Crónicas de dos muertes anunciadas

No, este post no tiene nada que ver con aquella famosa novela de 1981 del gran escritor colombiano don Gabriel García Márquez pero si tiene de común con ella algo del temas de la misma o sea: «un asesinato por motivos de honor«.

Naturalmente la palabra «asesinato» aquí es pura metáfora porque en realidad se trata del «asesinato moral» de dos grandes jueces españoles., don Javier Gómez de Liaño y doña Coro Cillan

En aquella comedia del siglo XVIII titulada “El barbero de Sevilla”, su autor Pierre-Augustin de Beaumarchais, nos presentaba al personaje Bazile que al principio del último acto afirma: “La calomnie, docteur, la calomnie ! il faut toujours en venir là“, (“La calumnia, doctor, la calumnia siempre queda“). Una frase muy acertada porque a veces «una simple acusación» puede hacer que se dude del honor de las personas.

El Grupo Prisa (Promotora de Informaciones S.A.) es el principal grupo mediático de España con revistas, prensa, editoras de libros, plataforma de televisión de pago y más de 400 emisoras de radio en España e Hispanoamérica. Este grupo es especialista en eso de «arrimar el ascua a su molino» y en este video sacado de You Tube lo explican muy bien

Pero también es especialista en hacer todo lo posible por “desprenderse de quienes les molestan” y la táctica por ellos usada es la de utilizar su diario estrella «El País» para preparar el terreno del hundimiento de quién le molesta. Es algo así como la «crónica de una muerte profesional anunciada«.

Recordemos a aquel juez de la Audiencia Nacional llamado don Javier Gómez de Liaño que en 1997, durante aquello que se conoció como «guerra por los derechos del fútbol» decidió admitir trámite una denuncia e iniciar el proceso contra la empresa «Sogecable» acabando por procesar a a todo su Consejo de Administración entre los que se encontraban don Jesús de Polanco y don Juan Luis Cebrián por un presunto delito de apropiación indebida. La «muerte anunciada en su cargo» de aquel juez nos la anunciaba «El País» el 24 de Marzo de 2007 con un titular inolvidable: «La guerra de Aznar contra PRISA. El Ejecutivo del PP lanzó su ofensiva con apoyo de una empresa semipública y un juez prevaricador»

Y efectivamente, un año después, aquel osado juez fue condenado el 15/10/99 en la Sentencia Nº: 2/1999 de la «Causa Especial Nº: 2940/1997 como autor responsable de un «delito continuado de prevaricación«. Y por el mismo fue apartado de la carrera judicial.

Ahora recordemos aquel horrible atentado del “11M”. El Grupo Prisa siempre ha estado a favor de la «versión oficial” ayudando a sostener esta martingala.con la inestimable colaboración de su locutor principal D. Iñaki Gabilondo. Recordemos que cuando aquel juicio estaba en la fase pericial y la versión oficial apenas se sostenía, se dedicó a difundir un video montado con los «supuestos islamistas de Irak»a y fotos de dos de los acusados; uno de ellos, uno de «los muertos en Leganés».

Y resulta que don Juan Jesús Sánchez Manzano, aquel máximo responsable de los agentes encargados de la desactivación de aquellas bombas de los atentados de Madrid y quien se hizo cargo de las muestras de los explosivos recibí una querella de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M que doña Coro Cillán, como titular del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid admitió a trámite.

La crónica de la «muerte anunciada en su cargo» de esta juez nos la volvió a anunciar «El País» el pasado 22 de Enero de 2012 con un artículo en el que se despachó a gusto con ella con un reportaje titulado “Inestable para juzgar” donde “entre otras lindezas” se atrevía a afirmar que el juzgado de Doña Coro era “una olla a presión“, añadiendo que era una “borracha irascible e inestable”, que “confundía personas y delitos“, que “tomaba decisiones arbitrarias» y hasta “que tenía un novio al que le había hecho algún favor“.

Cada uno es muy libre de creerse lo que diga «El Pais». Yo desde luego no me lo creo porque me suena lo que decía Hugo J. Byrne en aquella frase de que: “El más antiguo y cobarde instrumento de la maldad es la calumnia“ pero parece ser que alguien «si que se lo ha creído» y ese alguien es la Fiscalía de Madrid ( cuentan por ahí que presuntamente para apartarla de la nueva línea de investigación que había abierto esta juez sobre los atentados del 11-M). El caso es que el Ministerio Público pidió permiso al Fiscal General del Estado para querellarse contra doña Coro Cillán por un presunto delito de prevaricación en el caso relacionado con el cierre de la discoteca madrileña Moma.

Y finalmente acabamos de enterarnos de que en un demoledor auto hecho público el pasado lunes, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha decidido imputar «formalmente» de un delito continuado de prevaricación a doña Coro Cillán, por su «conducta judicial muy irregular» en el caso de la citada discoteca madrileña Moma.

El delito de prevaricación se produce cuando un juez adquiere «plena conciencia de estar dictando una resolución con total apartamiento del principio de legalidad» y estas «dos muertes profesionales» (previamente anunciadas por el diario de Prisa) unen los destino de doña Coro Cillan y el su compañero don Javier Gómez de Liaño. No entraré a opinar si la condena de ambos jueces ha sido «justa» o «injusta». Me limitaré a señalar que ambos «se atrevieron a cuestionar las opiniones del Grupo Prisa«