelo” porque se le «acaba el tiempo» y querer «vendernos esa burra» para el año 2014 no le va a funcionar.