El discurso del Rey

La pasada Nochebuena S.M. nos soltó su tradicional discurso de Navidad. Esta vez con una «puesta en escena» muy cuidada. Don Juan Carlos se dirigió a la nación española por primera vez de pie, apoyado en la mesa de su despacho en la que había un ejemplar de la Constitución con un discurso preparado por sus «asesores de imagen» que era una «copia» del mensaje que dio Bill Clinton en su campaña de 1992 contra Bush. En aquellas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, señaló que éste debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas.

O sea un discurso bien pensado y dicho en un «contexto nuevo» presentándonos a nuestro rey como «el salvador de la Patria» dándonos clases magistrales de políticas keynesianas basadas en el estímulo al crecimiento («austeridad y crecimiento deben ser compatibles»), con una visión que chocaba frontalmente con las políticas actuales de nuestro actual Gobierno, basadas sólo en «recortes y más recortes»

Lo que nuestro Rey nos dijo en su discurso era que “las renuncias de hoy han de garantizar el bienestar de mañana” y también que «los recortes deben ofrecer sus primeros resultados en un plazo razonable de tiempo sin afectar a los derechos sociales«. O sea toda una «colleja» al Gobierno de Mariano Rajoy demoledor de nuestro Estado del Bienestar.

El único problema de aquel discurso de Don Juan Carlos es que LLEGABA UN POCO TARDE porque sus palabras son vistas por los españoles como las de un tipo encoronado que se largó a Botswana a matar paquidermos mientras su país, se desangraba por «los recortes» por él ahora criticados, y como el horno no está para bollos, recibir «clases de ética » de un tipo que se fue de su país a África «a pasárselo pipa» mientras los parados, estudiantes, dependientes, pensionistas y funcionarios, del Pais donde gobierna «no paraban de recibir palos» la verdad es que «rechina un poco»

Seguro que todos conocéis aquel dicho que afirma: «Consejos vendo que para mí no tengo» típico de las personas que tienen por costumbre andar diciendo «cómo hay que actuar» en determinadas circunstancias mientras hacen «todo al revés de lo que aconsejan». Por eso el que S.M. quiera acercarse ahora al “camino de perfección” de Santa Teresa, y pretenda con sus palabras indicarnos “el modelo a seguir ” me parece muy loable pero Don Juan Carlos, antes de «darnos consejos» , debería reflexionar sobre el hecho de que la monarquía que él y su familia representan “no están hoy en condiciones de darnos lecciones de ética social a ningún ciudadano de este país»

Y por cierto Majestad. Su discurso «ya lo habíamos oído antes