El «candidato imaginario» 

  
No, este artículo no va de matemáticas sino de política pero a veces ambas cosas se parecen.

Empecemos por las matemáticas. Si elevamos al cuadrado cualquier número real su resultado siempre será positivo, sin importar si ese numero es positivo o negativo. Por ejemplo 5² da como resultado 25. y -5² también. Pero a la raíz cuadrada de un número real negativo, por ejemplo -1, no se le puede asignar un valor numérico real y por eso su resultado es lo que se llama un «número imaginario«, algo que solo puede suceder en nuestra imaginación.

René Descartes acuñó esté termino durante sus estudios en el siglo XVII, con la intención de dar a ciertos números complejos un carácter despectivo y como había que asignar a los números imaginarios, alguna unidad y dado que la de los números reales era 1, para estos se usó la de √-1 (o raíz cuadrada de uno negativo), una denominación que nació en el siglo XVIII cuando en 1777 Leonard Euler decidió nombrar a esos números imaginarios de una manera desdeñosa o despectiva dando a entender que no tenían una existencia real y tratándolos como «objetos inexistentes«. Igual consideración tuvo con ellos Gottfrield Leibnitz cuando nos afirmó aquello de que esa raíz cuadrada de -1 era una «especie de anfibio entre el ser y la nada«,

Pasemos ahora a la política, ya tenemos las elecciones generales convocadas  para el próximo 20 de diciembre por don Mariano Rajoy y os preguntaréis ¿ qué tienen que ver los números imaginarios con don Mariano Rajoy? Pues desde luego son asuntos diferentes, pero hoy voy a hablar de «política ficción» y voy a intentar relacionar ambos conceptos. 

Empecemos por aquella definición de Leibnitz de los números imaginarios. Para mí aquella manera de explicarlos y la candidatura de nuestro Presidente tienen cierta similitud porque el señor Rajoy funcionan en sus aspiraciones a la reelección como Presidente igual que algunas de las reglas de los  números imaginarios y aunque no cumple las reglas de Euler ya que don Mariano  tiene una existencia real si que podemos tratar su candidatura como-prácticamente- un «objeto inexistente» y que coincide en parte con la definición que hizo para los números imaginarios aquel gran filósofo y matemático alemán llamado Leibnitz. Es decir que tenemos a un candidato que se encuentra «entre el ser y la nada»  y cuya candidatura electoral parece tener algunas de las propiedades de esos números imaginarios

Por ejemplo la suma de números imaginarios es cerrada, lo cual significa que si se suman dos números imaginarios, el resultado también será un número imaginario. Veámoslo en la práctica 

¿Cuajes son los cálculos electorales del señor Rajoy? Pues que para las próximas elecciones, el PP va a tener  una minoración importante en el voto joven y los votos para su partido han descendido entre el electorado menor de 45 años. ¿Cómo se compensa esto?  Pues con «el voto de los mayores» ya que las cifras del CIS indican que los mayores de 55 años prefieren a los partidos tradicionales como PP y PSOE 

  

Pero resulta que don Mariano con su mayoría absoluta, va a dejar aprobado antes de las elecciones unos Presupuestos Generales del Estado para 2016 en los que el sueldo de los futuros miembros del Gobierno subirá un 1%, mientras que el de los pensionistas subirá un 0,25% (cuatro veces menos). Eso significa que el futuro Presidente del Gobierno ya tiene asegurada una subida de sueldo para el 2016 de 781 euros, mientras que sus potenciales votantes «mayores» seguirán con pensiones medias ridículas y para ellos se ha previsto un aumento que apenas les representará unos 30 euros al año. ¿Cómo espera que ese segmento de población lo vote y compense la pérdida de votos que va a tener con la gente joven ? 

Así podemos relacionar esta situación absurda con la propiedad suma de dos números imaginarios. Es decir que si sumamos los votos de los jóvenes y de los mayores, esto será para nuestro candidato lo mismo que si sumamos dos números imaginarios con un resultado que también será otro número imaginario el de una «mayoría absoluta» para don Mariano Rajoy.

Hay otra reglas de los números imaginarios que es la sustracción que afirma que por cada número imaginario, existe un número negativo cuya adición dará como resultado cero. Yo a ese «número negativo» lo voy a llamar «ilusión» y la adición de esta ilusión al voto del PP no puede dar otro resultado que «cero«. Es decir que las expectativas de incremento de votos para el PP en las próximas generales me temo que van a ser nulas (solo hay que ver lo que le ha pasado a este partido en Cataluña en las pasadas elecciones autonómicas).

¿Seguimos con las propiedades de los números imaginarios? Pues hay otra que dice que existe un número neutro que al ser sumado a cualquier número imaginario da como resultado el mismo número. Como este es un artículo de «política ficcion» yo a este «número neutro» lo voy a llamar Rodrigo Rato, aquella mano derecha de Aznar, en la que el PP basó toda su leyenda de ser el partido capaz de lograr un «milagro económico» para España tras las etapas de paro, despilfarro y corrupción de Felipe González y Jose Luis Rodríguez Zapatero

Pues resulta que a ese «número neutro del PP» el titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, don Antonio Serrano-Arnal   lo ha acusado de defraudar al fisco por ingresos que obtuvo al asistir a diversos congresos y conferencias. Siguiendo con nuestra ficcion podemos decir sin temor a equivocarnos que este número neutro sumado a las actuales perspectivas electorales del PP nos va a dar como resultado «las mismas perspectivas», o lo que es lo mismo que, gracias al señor  Rato el PP puede que se quede con la misma intención de voto que tiene actualmente (y que no es muy elevada).

Si queremos encontrar algo que minore tan malos pronósticos podemos buscar otra propiedad de los números imaginarios que es la de la sustracción, que nos dice que por cada número imaginario, existe un número negativo cuya adición dará como resultado cero. ¿ Cual sería ese número negativo para «poner a cero» las ilusiones de incremento de votos que pueda tener el señor Rajoy ? Pues vamos a llamarlo don Jose Maria Aznar  

Total que el 4 de diciembre a las 00.00 horas dará comienzo una campaña electoral que terminará el día 18, y durante 15 días vamos a oír a nuestro «candidato imaginario» decirnos lo bien que vamos a estar si lo reelegimos, viendo cómo nos promete el oro y el moro y hablándonos de una hermosa Navidad con belén turrón y mazapanes (no os fijéis en el fondo de la imagen)

  

Lo siento, pero a mí todo lo que diga el señor Rajoy en su campaña electoral me va a sonar como las palabras de aquel animal tan célebre de Hollywood que compartía protagonismo en sus películas con aquel actor cómico de nombre Donald O’Connor y que se llamaba «la mula Francis«. Cierto que era una mula muy inteligente que daba sabios consejos a un bisoño teniente pero todos sabíamos que aquel era un «animal imaginario» 

  
Asi es que mucha suerte don Mariano porque la va a necesitar .

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