No suelo reblogear contenidos ajenos pero este me ha fascinado porque es una denuncia muy acertada del engaño a que se nos somete a los consumidores con los llamados «complementos alimenticios»
Había decidido aparcar el tema del marketing pseudocientífico y los complementos alimenticios hasta el nuevo año, pero ayer, al ir a hacer mi habitual compra prenavideña, cometí el error de acercarme a la sección de parafarmacia y mi firme decisión se fue al garete. Allí estaba él. Sí, él. Porque en realidad me estaba engañando a mí mismo. Lo iba buscando… y lo encontré.
Había oído que una casa comercial comercializa complementos alimenticios recomendados para no engordar en estas fiestas y yo, que no me pierdo aperitivo, comida o cena navideña que se precie, necesitaba saber de qué iba esa surrealista publicidad para mantener mi espectacular tipo.
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