El 19 de marzo de 1812, se promulgó Ia Constitución Española conocida popularmente como “La Pepa” de la que hoy celebramos su bicentenario.Con estas palabras empieza aquella Constitución de 1812:
«En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor y supremo legislador de la sociedad…»
Y entre sus principales logros estaban los siguientes:
UNO.- La Soberanía nacional residía en la nación y a ella le pertenecía en exclusiva.
DOS.- Se consagraba la «División de poderes» y se mencionaban los tres poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
¡Que distinta aquella Constitución de la de ahora ! La constitución de 1812 era una constitución que consideraba, sin complejo alguno, a Dios como «autor y supremo legislador de la sociedad.», en cambio el Preámbulo, de la que ahora tenemos, redactado Enrique Tierno Galván no menciona a Dios por ninguna parte y en lugar de consagrar la «soberanía nacional«, permite 17 nacioncitas, y da «barra libre» a la «casta política manirrota» que es la que administra ahora el poder judicial
Por eso igual que se le puso «la Pepa» a la Constitución de 1812 y dado que en mi tierra, decir… “la casa de la Bernarda”, es sinónimo de que en esa casa «cada cual hace lo que le da la gana» y todo va “manga por hombro” yo propongo que le pongamos el nombre de «la Bernarda» a nuestra Constitución de 1978.